Condenado a cadena perpetua el jefe torturador del Jemer Rojo
Kaing Guek Eav ha sido condenado tras apelar una pena de 35 a?os por la muerte de unas 16.000 personas

Kaing Guek Eav, director del principal centro de detenci¨®n y tortura del r¨¦gimen de terror de los jemeres rojos de Pol Pot (1975-1979), ha sido condenado hoy a cadena perpetua, despu¨¦s de que el tribunal supremo respaldado por la ONU que le ha juzgado haya rechazado su apelaci¨®n y haya elevado la pena de 19 a?os que le fue impuesta en julio de 2010. Los jueces afirman que han extendido la condena a prisi¨®n de por vida por el car¨¢cter ¡°espeluznante y horrible¡± de los cr¨ªmenes cometidos contra el pueblo de Camboya.
El tribunal, reunido en Phnom Penh, ha dictaminado que Kaing Guek Eav ¨Calias Duch-, de 69 a?os, debe asumir toda la responsabilidad por la muerte de unas 14.000 personas que fueron torturadas en la c¨¢rcel de Tuol Sleng ¨Ctambi¨¦n conocida como S21¨C antes de ser enviadas a los llamados ¡®campos de la muerte¡¯ en las afueras de la capital camboyana, donde fueron ejecutadas. Las torturas utilizadas en la antigua escuela ¨Cen muchos casos, en presencia del propio Duch, y a veces con su participaci¨®n- incluyeron, entre otros, violaciones, descargas el¨¦ctricas y arrancar las u?as con tenazas.
Duch entren¨®, orden¨® y supervis¨® a sus empleados para que llevaran a cabo ¡°torturas y ejecuciones de prisioneros de forma sistem¨¢tica¡± y mostr¨® ¡°entrega para refinar las operaciones en S-21, que era la f¨¢brica de la muerte¡±, ha se?alado el tribunal.
¡°La pena debe ser dura para evitar cr¨ªmenes similares, sin ninguna duda entre los peores de la historia de la Humanidad¡±, ha dicho Kong Srim, presidente del tribunal, al leer la sentencia, informa Reuters. Duch ha escuchado la sentencia de pie y no ha mostrado ninguna emoci¨®n cuando el juez ha recitado la lista de barbaridades que cometi¨®. Seg¨²n los fiscales, podr¨ªa solicitar un perd¨®n tras haber cumplido 20 a?os de c¨¢rcel; es decir, dentro de unos siete a?os.
Duch fue encontrado culpable de cr¨ªmenes contra la humanidad y cr¨ªmenes de guerra en julio de 2010 y fue condenado a 35 a?os, pero la pena fue conmutada inmediatamente a 19 a?os por el tiempo ya pasado en prisi¨®n y por su detenci¨®n ilegal en una c¨¢rcel militar antes de que fuera establecido el tribunal de la ONU en 2005. La decisi¨®n caus¨® furor entre las familias de las v¨ªctimas. La sentencia fue apelada tanto por los fiscales, que solicitaron una m¨¢s dura, y por el condenado, que argument¨® que el tribunal no ten¨ªa jurisdicci¨®n para juzgarle porque ¨¦l no era un alto dirigente del r¨¦gimen ultramao¨ªsta de los jemeres rojos y solo cumpl¨ªa ¨®rdenes.
Entre 1,7 millones y 2,2 millones de personas ¨Cun cuarto de la poblaci¨®n¨C murieron en Camboya de hambre, extenuaci¨®n en el trabajo, enfermedades y ejecuciones durante el reinado de terror de Pol Pot.
El r¨¦gimen de los jemeres rojos intent¨® transformar el pa¨ªs en una utop¨ªa agraria comunista, para lo cual vaci¨® ciudades y envi¨® a sus habitantes a trabajar en comunas, cerr¨® las escuelas, aboli¨® el dinero y la propiedad privada, y elimin¨® a los sospechosos de ser intelectuales. El caos social y econ¨®mico que sigui¨® no hizo m¨¢s que alimentar la paranoia de los dirigentes, que intensificaron la caza de cualquiera sospechoso de traici¨®n. Miles de camboyanos fueron encarcelados y torturados en Tuol Sleng para obligarles a confesar que eran enemigos de la revoluci¨®n o esp¨ªas al servicio de Estados Unidos.
En enero de 1979, cuando las tropas de Vietnam que ocuparon el pa¨ªs y pusieron fin al r¨¦gimen llegaron a Phnom Penh, Duch huy¨® a la jungla cerca de Tailandia. All¨ª se ocult¨® en un campo de refugiados. A?os despu¨¦s, se traslad¨® con su familia a la ciudad de Svay Chek, donde se hizo pastor evangelista. Aunque su paradero era conocido, no fue detenido hasta mayo de 1999, tras conceder una entrevista. Al inicio del juicio, confes¨® haber sido el responsable del S-21 y pidi¨® perd¨®n p¨²blicamente, pero solicit¨® ser absuelto, lo que, seg¨²n los fiscales, demuestra su falta de arrepentimiento.
Su condena a cadena perpetua ser¨¢ vista como una victoria para el tribunal encargado de juzgar a los l¨ªderes de los jemeres rojos, que ha estado rodeado de pol¨¦mica. Desde su creaci¨®n, ha sido acusado de retrasos, mala conducta, apat¨ªa y aceptar interferencias pol¨ªticas.
Los jueces tambi¨¦n han sentado tambi¨¦n en el banquillo a tres de los m¨¢ximos l¨ªderes del r¨¦gimen para responder a las acusaciones de genocidio, cr¨ªmenes contra la humanidad, persecuci¨®n religiosa, homicidio y tortura. Son el ide¨®logo y ¡®Hermano n¨²mero dos¡¯, Nuon Chea, el ex ministro de Exteriores Ieng Sary y el ex presidente Khieu Samphan. Los tres tienen m¨¢s de 80 a?os, y muchos camboyanos temen que no todos vivan lo suficiente para ver un veredicto, debido a los procedimientos largos y burocr¨¢ticos del tribunal.
Khieu Samphan declar¨® en noviembre pasado que las acusaciones son ¡°cuentos de hadas¡± porque la mayor¨ªa de los camboyanos apoyaban a Pol Pot y que actu¨® para defender a su pa¨ªs, despu¨¦s del golpe de estado de 1970, que instal¨® un Gobierno pr¨®ximo a Estados Unidos, dirigido por Lon Nol. Nuon Chea neg¨® igualmente todas las acusaciones y argument¨® que la revoluci¨®n de los jemeres rojos estaba destinada a salvar a Camboya del colonialismo y protegerla de la invasi¨®n por parte de Vietnam. Pol Pot, ¡®Hermano n¨²mero 1¡¯, falleci¨® en 1998 en una zona de la jungla cercana a Tailandia sin haber sido nunca juzgado.
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