La huelga general de B¨¦lgica no hace mella en la cumbre de la UE

La huelga general contra la austeridad con la que los sindicatos belgas han recibido el Consejo Europeo no ha hecho mella en los l¨ªderes de los Veintisiete, que en ning¨²n momento se vieron afectados por los paros. Como dijo el primer ministro belga, el socialista Elio di Rupo, protesta laboral y cumbre europea ¡°son dos cosas diferentes; la huelga es cosa de los sindicatos. La cumbre europea se ha organizado bien. Es importante que el pa¨ªs pueda acoger una cumbre sin problemas¡±. Ya a media jornada, los sindicatos hablaron de ¨¦xito mientras esta noche los jefes de Estado y de Gobierno de la UE retornaban a sus respectivas capitales como llegaron a Bruselas, sin contratiempos.

Poco antes del mediod¨ªa, los dirigentes de los tres sindicatos convocantes improvisaron una conferencia de prensa al lado del edificio del Consejo para dar cuenta del ¡°¨¦xito¡± de la jornada de protesta, primera desde 1993 en el pa¨ªs y convocada contra la versi¨®n belga de la austeridad impuesta por los Gobiernos a lo largo y ancho de la Uni¨®n. El clima social apunta m¨¢s hacia la resignaci¨®n que a la lucha, como indica un sondeo publicado la pasada semana seg¨²n el cual solo el 21% de los belgas estaba a favor de la huelga.

¡°Algunas personas tienen miedo o se han resignado y creen que las medidas impuestas son las ¨²nicas posibles para salir del t¨²nel¡±, coment¨® Ann Demelenne, secretaria general de la socialista Federaci¨®n General del Trabajo de B¨¦lgica (FGTB), el segundo sindicato del pa¨ªs tras la Confederaci¨®n de Sindicatos Cristianos. ¡°Pero hay alternativas, como los eurobonos o medidas a favor de una fiscalidad m¨¢s justa¡±.

Paro en los medios de transporte

La huelga afect¨® a las grandes compa?¨ªas, a los pol¨ªgonos industriales, al puerto de Amberes y a los medios de transportes, no solo urbanos, sino internacionales: los trenes de gran velocidad con origen y destino en Bruselas ya dejaron de operar a ¨²ltima hora de la tarde del domingo. El aeropuerto de Charleroi, a unos 60 kil¨®metros de Bruselas, par¨® por los cortes en las carreteras de acceso, pero el de Bruselas trabaj¨® con pr¨¢ctica normalidad. En la capital, el peque?o comercio abri¨® como cada lunes.

Si la cuesti¨®n de los eurobonos, que reclaman los sindicatos, no estaba en el orden del d¨ªa del Consejo Europeo la fiscalidad m¨¢s justa divide al Gobierno de Di Rupo. En el hexapartito de su Gabinete, los socialistas, partidarios de incrementar impuestos y gravar a los econ¨®micamente poderosos, chocan con liberales y conservadores, opuestos a aumentar la carga fiscal y favorables a los recortes presupuestarios.