Berlusconi burla otra vez a la Justicia
El ex primer ministro italiano es absuelto por prescripci¨®n de un delito de soborno gracias a una ley ¡®ad hoc¡¯ que hizo aprobar por el Parlamento
Durante once a?os, el Parlamento italiano fue una sastrer¨ªa de lujo. All¨ª acud¨ªa el entonces primer ministro Silvio Berlusconi para confeccionarse trajes de inmunidad a medida. El 13 de abril de 2011, por ejemplo, la C¨¢mara de Diputados aprob¨® por los pelos ¡ª314 votos a favor frente a 296 en contra¡ª una ley que el Gobierno llam¨® de ¡°prescripci¨®n breve¡± y la oposici¨®n de ¡°amnist¨ªa disfrazada¡±. Su prop¨®sito, en teor¨ªa, era recortar en un 10% el tiempo de prescripci¨®n de los delitos para los imputados sin condenas previas. Su objetivo, seg¨²n el clamor popular, era librar a Berlusconi de una condena en el caso Mills, en el que estaba imputado por el presunto soborno de un abogado brit¨¢nico al que habr¨ªa pagado 450.000 euros para que mintiese en su favor. Ahora se acaba de constatar que los que pensaron mal estaban en lo cierto. Ni un a?o despu¨¦s, el Tribunal de Mil¨¢n ha declarado prescrito el cargo por ¡°corrupci¨®n en acto judicial¡± del que estaba acusado Berlusconi y por el que le podr¨ªan haber ca¨ªdo hasta cinco a?os de condena.
Tras el fallo, el fiscal del caso, Fabio de Pasquale, despach¨® a los periodistas con una frase: ¡°Es in¨²til comentar¡±. Tan in¨²til como acusar a Silvio Berlusconi. El caso Mills es la met¨¢fora perfecta de su largo periodo al frente del Gobierno de Italia. Donde no pod¨ªa llegar su dinero ¡ªla todopoderosa chequera de uno de los hombres m¨¢s ricos de Europa¡ª, llegaba su poder pol¨ªtico: durante su mandato, Il Cavaliere aprob¨® 29 leyes o decretos a la medida que le ayudaron a frenar o a librarse directamente de 28 procesos en su contra.
La cronolog¨ªa del caso habla por s¨ª sola. En 2007, el abogado brit¨¢nico David Mills y el entonces primer ministro italiano son imputados por un presunto delito de ¡°corrupci¨®n en acto judicial¡±. La fiscal¨ªa de Mil¨¢n acusa a Silvio Berlusconi de haber pagado en 1999 al letrado 450.000 euros en acciones de Fininvest ¡ªuna de sus empresas¡ª como agradecimiento por haber mentido a su favor en sendos juicios por corrupci¨®n de los que, c¨®mo no, sali¨® absuelto. Al a?o siguiente, 2008, el caso tiene que ser dividido en dos procesos paralelos en virtud de una ley de inmunidad aprobada por el hoy delf¨ªn de Berlusconi, Angelino Alfano, entonces ministro de Justicia, seg¨²n la cual no es posible juzgar a los cuatro altos cargos de la Rep¨²blica ¡ªpresidente, primer ministro y los presidentes de la C¨¢mara de Diputados y el Senado¡ª mientras est¨¦n en el uso del cargo. Un a?o despu¨¦s ¡ªfebrero de 2009¡ª, el abogado David Mills es condenado por un juez de Mil¨¢n a cuatro a?os y medio de c¨¢rcel por corrupci¨®n en acto judicial. ¡°En un pa¨ªs normal¡±, dijo entonces el exfiscal Antonio Di Pietro, ¡°el presidente del Consejo de Ministros habr¨ªa presentado ya la dimisi¨®n. Si hay un corrupto, hay un corruptor. Pero ya se sabe c¨®mo son las cosas en Italia¡±. Berlusconi no solo sigui¨® en su puesto, sino que pudo ver con agrado c¨®mo, justo un a?o despu¨¦s, el Tribunal Supremo anulaba la sentencia a Mills porque el delito hab¨ªa prescrito... por unos d¨ªas. Seg¨²n la sentencia, el supuesto soborno de Berlusconi se materializ¨® cuando envi¨® el dinero al abogado y no cuando ¨¦ste lo utiliz¨®. O sea, en noviembre de 1999 y no en febrero de 2000.
Tras la salida del Gobierno ¡ªa mediados de noviembre de 2011¡ª, Silvio Berlusconi qued¨® expuesto de nuevo a la justicia. De hecho, durante los ¨²ltimos d¨ªas, el anterior primer ministro no solo se ha lamentado en p¨²blico por lo que considera una cacer¨ªa de los jueces comunistas: ¡°Se han inventado 100 procesos judiciales contra m¨ª, no solo tengo el r¨¦cord mundial, sino el de todo el sistema solar¡±. Tambi¨¦n ha invocado la protecci¨®n del primer ministro Mario Monti. La preocupaci¨®n que denotaban sus declaraciones aliment¨® la ilusi¨®n de sus detractores. Una condena hubiera sido interpretada como el principio del final de un r¨¦gimen. Pero todav¨ªa habr¨¢ que esperar. Se fue Berlusconi, pero queda el berlusconismo. Los 11 a?os de Gobiernos in¨²tiles para Italia no lo fueron tanto para ¨¦l y sus empresas. El traje de inmunidad lentamente tejido a base de dinero y leyes a¨²n mantiene sus poderes.
Tres juicios todav¨ªa pendientes
En el Tribunal de Mil¨¢n, a¨²n quedan tres causas abiertas contra el ex primer ministro italiano. La gesti¨®n opaca de sus empresas y de los beneficios que producen le obliga a sentarse en el banquillo por cohecho y fraude fiscal en la compraventa de derechos para las cadenas de Mediaset, su grupo televisivo. Los fiscales Fabio De Pasquale y Sergio Spadaro mantienen que Silvio Berlusconi y otros imputados que trabajaban con ¨¦l ¡ªpor ejemplo, su hijo Pier Silvio¡ª inflaban los costes de los derechos que compraban en el extranjero para sacar el dinero fuera del pa¨ªs y estafar Hacienda. El juicio ya est¨¢ encarrilado en primera instancia y deber¨ªa prescribir en 2014.
Mientras, siguen las vistas del caso Ruby, sobre las fiestas organizadas por Il Cavaliere en su finca de Arcore. Berlusconi est¨¢ acusado de inducci¨®n a la prostituci¨®n de menores de edad y corrupci¨®n.
El 7 de febrero se abri¨® otro frente para los defensores del exjefe de Gobierno: su nombre se a?adi¨® al de su hermano Paolo, editor del diario Il Giornale, como imputado por contribuir a revelar secretos oficiales mediante escuchas ilegales. El 31 de diciembre de 2005, el peri¨®dico de la familia Berlusconi public¨® el contenido de una conversaci¨®n telef¨®nica entre Piero Fassino, ahora alcalde de Tur¨ªn y entonces secretario de los Democr¨¢ticos de Izquierdas, y Gianni Consorte, ex presidente del grupo financiero Unipol. La conversaci¨®n hab¨ªa sido intervenida por la polic¨ªa pero no hab¨ªa sido a¨²n transcrita por los investigadores, cuando los hermanos se hicieron con una memoria USB robada y decidieron publicarla.
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