"Nosotros invadimos en 2001. Es su pa¨ªs, no el nuestro"
Los afganos est¨¢n divididos sobre la presencia de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF)
¡°Nosotros invadimos en 2001¡±, dice c¨¢ndidamente el capit¨¢n John Fritze, del Ej¨¦rcito de Tierra de Estados Unidos, en un acuartelamiento de Kabul donde forma polic¨ªa afganos, con palabras que chocan contra la doctrina can¨®nica de lo ocurrido entonces y durante m¨¢s de una d¨¦cada en Afganist¨¢n. ¡°A veces sufrimos reacciones en contra: insultos, gestos. Es su pa¨ªs, no es el nuestro. Pero podemos vivir con ello¡±. A las actitudes inamistosas percibidas por Fritze en sus patrullas por la capital y sus alrededores se pueden sumar las palabras de Zamari, un tendero pr¨®ximo a la base de Bagram: ¡°Les queremos fuera del pa¨ªs ya¡±.
Los occidentales, en su encarnaci¨®n como Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), tienen fecha de caducidad en el pa¨ªs asi¨¢tico: 31 de diciembre de 2014. Para algunos, como el tendero de Bagram, esa salida ser¨¢ un deseo hecho realidad, para otros, un salto en el vac¨ªo de consecuencias imprevisibles, aunque inclinadas hacia lo pavoroso.
Los afganos est¨¢n divididos sobre la presencia de ISAF y el propio ministro de Defensa, el general Rahim Wardak, un veterano de la lucha contra los sovi¨¦ticos y contra los talibanes, es de los que agonizan ante la tesitura. ¡°Hemos defendido este pa¨ªs contra imperios¡±, dice el general en su despacho del ministerio ante un grupo de enviados especiales, entre ellos el de El PA?S. Wardak recorre en unos instantes los milenios que van desde Alejando Magno al imperio sovi¨¦tico, pasando por las tres guerras libradas por los afganos contra los brit¨¢nicos. ¡°Es la primera vez que tropas extranjeras vienen a luchar junto a nosotros. Es una l¨¢stima. Queremos recuperar el orgullo nacional¡±.
Los miles de millones contantes y sonantes que la comunidad internacional deber¨¢ aportar para dejar el pa¨ªs en manos unas fuerzas armadas y de seguridad afganas suficientemente capaces es un dilema pendiente de respuesta y sometido a muchas variables. ¡°Ning¨²n pa¨ªs puede ser defendido por siempre por fuerzas externas: ni lo acepta la opini¨®n p¨²blica afgana, ni lo acepta la opini¨®n p¨²blica internacional¡±, reconoce una alta fuente gubernamental.
En esa no aceptaci¨®n se encuadran quienes critican a las tropas occidentales, cuyos errores dan continua munici¨®n a los censores. El incidente de los Coranes quemados en Bagram encrespar¨¢ m¨¢s los ¨¢nimos de los j¨®venes periodistas que cada d¨ªa plantan cara en la sala de prensa de ISAF a las versiones oficiales. El general alem¨¢n Carsten Jacobson, portavoz de la coalici¨®n internacional, dice disfrutar con el toma y daca. ¡°Lo m¨¢s destacado de los ¨²ltimos a?os es el desarrollo de la prensa. J¨®venes con preguntas duras. Es una prensa libre que no acepta el control ni la direcci¨®n del Gobierno¡±, asegura. ¡°Es una se?al prometedora de que las cosas no van a volver a los a?os negros¡±, palabras en clave que se refieren al lustro de dominio talib¨¢n.
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