Dimite uno de los supervisores de la morgue de la Base de Dover
Varias investigaciones han revelado negligencias en la gesti¨®n de cad¨¢veres y restos humanos
Quinton Keel, uno de los directores de la morgue en la Base de la Fuerza A¨¦rea en Dover, renunci¨® el pasado lunes, seg¨²n han revelado hoy fuentes citadas por el diario The Washington Post. Keel era uno de los supervisores acusados de ejercer una ¡°mal¨ªsima gesti¨®n¡± tras salir a la luz los errores en la gesti¨®n de restos de soldados fallecidos en las guerras de Irak y Afganist¨¢n, que tambi¨¦n podr¨ªa haber afectado a v¨ªctimas de los atentados del 11 de septiembre.
La investigaci¨®n elaborada por oficiales del Pent¨¢gono el pasado oto?o, despu¨¦s de recibir informaciones an¨®nimas que denunciaban posibles errores y que fueron reveladas por The Washington Post, descubri¨® negligencias en la gesti¨®n de los cad¨¢veres de los soldados. Los trabajadores de la morgue de Dover, a cargo de Keel, hab¨ªan perdido restos humanos y retirado el hueso fracturado del brazo de un soldado para que pudiera vestir el uniforme y cupiera en el f¨¦retro. En otras ocasiones, restos sin identificar hab¨ªan sido incinerados y arrojados despu¨¦s a un vertedero.
Las indagaciones revelaron adem¨¢s que Keel hab¨ªa despedido a uno de los funcionarios del Pent¨¢gono que hab¨ªa enviado la informaci¨®n a la Oficina del Consejero Especial, encargada de recibir, supervisar y comprobar quejas relacionadas con posibles errores o negligencias. Las familias de los soldados, empleados del Pent¨¢gono y varios legisladores hicieron llegar sus quejas entonces al secretario de Defensa por mantener a Keel en su puesto.
El Pent¨¢gono hab¨ªa encargado al mismo tiempo una investigaci¨®n independiente que determinar¨ªa las medidas adoptadas por los responsables de la morgue para evitar que se repitieran estos errores. Lejos de aclarar las dudas, el informe, publicado esta misma semana, a?adi¨® un nuevo esc¨¢ndalo: las pr¨¢cticas en Dover podr¨ªan haber afectado igualmente a v¨ªctimas de los atentados en el Pent¨¢gono y del avi¨®n que se estrell¨® en Pensilvania despu¨¦s de ser secuestrado por los terroristas.
El secretario de Defensa Leon Panetta anunci¨® inmediatamente una nueva investigaci¨®n para averiguar si la gesti¨®n en Dover hab¨ªa afectado a v¨ªctimas del 11-S y orden¨® que los funcionarios del Departamento de Defensa se re¨²nan con las familias para compartir con ellos todos los datos disponibles. Keel habr¨ªa dimitido un d¨ªa antes de que saliera a la luz esta informaci¨®n.
El informe independiente y elaborado por el general retirado John Abizaid, estableci¨® que s¨®lo se arrojaron a un vertedero ¡°algunas porciones de restos¡± que ¡°no pudieron ser identificados ni examinados¡± para analizar su ADN. Los restos de las v¨ªctimas fueron incinerados para despu¨¦s introducir las cenizas en contenedores y entregarlas a una empresa subcontratada por el Departamento de Defensa para proceder a su eliminaci¨®n. Esta compa?¨ªa, que tambi¨¦n se encargaba de la destrucci¨®n de restos bioqu¨ªmicos, arroj¨® los restos a un vertedero.
Seg¨²n Abizaid, esta pr¨¢ctica s¨®lo habr¨ªa afectado a los pasajeros del vuelo UA93, que se estrell¨® en Pensilvania, y no a las v¨ªctimas del ataque al Pent¨¢gono. Sin embargo, el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza A¨¦rea, el general Norton Schwartz, afirm¨® ayer que en este momento s¨®lo pueden confirmar que ¡°algunos restos¡± del ataque al Pent¨¢gono -y no de los pasajeros del vuelo UA93, que se estrell¨® en Pensilvania-, fueron incinerados, contradiciendo a Abizaid. La nueva investigaci¨®n anunciada por Panetta intentar¨¢ esclarecer las dudas.
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