La ¨¦lite pol¨ªtica en la picota
El franc¨¦s Jacques Chirac, el israel¨ª Moshe Katsav, y el italiano Silvio Berlusconi son los precedentes m¨¢s recientes de presidentes o primeros ministros sentenciados en Occidente.
Los casos de corrupci¨®n salpican los Gobiernos de toda Europa en mayor o menor medida. En alg¨²n pa¨ªs, muy pocos, las reacciones son fulminantes, y algunos ministros (ocurri¨® en Suecia) han llegado a dimitir por haber utilizado la tarjeta de cr¨¦dito para comprar un cepillo de dientes. Es una actitud muy poco frecuente asumir inmediatamente la responsabilidad pol¨ªtica sin esperar la decisi¨®n de la justicia. Y cuando se trata de la m¨¢s alta magistratura de un Estado, es excepcional que se abandone el cargo casi a la primera de cambio, como acaba de hacer el alem¨¢n Christian Wulff, sin esperar a que el proceso judicial avance. Otros porfiaron en los tribunales antes de ceder el cargo. Aunque finalmente fueron sentenciados.
Jacques Chirac, presidente franc¨¦s, fue condenado el pasado 15 de diciembre por desv¨ªo de fondos p¨²blicos a otros dirigentes de su partido durante el periodo en que ejerci¨® como alcalde de Par¨ªs, entre 1977 y 1995. La sentencia fij¨® dos a?os de c¨¢rcel para el expresidente conservador, una pena que, no obstante, no deber¨¢ cumplir entre rejas.
Moshe Katsav, que se aup¨® a la presidencia de Israel en el a?o 2000, terminaba su mandato cuando en el verano de 2006 comenzaron a conocerse las denuncias de dos mujeres que hab¨ªan sido subordinadas de Katsav en la presidencia y en un ministerio que ocup¨® previamente. Ambas aseguraron haber sido violadas. El proceso judicial se prolong¨® varios a?os. En marzo de 2011, fue sentenciado a siete a?os de prisi¨®n por violaci¨®n, actos indecentes y acoso sexual. El pasado 7 de diciembre, el exmandatario, nacido en Ir¨¢n y poseedor de una larga trayectoria pol¨ªtica en el derechista Likud, ingres¨® en prisi¨®n.
Silvio Berlusconi, due?o de un imperio de medios de comunicaci¨®n y editoriales, dimiti¨® el 12 de noviembre del a?o pasado arrastrado finalmente por la devastadora crisis econ¨®mica que padece Europa. Pero los esc¨¢ndalos judiciales acosaban al primer ministro italiano desde muchos a?os atr¨¢s y marcaron sus Gobiernos. Su ejecutivo intent¨® promover la llamada ley Alfano, que establec¨ªa que los titulares de las principales instituciones del Estado --presidente de la rep¨²blica, primer ministro, y los presidentes de las dos c¨¢maras legislativas¡ª no podr¨ªan ser juzgados por delitos que no estuvieran relacionados con su cargo mientras permanecieran al frente de las citadas instituciones. Sin embargo, en julio de 2011 Il cavaliere fue condenado a pagar una multa de 560 millones de euros por fraude en la adquisici¨®n del grupo editorial Mondadori. Las acusaciones de sus presuntos v¨ªnculos con la mafia calabresa fueron tambi¨¦n una constante, como salpicaron su trayectoria los esc¨¢ndalos sexuales.
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