El interminable asedio de Homs
La poblaci¨®n civil resiste encerrada los bombardeos de las tropas sirias -- El Ej¨¦rcito Libre logra mantener a raya a los soldados de El Asad
Hay que bajar las escaleras muy despacio porque el agua vuelve resbaladizos los escalones. En el interior de un edificio que parec¨ªa vac¨ªo se escuchan algunos susurros y poco a poco aparecen las siluetas de varias personas. Son 23. En un lado hay tres mujeres y tres ni?os sentados en el suelo. Hay peque?os grupos dispersos en la estancia sin ventanas. Huele a humedad y a sudor. Las bombas destruyeron sus hogares y llevan tres d¨ªas recluidos, protegidos de las explosiones.
En una esquina una mujer mece a un beb¨¦ de dos meses. "No tenemos leche ni comida", exclama. ¡°?Es as¨ª como viven los hijos de Bachar el Asad?¡±, pregunta se?alando a los ni?os. Empiezan a sufrir problemas respiratorios, uno de ellos padece asma. ¡°No tenemos medicinas para ¨¦l¡±, dice angustiada. Todos est¨¢n p¨¢lidos.
Es el cuarto d¨ªa de ofensiva contra Homs. El Ej¨¦rcito sirio trata de penetrar en la ciudad por tres puntos diferentes. Varios carros de combate avanzan por la zona de la universidad mientras otros lo hacen por la zona de la avenida de Brasil, a la que los habitantes de Homs han bautizado como la avenida de la muerte debido a la presencia constante de francotiradores que disparan sobre cualquier persona que se aventura por ella.
Sin embargo los soldados sirios se han encontrado con la resistencia de la brigada Al Faruk del Ej¨¦rcito Libre de Siria, que durante toda la ma?ana de ayer trat¨® de frenar su avance. El resultado fue que la poblaci¨®n civil sufri¨® un intenso fuego de artiller¨ªa que no lograba doblegar a los rebeldes. Los disparos de mortero comenzaron a las seis y media de la ma?ana y en pocas horas se sumaban m¨¢s de 200 explosiones.
Un enorme estruendo muy cercano corta la conversaci¨®n. Es solo una de las bombas con las que el r¨¦gimen castiga a diario a los habitantes de Bab Amro, la zona de Homs m¨¢s hostigada por un r¨¦gimen que prolongar¨¢ su ataque hasta que elimine a los que llama bandas de terroristas.
La situaci¨®n de la poblaci¨®n civil se deteriora y quienes todav¨ªa resisten se preparan para lo peor. Walid al Kader, coronel de la brigada Al Faruq, explica c¨®mo los militares del r¨¦gimen est¨¢n asediando el barrio y c¨®mo sus hombres tratan de proteger a la ciudad. Los soldados todav¨ªa no han podido entrar. Los terribles bombardeos se realizan desde los pueblos colindantes. Seg¨²n el coronel Al Kader, solo hay un intercambio desigual de disparos. El ejercito rebelde cuenta ¨²nicamente con fusiles de asalto AK-47 Kal¨¢shnikov, fusiles M-16, fusiles y granadas autopropulsadas (RPG). Se trata de armas transportadas por contrabandistas desde la frontera con el Libano o robadas por los desertores al ejercito de El Asad. Y una pieza m¨¢s en el rompecabezas sirio: ¡°Tambi¨¦n tenemos algunos morteros que hemos podido incautar a las milicias de Hezbol¨¢ y que hemos capturado muy cerca de Abusair. Matamos algunos y dejamos los cad¨¢veres cerca de los suyos para que los recogieran¡±, asegura Mofir un desertor que se ha sumado al Ej¨¦rcito libre.
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