"Provocamos la ca¨ªda sovi¨¦tica y Occidente nos tiene que ayudar"
El Gobierno afgano no quiere quedar solo frente a los talibanes
Afganist¨¢n las ha vivido de todos los colores y entre ellas la repetida promesa de que ¡°no os vamos a dejar solos¡±, pronunciada en ruso, antes, y ahora en todas las lenguas del medio centenar de pa¨ªses que integran ISAF y algunas m¨¢s. ¡°Lo que pedimos es que el compromiso con el futuro de Afganist¨¢n sea sincero. Hemos visto que no siempre se han cumplido las promesas¡±, dice una destacada fuente gubernamental que pide no ser identificada.
Los planes de la comunidad internacional presentan una doble vertiente, civil y militar. El compromiso pol¨ªtico de apoyo a partir de 2014 alcanzado el pasado diciembre en Bonn debe concretarse en econ¨®mico a largo plazo el pr¨®ximo julio en Tokio. Pero en mayo, deber¨¢ definirse el militar, con n¨²mero de componentes de las fuerzas de seguridad afganas y coste a sufragar.
Jam¨¢s en la historia nada ha sido f¨¢cil en Afganist¨¢n, tumba de imperios, y los detalles microhist¨®ricos lo est¨¢n demostrando estos d¨ªas. La crisis de los coranes ha puesto de relieve que el libro sagrado y la fuerza que de ¨¦l extraen los talibanes derriban los planes m¨¢s cuidadosamente trazados. Dos soldados de EE UU murieron la pasada semana despu¨¦s de que los talibanes pidieran a los polic¨ªas y soldados afganos que volvieran sus armas contra ISAF y otros dos consejeros norteamericanos fallecieron tiroteados en el Ministerio del Interior, tras una discusi¨®n con un colega afgano sobre los coranes quemados. Ayer, otros siete instructores estadounidenses resultaron heridos por la explosi¨®n de una granada en la norte?a provincia de Kunduz, la misma que vio el jueves a una guarnici¨®n alemana abandonar un puesto avanzado y replegarse a una posici¨®n m¨¢s s¨®lida para evitar problemas mayores.
El Gobierno afgano, pese a todo, sue?a con un Ej¨¦rcito hermanado con la OTAN. ¡°Afganist¨¢n es el ¨²nico pa¨ªs en que la OTAN ha ido a la guerra en gran escala, por lo que la relaci¨®n deber¨ªa completamente diferente a la de otros pa¨ªses¡±, dice la fuente gubernamental, que acepta como buena la estimaci¨®n de EE UU de un Ej¨¦rcito y una polic¨ªa de unos 230.000 hombres, cuyo sostenimiento supondr¨ªa unos 4.100 millones de d¨®lares anuales (m¨¢s de mil aportados por los pa¨ªses europeos), durante 10 a?os. Washington, adem¨¢s, mantendr¨¢ a partir de 2014 una misi¨®n de formaci¨®n, de consejeros, de asistencia t¨¦cnica, aviones, helic¨®pteros y de lucha antiterrorista de entre 20.000 y 40.000 militares.
Afganist¨¢n piensa contar con unos 352.000 enrolados el pr¨®ximo mes de mayo para hacer bueno un plan inicial de tener 320.000 sobre el terreno a la hora del relevo en 2014. A esa cifra y su consiguiente presupuesto al alza se agarra como clavo ardiendo el ministro de Defensa, Abdul Rahim Wardak. ¡°Nadie puede predecir cual ser¨¢ la dimensi¨®n necesaria de las fuerzas afganas de seguridad en 2014. Depender¨¢ de la situaci¨®n de violencia en el pa¨ªs, de si se ha acabado con los refugios de los talibanes en Pakist¨¢n, de c¨®mo haya ido el proceso de reconciliaci¨®n¡±, desgrana.
¡°Nosotros provocamos la ca¨ªda del imperio sovi¨¦tico, de la que Occidente tanto provecho ha sacado y por ello tiene la obligaci¨®n de ayudarnos¡±, reclama Wardak, en referencia a c¨®mo la retirada de Afganist¨¢n en 1989 fue la campanada para el fin de la URSS en 1991. El ministro estima que ISAF cuesta a sus socios del orden de 150.000 millones de d¨®lares al a?o. ¡°Si se retiran se ahorrar¨¢n mucho dinero. Con el 4% de eso ser¨¢ suficiente para nuestra propia seguridad¡±.
Es decir, 6.000 millones de d¨®lares, un 50% m¨¢s de lo apuntado por Washington y los aliados. Tal cantidad permitir¨ªa dotar holgadamente a los 320.000 efectivos de los que no quiere prescindir Wardak. En caso contrario, subraya el ministro, ¡°ser¨ªa una cat¨¢strofe que pondr¨ªa en peligro todo lo que hemos conseguido con tantos sacrificios¡±.
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