Refer¨¦ndum rebelde en el norte de Kosovo

"?Acepta usted las instituciones de la autodenominada Rep¨²blica de Kosovo?". Esta es la directa pregunta del refer¨¦ndum convocado por las autoridades de la comunidad serbia del norte de Kosovo, que se celebra entre hoy y ma?ana en cuatro municipios norte?os en los que viven alrededor de 40.000 personas. La pregunta es simple; el resultado -un descontado rechazo frontal a las autoridades de Pristina- no despierta ning¨²n tipo de duda; pero las consecuencias son un rompecabezas imprevisible.

La consulta es una variable explosiva en una ecuaci¨®n pol¨ªtica que atraviesa un momento especialmente delicado y de la que depende la estabilidad de la regi¨®n. El pr¨®ximo d¨ªa 28 de febrero, la Uni¨®n Europea reconsiderar¨¢ si conceder a Serbia el estatus de pa¨ªs candidato. Para ello, Bruselas exige a Belgrado una mejora de las relaciones con Pristina en varios frentes concretos, como la aceptaci¨®n por parte serbia de la presencia de Kosovo en foros regionales. Pero, pese al di¨¢logo entre las partes, a dos semanas de la fecha l¨ªmite no se vislumbran grandes avances en el horizonte.

As¨ª, en un intento de no complicar a¨²n m¨¢s una situaci¨®n ya tensada recientemente por conflictos sobre el control de los puestos fronterizos, el Gobierno de Belgrado se opuso abiertamente a la consulta. El presidente serbio, Boris Tadic, lleg¨® a calificarla de "inconstitucional" y de "gesto que conducir¨¢ a una profundizaci¨®n de la crisis". Pero los serbios de Kosovo rompieron la baraja, y decidieron seguir adelante con el desaf¨ªo, con la intenci¨®n de elevar la presi¨®n sobre Belgrado y limitar las concesiones serbias a Pristina y Bruselas.

Detr¨¢s de todo ello, flota el espectro de las pr¨®ximas citas electorales en Serbia. La legislatura expira en primavera; y, el a?o que viene, termina el mandato del presidente. Si no lograra luz verde de Bruselas, el bando proeuropeista del presidente Tadic podr¨ªa pagar un caro precio electoral, y la balanza serbia inclinarse por el lado de los radicales.

En el refer¨¦ndum podr¨¢n votar solo los serbios de los municipios del norte, pero no aquellos que residen en el resto de Kosovo. En total, hay unos 120.000 serbios en Kosovo, sobre una poblaci¨®n de algo menos de dos millones de habitantes.

La consulta se celebra a pocos d¨ªas del cuarto aniversario de la independencia de Kosovo, que fue declarada el 17 de febrero de 2008. Belgrado -y los serbios del norte de Kosovo- rechazan reconocerla. La justicia internacional ha dictado que la declaraci¨®n de independencia "no fue ilegal", y la mayor¨ªa de los Estados de la UE la ha reconocido.

La UE presiona desde entonces para una normalizaci¨®n de las relaciones pero, durante mucho tiempo, no hab¨ªa colocado de manera expl¨ªcita esa normalizaci¨®n como precondici¨®n para la concesi¨®n del estatus de candidato a Serbia. Bruselas presionaba a Belgrado fundamentalmente en el aspecto de la entrega de los criminales de guerra buscados por La Haya. Sin embargo, durante un discurso pronunciado el pasado verano en Belgrado, la canciller alemana, Angela Merkel, marc¨® un claro viraje, declarando que era necesario que Belgrado "desmantelara sus estructuras paralelas" en el norte de Kosovo.

As¨ª, de un golpe, Merkel vincul¨® por primera vez de manera abierta y expl¨ªcita la normalizaci¨®n de la situaci¨®n en Kosovo y el camino europeo de Serbia.