La izquierda colombiana se llama Petro
El alcalde de Bogot¨¢ cree que la derecha profunda le quiere destruir
Gustavo Petro, exsenador, exguerrillero, exdirigente de la izquierda can¨®nica, el Polo Democr¨¢tico Alternativo, y, como alcalde de Bogot¨¢, el cargo m¨¢s importante que tiene el sentimiento progresista en Colombia, aunque no lo reconoce sabe que es, de hecho, el l¨ªder de la oposici¨®n ¡ªleal oposici¨®n¡ª a la presidencia de Juan Manuel Santos, derecha modernizante, pero siente que poderosas fuerzas se han movilizado para que su mandato reformista fracase. Cuando a¨²n no han pasado los 100 d¨ªas de gracia a que tienen derecho todos los pol¨ªticos electos, las cr¨ªticas le llueven como en ¨¦poca de monzones. Pero el alcalde lleva bien el apellido, porque es francamente p¨¦treo.
Aunque no admita ser l¨ªder de la oposici¨®n, s¨ª entiende que la suya puede ¡°constituir una alternativa de Gobierno¡±, as¨ª como ¡°contribuir a crear el clima para que se forme en el futuro un gran partido progresista¡±. Y todo ello solo puede tener como objetivo la presidencia. Pero Gustavo Petro, probablemente con m¨¢s fatiga que coqueter¨ªa pol¨ªtica, niega que aspire hoy a ser el primer colombiano no vinculado a la oligarqu¨ªa en asumir la presidencia. "Eso no podr¨ªa ser antes de 2018 ¡ªcontando que Santos desempe?e dos mandatos¡ª, y yo no planifico a tan largo plazo¡±.
Pocas veces, tantos, en tan poco tiempo han atacado tanto a nadie. Prensa, presuntos colegas, instituciones encuentran mal todo lo que hace. ¡°Pero solo es una campa?a medi¨¢tica¡± dice recost¨¢ndose en el 70% de apoyo popular de las encuestas. No piensa, sin embargo, que sean los periodistas de trinchera quienes quieren darle la batalla, sino "otros, m¨¢s arriba". Ni que exista un plan maestro para hacerle fracasar, o que el propio presidente haya dado orden de que lo abrasen. Pero s¨ª que hay ¡°una coalici¨®n de intereses, que no quieren que mi programa de renovaci¨®n se lleve a cabo, aunque sea un programa local. La oposici¨®n la integran los afectados por mis reformas, propietarios de tierras en los l¨ªmites de la ciudad, all¨ª donde quieren que se expanda Bogot¨¢; contratistas que se oponen a la revitalizaci¨®n urbana; transportistas que ven al Distrito como futuro competidor¡±. El alcalde pretende edificar escuelas, parques, crear una tarifa ¨²nica integrada de transporte que valdr¨ªa para todos los medios de locomoci¨®n, como el tranv¨ªa, que quiere introducir de propiedad p¨²blica. Y sabe que en ese horizonte tendr¨¢ que aparecer el metro, ¡°aunque yo no lo ver¨¦¡±. En este punto, si Petro supiera suspirar, lo habr¨ªa hecho. Y lo que dice es que simplemente quiere cumplir su programa ¡°que es un programa del siglo XXI con respeto al cambio clim¨¢tico, lucha contra la exclusi¨®n social, revitalizaci¨®n de la educaci¨®n" pero ¡°hay quienes temen mi crecimiento pol¨ªtico, quienes no quieren que la diferencia prevalezca. Yo soy diferente y cuando comienzo a desarrollar m¨¦todos alternativos de Gobierno soy peligroso¡±.
Frente a todo ello, su reciente decisi¨®n de retirar la subvenci¨®n p¨²blica a la fiesta de los toros, que estos se extingan de muerte natural o de una estocada de las asociaciones protectoras de animales, le parece peccata minuta. Casi admite con un encogimiento de hombros que pod¨ªa haberse ahorrado meterse en semejante berenjenal.
En Juan Manuel Santos ve cosas positivas. ¡°Aunque fue ministro de Uribe, supe ver en ¨¦l antes que nadie importantes diferencias, sobre todo con la devoluci¨®n de tierras [tres millones de hect¨¢reas que el presidente se ha comprometido a devolver a sus leg¨ªtimos propietarios, despojados por la guerrilla de las FARC, los paramilitares o simples bandoleros] y la compensaci¨®n a las v¨ªctimas de la violencia. Y, adem¨¢s, apoyar en algunas cosas al presidente no quiere decir dejar de ser de izquierdas. Yo disiento sobre el modelo minero e industrial, basado en la exportaci¨®n de materias primas, que tiene para Colombia¡±.
Entonces, ?qu¨¦ es Santos, modernizador, aperturista, y, sobre todo, cu¨¢ndo ser¨¢ Colombia un pa¨ªs moderno? ¡°Cuando se haga una reforma agraria. Santos, que quiere modernizar el pa¨ªs, tiene una gran oportunidad porque sabe de qu¨¦ estamos hablando. El presidente podr¨ªa y deber¨ªa ser m¨¢s audaz, pero es cierto que para llevar a cabo una aut¨¦ntica reforma necesita un gran consenso, un pacto nacional. Solo una apertura real, y la pregunta ser¨ªa cu¨¢nto de aperturista tiene el presidente, cosa que yo no s¨¦, permitir¨¢ las grandes transformaciones que precisa Colombia, y que hagan posible modernidad y democracia¡±.
El alcalde no ignora que del ¨¦xito o fracaso de estos cuatro a?os al frente del consistorio depende su futuro pol¨ªtico; dependen las aspiraciones de su movimiento; depende la lucha contra lo que califica de ¡°graves carencias democr¨¢ticas de Colombia¡±. Parte de ese recorrido lo podr¨ªa hacer como compa?ero de viaje del presidente. La izquierda solo comenzar¨¢ a actuar cuando inevitablemente se separen.
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