¡°Uno se acostumbra al riesgo¡±
Supervivientes del tren accidentado relatan la odisea diaria que supone viajar en un ferrocarril masificado y en estado de abandono
¡°Tomo ese tren todos los d¨ªas hace tres a?os. ?Y sab¨¦s qu¨¦ pasa? Uno termina acostumbr¨¢ndose al riesgo, hasta que le parece normal¡±. La frase de Claudio Speranza, un joven de 23 a?os que, de milagro, se ha salvado de figurar entre las v¨ªctimas del accidente sintetiza con crudeza la mezcla de peligro, abandono y precariedad que supone aventurarse a subir a los trenes del ferrocarril Sarmiento. Acostumbrados a viajar hacinados, envueltos por el calor en verano y cono a la intemperie en invierno, ayer se toparon adem¨¢s con la tragedia.
Speranza, hab¨ªa subido al tren en la localidad de Ciudadela, nueve estaciones despu¨¦s de Moreno, donde el tren hab¨ªa iniciado su recorrido, a 15 kil¨®metros de la terminal de Once. Como casi todos los d¨ªas, viajaba ¡°colgado¡± del furg¨®n. En la estaci¨®n siguiente decidi¨® bajar para cambiar de vag¨®n, en busca de espacio. ¡°Eso me salv¨® la vida, porque qued¨¦ justo atr¨¢s de los dos vagones que sufrieron el peor da?o¡±, cuenta. Las puertas del tren permanecieron abiertas, algo que tambi¨¦n es habitual en el Sarmiento.
Del otro lado del tel¨¦fono, a Speranza se le corta la voz. ¡°F¨ªsicamente no tengo ning¨²n dolor. Pero tengo un susto tremendo. Se me contagi¨® el p¨¢nico de la gente que ten¨ªa alrededor. Me impact¨® mucho verlos llorar. La incertidumbre que tengo es que no s¨¦ si voy a animarme a volver a tomar un tren¡±, admite angustiado.
Ezequiel Dantuba tiene 42 a?os y es una de las decenas de personas que esperaban el tren en la estaci¨®n de Once. Iba rumbo al trabajo. ¡°Eran las 8.20 de la ma?ana, pleno horario pico. Estaba escuchando m¨²sica de espaldas al tren cuando sent¨ª un ruido tremendo. El tren nunca fren¨®. Como todos los d¨ªas, sobre todo a esa hora, hab¨ªa much¨ªsima gente, tanto arriba como esperando para subir¡±, cuenta. ¡°Justamente por la cantidad de gente las ambulancias no daban abasto¡± y los empleados de la estaci¨®n ¡°cargaban a los heridos sobre tablones¡±, a?ade. ¡°Muchas personas quedaron tendidas con la cara ensangrentada esperando para ser atendidas¡±.
Los delegados de los principales sindicatos ferroviarios han denunciado ¡°desinversi¨®n, desidia y falta de control¡± en los trenes. ¡°Queremos ser prudentes, porque es un hecho muy grave, pero lo de la desinversi¨®n lo venimos planteando desde hace once a?os¡±, ha recordado Rub¨¦n Sobrero, delegado de los trabajadores de la l¨ªnea accidentada. En la misma l¨ªnea se han expresado el portavoz de La Fraternidad, que agrupa a trabajadores ferroviarios, Horacio Caminos y Roberto N¨²?ez de la Uni¨®n Ferroviaria. ¡°Hay falta de inversi¨®n. No se ha hecho lo que se tendr¨ªa que hacer y hay algunas formaciones que son de la d¨¦cada del 60 y del 50¡±, ha concluido este ¨²ltimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.