¡°Aqu¨ª cualquiera agarra un cable y hace conexiones sin seguridad¡±

La multitud que abarrotaba las instalaciones de la penitenciar¨ªa nacional de Comayagua despu¨¦s del incendio se ha esfumado. Ahora es un campo desolado con mucha basura y pelotones de polic¨ªas dispersos. Junto a la que se consideraba una c¨¢rcel mod¨¦lica, por su seguridad y su pol¨ªtica de reinserci¨®n, se siente una fuerte pestilencia a muerte dejada por el incendio que la destruy¨® y caus¨® la muerte de 355 personas.

?Una decena de reclusos supervivientes se dedican a hacer la limpieza general de la calle (unos 100 metros) que est¨¢ delante de la entrada al edificio principal del presidio. ¡°Yo me llamo Reynerio Guerrero, he estado aqu¨ª 19 a?os y me faltan seis meses para salir en libertad¡±, dice uno de ellos, de 39 a?os. Guerrero se salv¨® de ¡°puro milagro¡± porque, junto a un grupo de presos, estaba trabajando en una granja porcina. Vieron las llamas pero estaban encerrados. ¡°No pod¨ªamos hacer nada¡±. Entre los sobrevivientes se manejan dos hip¨®tesis: la de un cortocircuito ¡ªgenerado en Hogar o galer¨ªa 6, desde donde el incendio se propag¨® con rapidez¡ª o la de un preso ebrio o drogado, quien habr¨ªa quemado un colch¨®n.

¡°Mire, hace unos meses estall¨® un transformador y quedamos a oscuras; adem¨¢s all¨¢ en las bartolinas [galer¨ªas] cualquiera agarra un cable y hace conexiones en instalaciones sin nada de seguridad, para poner cocinas el¨¦ctricas y ventiladores¡±, apunta Guerrero, mientras otro de los que hac¨ªa limpieza, hac¨ªa gestos de afirmaci¨®n con la cabeza.

Ning¨²n agente de seguridad del penal est¨¢ entre los fallecidos. Los heridos y los supervivientes atestiguan que los vigilantes no quisieron ir a socorrer a los presos y se negaron a abrirles las celdas porque tem¨ªan que se diera una fuga masiva. Tambi¨¦n dicen que los bomberos tardaron en llegar. El jefe de bomberos dijo a Europa Press que encontraron obst¨¢culos para entrar: ¡°Llegamos diez minutos despu¨¦s de que comenz¨® el incendio en la c¨¢rcel, pero no entramos de inmediato porque los guardias nos lo impidieron¡±, dijo Leonel Silva, el jefe de bomberos de Comayagua. ¡°Los pocos que sobrevivieron entre los hogares 6 al 10, fue porque rompieron los techos y lograron salir, mientras que a otros el enfermero del penal les abri¨® las celdas¡±, afirma Guerrero. El fiscal de Derechos humanos hondure?o, Germ¨¢n Enamorado, aport¨® un detalle en este sentido que recoge Europa Press, tras admitir que solo hab¨ªa 11 guardias: ¡°La versi¨®n que tenemos de las primeras indagaciones es que la persona encargada de las llaves [de cada m¨®dulo], simplemente, en el momemnto del incendio abandon¨® el centro penitenciario y dej¨® las llaves tiradas¡±.

No hay ning¨²n guardia de la prisi¨®n entre los
355 fallecidos

Los ¨²ltimos cad¨¢veres, de los 355 contabilizados, fueron trasladados desde el penal siniestrado hacia la direcci¨®n central de Medicina Forense, en la capital, Tegucigalpa, a un centenar de kil¨®metros. El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, asegur¨® que los restos ser¨¢n entregados a los familiares en ata¨²des sellados cuando sean identificados.

La conmoci¨®n vivida en pa¨ªs en los tres ¨²ltimos d¨ªas pone al descubierto el hacinamiento ¡ªen el penal hab¨ªa unos 800 reclusos, cuando ten¨ªa capacidad solo para la mitad¡ª y las debilidades y pobreza de las instituciones de seguridad y justicia.

Los funcionarios p¨²blicos hacen llamados a la unidad nacional y a la calma, pero la tragedia tendr¨¢ graves repercusiones pol¨ªticas en un pa¨ªs pol¨ªticamente polarizado como Honduras.

Las autoridades de seguridad y justicia de Honduras est¨¢n contra la espada y la pared: tienen m¨¢s preguntas que respuestas que dar. El presidente hondure?o, Porfirio Lobo, destituy¨® el mi¨¦rcoles a todos los responsables de prisiones hasta que se aclare lo sucedido, y ayer anunci¨® que llegaban refuerzos de forenses: ¡°Hemos recibido ya a un grupo de investigadores forenses chilenos que ha enviado mi colega Sebasti¨¢n Pi?era, quienes nos ayudar¨¢n en las investigaciones y en identificaci¨®n de los cad¨¢veres¡±.

En el penal de Comayagua un joven que se identifica como Mario, llega con varios parientes para recabar informaci¨®n sobre los restos de su hermano y su primo.

Muy molesto, est¨¢ convencido de que ¡°estas cosas solo han ocurrido durante los gobiernos nacionalistas [dirigidos por el Partido Nacional, en el poder]. Aqu¨ª hay mano negra y mano peluda¡­ Esto ha sido provocado porque esta gente poderosa desprecia a los pobres¡±.