Las reformas de Monti tienen bula

Italia no est¨¢ para Juegos Ol¨ªmpicos, pero tampoco para juegos de guerra. Un d¨ªa despu¨¦s de cortar las aspiraciones de Roma a convertirse en la capital del deporte en 2020, el Gobierno de Mario Monti decidi¨® que tambi¨¦n los militares tendr¨¢n que apretarse el correaje. El ministro italiano de Defensa, Giampaolo Di Paola, anunci¨® ante diputados y senadores que, de los 183.000 militares y 30.000 civiles que constituyen hoy las Fuerzas Armadas, sobran 43.000. Y que el cap¨ªtulo de compras tambi¨¦n tiene que ser recortado. Los 131 aviones F-35 que estaba previsto adquirir se quedar¨¢n en 90, o lo que es lo mismo, 41 cazas menos. Fiel al estilo del jefe, el titular de la Defensa no se anduvo con pa?os calientes. El recorte, sostuvo, no es una cuesti¨®n coyuntural. De aqu¨ª a cinco a?os, el Ej¨¦rcito tendr¨¢ que adelgazar un 30%.

Hay momentos en que Mario Monti parece gui?arle un ojo a la crisis. En su nombre, Roma no har¨¢ un esfuerzo que ¡ªvistas sus actuales infraestructuras¡ª se antojaba inalcanzable. Y, tambi¨¦n en virtud de los recortes, los militares no tendr¨¢n m¨¢s remedio que disminuir su poder de fuego. Decisiones que, en tiempos de paz econ¨®mica, constituir¨ªan una aut¨¦ntica declaraci¨®n de guerra ¡ªa la ciudad de Roma, al estamento militar...¡ª son ahora asumidas por los perjudicados e incluso aplaudidas por la mayor parte del arco pol¨ªtico. Sobre todo porque, tanto el Ayuntamiento de Roma como el Ej¨¦rcito, ya han visto que el plan de austeridad del primer ministro esquilm¨® sin contemplaciones los ingresos de pensionistas y de trabajadores y, acto seguido, se atrevi¨® a recortar los privilegios hist¨®ricos de los gremios ¡ªdesde notarios hasta taxistas¡ª que siempre vertebraron Italia.

La cuesti¨®n es hasta cu¨¢ndo le durar¨¢ a Mario Monti su salvoconducto, esa especie de bula papal que le est¨¢ permitiendo caminar sobre las aguas. A pesar del calado de sus recortes, los pol¨ªticos callan y los sindicatos parecen tambi¨¦n anestesiados. Contra todo pron¨®stico, los palacios y las calles est¨¢n en calma.

A pesar del calado de sus recortes, pol¨ªticos y sindicatos parecen anestesiados

El rechazo a la candidatura de Roma a los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020, expresado en p¨²blico por el primer ministro, fue el no m¨¢s rotundo. ¡°Italia¡±, dijo Monti, ¡°est¨¢ atravesando una grave crisis y no puede permitirse distracciones o riesgos econ¨®micos. El Gobierno no puede comprometerse a cubrir cualquier eventual d¨¦ficit¡±. En el resto de las medidas de ajuste, el actual Ejecutivo ¡ªque ni sali¨® de las urnas ni busca perpetuarse a trav¨¦s de ellas¡ª siempre utiliza el mismo gui¨®n: es necesario recortar, pero adem¨¢s es bueno.

El resultado es que, hace unos d¨ªas en Washington y hace unas horas en Estrasburgo, los planes de Mario Monti reciben el respaldo de los principales l¨ªderes mundiales. Ante la Euroc¨¢mara, el primer ministro dijo con toda claridad: ¡°Estamos llevando a Italia fuera de la zona de sombra. Italia ya no es una fuente de contagio¡±. El primer ministro, cuyas palabras fueron acogidas con gran calor por la mayor parte de los eurodiputados, se defendi¨® ante quienes lo consideran una marioneta de Bruselas y los mercados: ¡°Los sacrificios que le hemos pedido a los italianos no fueron impuestos por Europa, pero s¨ª necesarios para la mejora de la vida econ¨®mica, social y civil de los italianos y en defensa de los intereses de nuestros hijos. Muchos gobiernos han acusado a la UE de tomar decisiones en los que ellos hab¨ªan participado. Yo jam¨¢s har¨¦ esa broma pesada¡­ En la UE no existen ni buenos ni malos. Todos debemos sentirnos responsables de las cosas hechas en el pasado y, sobretodo, de nuestra participaci¨®n en el futuro¡±.

Tras dar en el blanco de los Juegos Ol¨ªmpicos y del Ej¨¦rcito, a Monti a¨²n le sobraba munici¨®n. Monti comunic¨® al vicepresidente de la Comisi¨®n Europea Joaqu¨ªn Almunia que tambi¨¦n tiene previsto recortar los privilegios que disfruta la Iglesia en el impuesto de bienes inmuebles. A partir de ahora, tendr¨¢ que pagar a Hacienda cuando utilice alguno de sus inmuebles para actividades comerciales. A Dios lo que es de Dios y al fisco¡­