?Qui¨¦n mat¨® al general Yunes?
El asesinato del jefe militar de la rebeli¨®n libia sigue impune, y su familia acusa a sus propios compa?eros
El cad¨¢ver mutilado del general Abdel Fatah Yunes fue hallado el pasado julio en un descampado de Bengasi, basti¨®n de la revoluci¨®n libia. Un final que nadie pod¨ªa imaginar para el jefe militar de las fuerzas rebeldes. Sus compa?eros del Consejo Nacional de Transici¨®n culparon entonces a un grupo islamista y prometieron una investigaci¨®n eficiente. Seis meses despu¨¦s, nada se sabe de esas pesquisas. Algo que no sorprende a la familia Yunes: el general, dicen, fue v¨ªctima de una conspiraci¨®n al m¨¢s alto nivel dentro del Gobierno insurgente.
Es cierto que los islamistas odiaban a Yunes, que los reprimi¨® con dureza cuando era ministro del Interior de Muamar el Gadafi. El general fue asesinado, junto a dos coroneles de su confianza, en la base de la milicia Obaida bin Jarraf, formada por radicales religiosos. Pero ellos no son la clave de la trama, dice Moatasem, hijo del general. Si acaso, la mano de obra. ¡°Los jefes del Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT) no quer¨ªan a Yunes cerca. Ellos crearon el escenario¡±.
El escenario es el siguiente: el 27 de julio de 2011, el general Yunes fue arrestado en su puesto de mando, en el frente de Ajdabiya, al suroeste de Bengasi. Al d¨ªa siguiente deb¨ªa responder ante un tribunal por graves errores t¨¢cticos e incluso por traici¨®n. Los cargos eran sorprendentes. Tambi¨¦n lo fue su detenci¨®n, llevada a cabo por cientos de milicianos a bordo de 80 veh¨ªculos. Y sorprendente fue, sobre todo, el desenlace: Yunes se perdi¨® por el camino.
¡°El convoy lleg¨® a una base de Bengasi. Y de ah¨ª, no sabemos c¨®mo, se lo llevan a la brigada Bin Jarraf. Lo mataron esa misma noche¡±, explica Moatasem, que est¨¢ a punto de concluir sus estudios de Medicina.
Es cierto que los islamistas odiaban a Yunes, que los reprimi¨® con dureza cuando era ministro del Interior de Muamar el Gadafi
La familia y los allegados de Yunes apuntan alto. El responsable, dicen, es el mism¨ªsimo presidente del CNT, el piadoso Mustaf¨¢ Abdelyalil, exministro de justicia de Gadafi reconvertido hoy en el piloto de la transici¨®n libia. ¡°?l dio la orden de detener a mi padre. La petici¨®n al juez la firm¨® otro miembro del CNT, Ali al Esaui [exembajador gadafista en India]. Pero sigui¨® instrucciones de Abdelyalil. Mi padre le llam¨® la noche de su detenci¨®n en dos ocasiones. No se puso al tel¨¦fono¡±.
Esta versi¨®n es compartida por un excolaborador del CNT que prefiere mantener el anonimato. ¡°Solo tres personas pod¨ªa sacar a Yunes de su cuartel: el ministro de Defensa, general Digheily, que no se enter¨® de nada; el primer ministro, Mahmud Yibril, que andaba de viaje. Y el presidente del CNT, Abdelyalil. El es la clave. ?l dio la orden de arrestarlo, y otros le matan¡±.
?Pero por qu¨¦ eliminar a Yunes? ¡°Sab¨ªa mucho de varios de los miembros del CNT, desde corruptelas a contactos con gadafistas¡±, dice su hijo. ¡°Tampoco era c¨®modo para algunos jefes de milicias, que no quer¨ªan un Ej¨¦rcito fuerte y desconfiaban de ¨¦l¡±.
Si bien Yunes hab¨ªa sido uno de los hombres fuertes de Gadadi, cuando comenz¨® la revuelta, en febrero de 2011, el jefe de las Fuerzas Especiales se pas¨®, con miles de sus hombres, al campo rebelde del Este del pa¨ªs, de donde era originario.
¡°La gente le quer¨ªa, porque era el ¨²nico que de verdad peleaba contra Gadafi¡±, dice un compa?ero de armas. ¡°Le ten¨ªan miedo, porque era popular, y hubiera sido presidente de Libia¡±.
La familia y los allegados de Yunes apuntan alto. El responsable, dicen, es el mism¨ªsimo presidente del CNT, el piadoso Mustaf¨¢ Abdelyalil
Yamal Benur, magistrado y presidente del Consejo Local de Bengasi, descarta por completo la teor¨ªa de la conspiraci¨®n. ¡°No se puede acusar a Abdelyalil. No hay una sola prueba. No estamos hablando de un estado de derecho, sino de un estado revolucionario, sin orden, donde todo es posible¡±.
Yunes y Abdelyalil hab¨ªan trabajado codo a codo como ministros de Gadafi. ¡°Mi padre ten¨ªa buena relaci¨®n con ¨¦l¡±, cuenta Moatasem. ¡°Pero pensaba que Abdelyalil se hab¨ªa puesto en manos de Catar¡±. El emirato ha financiado y pertrechado la revoluci¨®n libia, y Yunes consideraba que ten¨ªa una injerencia excesiva. ¡°Mi padre dec¨ªa que era un error que Catar armara a las milicias, que lo lamentar¨ªamos despu¨¦s¡±.
Si la conspiraci¨®n es cierta o no, la desaparici¨®n de Yunes sigue siendo una sombra para la revoluci¨®n libia. Su familia y su tribu, los poderosos Obeidi, no est¨¢n dispuestos a que el crimen quede impune.
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