El modelo chino crece en el Caribe
M¨¢s de 350.000 aut¨®nomos emprenden negocios privados sin libertad pol¨ªtica
Las m¨¢s de 300 medidas aprobadas por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en abril del pasado a?o, abordadas en la Primera Conferencia Nacional del partido, el 28 de enero, carecen del calado de las reformas emprendidas por el comunismo chino y vietnamita en el arranque de sus procesos aperturistas, pero han permitido a 357.000 personas emprender negocios en 188 oficios y actividades, concentradas fundamentalmente en el sector de servicios y la agricultura. Hasta ahora, los emprendedores han contratado cerca de 40.000 ayudantes. El objetivo de las reformas es corregir los ruinosos fracasos de la econom¨ªa centralizada y reducir los subsidios y la asfixiante carga financiera derivada de una plantilla de m¨¢s de cinco millones de trabajadores estatales, buena parte innecesarios e improductivos.
La compraventa de casas y autom¨®viles, la concesi¨®n de cr¨¦ditos en moneda nacional a particulares, a trav¨¦s de 500 sucursales bancarias, las nuevas concesiones a m¨¢s de 200.000 agricultores privados y la interlocuci¨®n comercial entre empresas del Estado y emprendedores son otras liberalizaciones aprobadas por Ra¨²l Castro. La nueva tolerancia econ¨®mica, desde el inmovilismo pol¨ªtico, obliga a los aut¨®nomos a la apertura de cuentas bancarias donde domiciliar el pago de impuestos y contribuciones y desde las que efectuar las transacciones derivadas de sus actividades y compraventa de veh¨ªculos, viviendas y cosechas.
El Estado, que se lleva el 4% de cada compraventa de casas y una carga tributaria sobre los aut¨®nomos que puede llegar a superar el 50% de los beneficios, aprobar¨¢ las operaciones despu¨¦s de comprobar que los fondos depositados en las cuentas son de procedencia legal. La inspecci¨®n pretende tambi¨¦n limitar en lo posible la masiva circulaci¨®n de dinero negro y la s¨²bita aparici¨®n de aut¨®nomos clandestinos y nuevos ricos, cuya riqueza sea susceptible de afrentar y soliviantar a los cuadros comunistas m¨¢s detenidos en el dogma, en la lucha de clases y en la ret¨®rica invocaci¨®n a la igualdad y al precepto constitucional que proh¨ªbe la ¡°explotaci¨®n del trabajo de los dem¨¢s¡±; los inspectores buscan asimismo quebrar el mercado clandestino de coches, y bienes estatales, controlado por mafias con acceso a las ventanillas de los diferentes ministerios, capaces de apa?ar titularidades y escrituras sorteando el pago de impuestos y la mara?a de prohibiciones.
La disidencia cubana es consciente de que la liberalizaci¨®n econ¨®mica en curso descarta la liberalizaci¨®n pol¨ªtica, pero no ser¨¢ f¨¢cil, sin embargo, que puedan acotarse las incipientes transformaciones en curso al aspecto puramente econ¨®mico y es previsible que conforme vayan consolid¨¢ndose, esas transformaciones acaben exigiendo m¨¢s libertad de expresi¨®n, m¨¢s espacio para la organizaci¨®n laboral y pol¨ªtica. Las trabas migratorias van relaj¨¢ndose poco a poco.
Richard Feinberg, autor de un reciente informe sobre la econom¨ªa cubana en el Instituto Brookings, de Washington, sostiene que la comunidad internacionaldebe implicarse en la apertura ensayada por el comunismo caribe?o porque constituye una herramienta ¡°una oportunidad de oro¡± para vencer la resistencia de los cuadros del partido m¨¢s inmovilistas y avanzar hacia la democracia de partidos.
Ajenos al activismo antigubernamental porque las prioridades son otras, entre ellas la manutenci¨®n, el transporte, el alojamiento y la carest¨ªa de los art¨ªculos m¨¢s demandados, cientos de emprendedores acuden a las notar¨ªas oficiales y sucursales bancarias. Lo hacen para interesarse por las novedades legales y los impuestos a pagar al Gobierno, que debieron ser reducidos porque los elevados tipos de los primeros d¨ªas desanimaron a miles de solicitantes. No pocos renunciaron a las licencias. ¡°No compensa¡±, fue la queja mayoritaria.
La reducci¨®n impositiva ha tenido un efecto incentivador pues el n¨²mero de aut¨®nomos creci¨® de los 150.000 en 2009 a los m¨¢s de 350.000 de finales del a?o pasado: m¨¢s del doble, seg¨²n cifras oficiales. El ministro de Econom¨ªa, Adel Yzquierdo, calcula que a lo largo de este a?o desaparecer¨¢n 170.000 puestos de trabajo estatales y se llegar¨¢ a los 240.000 nuevos empleos privados. El objetivo es que el 40% de la poblaci¨®n activa en la isla pueda sumarse a esa categor¨ªa en el plazo de tres o cuatro a?os.
La organizaci¨®n estadounidense Freedom House, satanizada por La Habana, sintoniza con las tesis de Richard Feinberg al subrayar que ¡°el crecimiento del sector privado disparar¨¢ la iniciativa y la autonom¨ªa personales y tambi¨¦n las aspiraciones a mayores cotas de libertad¡±. Fuentes diplom¨¢ticas subrayan que ¡°como Estados Unidos no va a invadir la isla, ni se observan revueltas callejeras como en el mundo ¨¢rabe, habr¨¢ que confiar en los efectos democratizadores de la apertura econ¨®mica¡±.
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