Europa se obceca con la austeridad
Merkel insiste en que hay que firmar el tratado fiscal antes de poder generar crecimiento
Europa ha jugado este jueves a las grandes palabras en una cumbre que servir¨¢ para consagrar la austeridad en los Tratados y que viene a ilegalizar el keynesianismo, con la prohibici¨®n de los d¨¦ficits por mandato constitucional. Hasta aqu¨ª los hechos. Todo lo dem¨¢s es ret¨®rica: los mandatarios europeos se empe?aron en subrayar un cambio de tono para tratar de convencer a la ciudadan¨ªa ¡ªy puede que a los mercados¡ª de que los recortes no son la ¨²nica obsesi¨®n en una eurozona muy maltratada por la crisis fiscal, pero que tambi¨¦n va de cabeza hacia la recesi¨®n.
?¡°Lo primero que hay que hacer es firmar el tratado fiscal. Lo segundo es ver c¨®mo generar crecimiento¡±, dijo la canciller alemana, Angela Merkel. Ese es el orden. Y ¡°lo segundo¡±, que es casi todo lo dem¨¢s, ya se har¨¢ m¨¢s adelante: la en¨¦sima cumbre de Bruselas en esta historia interminable de la crisis pospuso una vez m¨¢s la entrega de parte del dinero del rescate para Grecia, y apenas se debati¨® el llamamiento de Espa?a a flexibilizar los objetivos de d¨¦ficit para evitar que el exceso de tijera acabe en un descosido para algunos pa¨ªses.
¡°La consolidaci¨®n fiscal est¨¢ ah¨ª para quedarse¡±, dijo el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Barroso, que cierra as¨ª, al menos temporalmente, una puerta fundamental para Espa?a y para varios pa¨ªses m¨¢s: la de la relajaci¨®n de las metas de d¨¦ficit.
Espa?a es ahora una especie de clave de b¨®veda de lo que ocurre y puede venir en adelante en la eurozona. Un caso de manual: ha aplicado severos recortes y aun as¨ª en 2011 el d¨¦ficit se fue hasta el 8,5% del PIB, muy lejos del objetivo marcado (6%), lo que provocar¨¢ nuevos y dolorosos tijeretazos. Con algunos agravantes: la econom¨ªa espa?ola se encamina hacia la recesi¨®n, y el paro supera el 23% de la poblaci¨®n activa, cifras sin comparaci¨®n en el mundo mal llamado desarrollado. Otros pa¨ªses est¨¢n en situaciones fiscales parecidas, pero no se deciden a entrar en ese debate sobre la necesidad de dar algo m¨¢s de margen fiscal so pena de provocar una recesi¨®n profunda y de agravar la incipiente contestaci¨®n social. Durante la cena de jefes de Estado ¡°no hubo ninguna discusi¨®n acerca de ning¨²n tipo de flexibilizaci¨®n sobre los objetivos de d¨¦ficit¡±, indic¨® Barroso. Pero Espa?a s¨ª abri¨® ese mel¨®n en el Eurogrupo: Madrid interpreta que la negociaci¨®n ha comenzado. Aunque el arranque es poco prometedor.
El ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, explic¨® ante sus hom¨®logos el porqu¨¦ del agujero fiscal espa?ol en 2011, pero no encontr¨® los apoyos que esperaba. Al contrario: recibi¨® la reprimenda del representante del Banco central Europeo (BCE) y del comisario de Asuntos Econ¨®micos, Olli Rehn, que pide m¨¢s explicaciones sobre el d¨¦ficit y el detalle del Presupuesto (con los correspondientes recortes) antes de empezar a hablar de abrir la mano con el d¨¦ficit. El silencio fue la respuesta de todos los dem¨¢s ministros, pese a que esa cuesti¨®n afecta a muchos otros pa¨ªses: Francia y B¨¦lgica, por ejemplo, van a tener muchos problemas. Holanda, que tiene tambi¨¦n un agujero importante, dej¨® en solitario a Espa?a al asegurar que cumplir¨¢ sus metas. ¡°La flexibilizaci¨®n de los compromisos caer¨¢ como fruta madura. Pero para mayo, no con la velocidad que pretende Espa?a¡±, indicaron fuentes comunitarias, que apuntaron que si Madrid decide mantener un pulso, el resultado puede ser contraproducente: ni siquiera se descarta la apertura de un procedimiento de sanci¨®n.
Bruselas tiene sus tiempos y sus reglas. Y se agarra a ellos aunque se d¨¦ de bruces con la realidad: el PIB europeo caer¨¢ en 2012, especialmente en los pa¨ªses que han aplicado mayores recortes (Grecia y Portugal, Italia y Espa?a), y la situaci¨®n general es mucho peor de lo que la Comisi¨®n vaticinaba. El paro se anot¨® ayer un nuevo m¨¢ximo en la eurozona. Al menos la crisis fiscal y financiera amaina y eso justifica el cambio de ret¨®rica en favor del crecimiento.
Fuentes comunitarias explicaron que se esperaban cuchillos largos a lo largo de la cena de jefes de Estado y de Gobierno: Espa?a pensaba contar con algunos aliados en su cruzada por la suavizaci¨®n de los objetivos de d¨¦ficit, ¡°pero no parece f¨¢cil que Alemania y los grandes pa¨ªses faciliten ahora una flexibilizaci¨®n del d¨¦ficit, por mucho que algunas econom¨ªas est¨¦n asfixiadas¡±, explicaron fuentes diplom¨¢ticas.
La puntilla se coloc¨® a ¨²ltima hora en las conclusiones de la cumbre: ¡°Los Estados sometidos al escrutinio de los mercados deben cumplir sus objetivos y estar listos para poner en marcha nuevas medidas de consolidaci¨®n si fuera necesario¡±. Todo lo contrario de lo que Espa?a pretend¨ªa.
Al menos, el nivel de dramatismo ha bajado en relaci¨®n con ocasiones anteriores. El diluvio de liquidez del BCE sobre la banca (un bill¨®n de euros) ha calmado las aguas en los mercados. Y pese a una carta firmada por 12 jefes de Estado (con Reino Unido, Italia y Espa?a a la cabeza) a favor del crecimiento que se ha interpretado como una suerte de rebeli¨®n ante el directorio francoalem¨¢n, el plato m¨¢s importante de la reuni¨®n est¨¢ atado y bien atado: 25 de los 27 pa¨ªses de la UE firmar¨¢n hoy el tratado para imponer rigor y responsabilidad en las cuentas europeas. ¡°Esa firma es un paso importante hacia una uni¨®n estable; hace posible una uni¨®n pol¨ªtica¡±, explic¨® Merkel. M¨¢s lac¨®nico, el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, record¨® que Europa ¡°no se enfrenta solo a una crisis de deuda: es tambi¨¦n una crisis de crecimiento¡±.
Reino Unido y Rep¨²blica Checa, salvo sorpresas, ser¨¢n las dos ¨²nicas firmas que faltar¨¢n hoy en la firma del tratado. Aun as¨ª, casi nada en Europa es lo que parece: sobre el tratado siguen planeando incertidumbres. Irlanda ya ha anunciado que lo someter¨¢ a refer¨¦ndum. Pero la piedra de toque de Europa en los pr¨®ximos meses es Francia. Siempre Francia: el socialista Fran?ois Hollande ya ha anunciado que si llega al El¨ªseo en mayo renegociar¨¢ el acuerdo. Europa, aquella ¡°utop¨ªa factible¡±, sigue en construcci¨®n.
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