Un pa¨ªs hundido en la violencia

Hay m¨¢s muertes en Honduras por kil¨®metro cuadrado que en ning¨²n otro pa¨ªs que no est¨¦ en guerra. A las m¨¢s de 350 v¨ªctimas del incendio de la madrugada de este mi¨¦rcoles en Comayagua (a 80 kil¨®metros de la capital, Tegucigalpa) hay que a?adir las 20 personas que, como promedio, son asesinadas cada d¨ªa en el pa¨ªs centroamericano, seg¨²n la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD). La guerra no declarada que se libra en Honduras se ha cobrado en 2011 m¨¢s de 6.000 v¨ªctimas, una cifra extraordinariamente alta para un pa¨ªs de m¨¢s de ocho millones de habitantes. Casi tantos como en Siria en el mismo periodo de tiempo.

Los ¨ªndices de violencia se han disparado a ra¨ªz del golpe de Estado que en junio de 2009 depuso al entonces presidente Manuel Zelaya y nombr¨® como mandatario interino a Roberto Micheletti. En 2008 murieron ¡°solo¡± 3.418 personas, seg¨²n un recuento del diario hondure?o El Heraldo. La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, que en 1999 era de 42,1, ahora es de 86, casi ocho veces lo que la OMS considera como epidemia. La media mundial es de 8,8.

El narcotr¨¢fico ha empeorado un panorama de por s¨ª sombr¨ªo. Un 95% del tr¨¢fico de drogas que viaja de Am¨¦rica del Sur hacia Norteam¨¦rica hace escala en Mosquitia, en la costa atl¨¢ntica de Honduras, seg¨²n la DEA. En 2011, los radares estadounidenses detectaron m¨¢s de 90 vuelos ilegales sobre cielo hondure?o, m¨¢s del triple del a?o anterior. ¡°El golpe de Estado abri¨® las puertas al crimen organizado¡±, se?ala Dana Frank, profesora de la Universidad de California especializada en Honduras. Las mafias, asegura, operan libremente en el pa¨ªs.

Y ayudan a diluir los asesinatos pol¨ªticos registrados desde 2009. Entre ellos, 43 l¨ªderes comunitarios, 13 periodistas y m¨¢s de una decena de activistas.

La situaci¨®n ha causado un ¨¦xodo de ONG del pa¨ªs. Hace tan solo dos semanas que los Cuerpos de Paz del Gobierno de Estados Unidos dejaron Honduras, despu¨¦s de que un voluntario recibiera un disparo en diciembre en San Pedro Sula, la segunda ciudad del pa¨ªs y la m¨¢s violenta del mundo (este a?o super¨® a la mexicana Ciudad Ju¨¢rez). La cooperante Morgaine Berlange recibi¨® el correo notific¨¢ndole la decisi¨®n ¡°de car¨¢cter temporal¡± el 20 de diciembre. ¡°Fue un d¨ªa muy triste. Nos dijeron que los voluntarios no pod¨ªamos salir a la calle hasta que nos enviaran de vuelta a casa¡±. Berlange, que est¨¢ decidida a volver al pa¨ªs porque va a casarse con un hondure?o, describe que ¡°la gente est¨¢ acostumbrada a vivir en un estado de sitio constante. Tienen miedo de molestar a cualquier persona y recibir por ello un tiro¡±.

Justo este martes la relatora de la ONU sobre la situaci¨®n de los defensores de los derechos humanos, Margaret Sekaggya, advert¨ªa que el Estado hondure?o deb¨ªa garantizar ¡°con car¨¢cter de urgencia¡± la seguridad de los voluntarios.

Los niveles de corrupci¨®n en Honduras superan a los de todos sus vecinos y son equiparables a los de Sierra Leona, Ucrania o Zimbabue, seg¨²n el ¨²ltimo informe de Transparencia Internacional. El asesinato del hijo de la rectora de la Universidad Nacional Aut¨®noma de Honduras, Julieta Castellanos, el 22 de octubre pasado, dibuja la gravedad del problema. Se sabe que los sospechosos se dieron a la fuga y que eran polic¨ªas.