El ni?o mimado saquea Guinea
Es el hijo predilecto y probable sucesor del dictador de Guinea Ecuatorial Teodor¨ªn Obiang ha visto c¨®mo la justicia le embarga sus propiedades El 70% de los guineanos vive con un d¨®lar al d¨ªa
El 25 de febrero de 2009, Teodoro Obiang Nguema Mangue sali¨® de compras dejando atr¨¢s el hotel particular de 5.000 metros cuadrados y 101 habitaciones que posee en el n¨²mero 42 de la avenue Foch, a tiro de piedra del Arco del Triunfo. Si ese d¨ªa su excelencia llevaba zapatos azules, probablemente orden¨® al ch¨®fer que sacara el Rolls Royce azul del garaje donde guardaba sus 11 b¨®lidos de lujo. No el amarillo ni el verde ni el negro. Teodor¨ªn solo es ministro de Agricultura y Bosques del Gobierno que dirige su padre, el dictador guineano Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, pero a sus 42 a?os le gusta vestir como un dandy y combinar el color de los zapatos con el del coche.
El Patr¨®n, apodo con el que le llaman en Malabo, se dirigi¨® hacia el Grand Palais, donde Christie's celebraba la fastuosa subasta del legado art¨ªstico y de antig¨¹edades que hab¨ªa pertenecido al modisto Yves Saint Laurent y a su colaborador Pierre Berg¨¦. Aquella subasta pas¨® a la historia como la venta m¨¢s cara nunca realizada de una colecci¨®n privada. Teodor¨ªn fue uno de los grandes protagonistas. Tirando de la cuenta del Barclays Bank de Par¨ªs que est¨¢ a nombre de su empresa maderera, la Somagui Forestal, empez¨® a pujar y no par¨® hasta que se gast¨® 18 millones de euros.
Aunque seg¨²n afirma la ONG Global Witness, Teodor¨ªn cobra del Gobierno de su padre un sueldo anual que no llega a los 50.000 euros como ministro de Agricultura y Bosques, aquel d¨ªa adquiri¨®, entre otros caprichos, una escultura de bronce de un hermafrodita del siglo XVI firmada por Gianfrancesco Susini por 744.716 euros, y un toro ba?ado en oro del siglo XVIII y modelado por Hans Valentin Laminit por el que pag¨® 298.604 euros. Con los 17 millones restantes, el ministro de la excolonia espa?ola amuebl¨® y decor¨® su mansi¨®n parisiense, cuyo valor se estima entre 50 y 100 millones, y quiz¨¢ tambi¨¦n su suntuosa villa de Malib¨², California (EE UU), cercana a la del actor Mel Gibson, que compr¨® en 2006 por 22 millones. La m¨¢s cara vendida ese a?o en EE UU y pagada en met¨¢lico.
De Malabo a Malib¨², el patrimonio amasado por Teodor¨ªn durante a?os de impunidad, viajes en aviones privados y noches de vino y rosas est¨¢ en peligro. Investigaciones judiciales en EE UU, Francia y Espa?a estrechan el c¨ªrculo sobre el presidente Teodoro Obiang Nguema, de 69 a?os, y sobre su hijo preferido que tras la reciente aprobaci¨®n de la nueva Constituci¨®n se postula como futuro vicepresidente e hipot¨¦tico sucesor de uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos y con mayores desigualdades del planeta.
En un solo d¨ªa, gast¨® 18 millones de euros en una subasta de Christie?s de obras de arte que pertenecieron a Yves Saint Laurent
Mientras Teodor¨ªn acumula mansiones y Rolls Royce, el 70% de los guineanos (700.000 habitantes) vive con un d¨®lar al d¨ªa pese a que la renta per c¨¢pita era de 34.843 d¨®lares en 2010, por encima de Jap¨®n, Francia y Espa?a. Guinea es uno de los grandes productores de petr¨®leo y gas, el tercero del ?frica subsahariana tras Nigeria y Angola, pero la mayor¨ªa de su poblaci¨®n carece de agua o electricidad. La esperanza de vida roza los 50 a?os.
Pl¨¢cido Mico, de 48 a?os, el ¨²nico miembro de la oposici¨®n en el Parlamento guineano, cree que la reforma de la Constituci¨®n tiene un solo objetivo: aupar a Teodor¨ªn hasta la presidencia.¡°La reforma constitucional est¨¢ dise?ada por el presidente para hacerse sustituir por su hijo que ya se considera el segundo hombre del pa¨ªs. Hace tres a?os le hizo vicepresidente del Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial, el partido gubernamental, cuando hay muchos militantes con mucha m¨¢s experiencia y preparaci¨®n. Es una desgracia para el pueblo, pero todo apunta en esa direcci¨®n¡±, se lamenta.
El pasado d¨ªa 23, tras varias jornadas de intenso trabajo, agentes de la Oficina Central para la Represi¨®n de la Delincuencia Financiera francesa se llevaron de la avenida Foch tres camiones con 200 metros c¨²bicos de objetos y bienes. Su valor supera los 40 millones. Hab¨ªa una estatua de Rodin, una c¨®moda Luis XIV de 1,6 millones de euros. Faltaba el cuadro de Degas Bailarinas antes del ejercicio, adquirido por Teodor¨ªn a cambio de 5,6 millones de euros.
El servicio del hijo predilecto de Obiang en Par¨ªs y Malib¨² inclu¨ªa mec¨¢nicos, camareras, cuidadoras, capataces de finca, ayudantes ejecutivos, chefs, equipos de paisajistas y dos grupos de seguridad, uno formado por expolic¨ªas y otro por guardias de Guinea. Todos han contado que el pr¨ªncipe era una criatura noct¨¢mbula. ¡°Hac¨ªa la misma vida en Brasil, Par¨ªs o California: putas, alcohol y coca¡±, confes¨® un exempleado.
La incautaci¨®n fue ordenada por los dos jueces que investigan desde 2010 la denuncia que interpusieron en 2008 las ONG anticorrupci¨®n Sherpa y Transparency Internacional contra tres jefes de Estado africanos por adquirir bienes obtenidos mediante el robo y la corrupci¨®n: el ecuatoguineano Obiang, el ya difunto l¨ªder gabon¨¦s Omar Bongo, y el congol¨¦s Denis Sassou-Nguesso.
El pasado jueves, Teodoro Obiang Nguema present¨® en Par¨ªs una denuncia por difamaci¨®n contra Transparency Internacional. EL PA?S ha intentado obtener, sin ¨¦xito, la versi¨®n del abogado Olivier Pardo sobre las acusaciones contra su cliente Teodor¨ªn.
Tras la redada, un representante de Malabo pidi¨® a Nicol¨¢s Sarkzoy desde Libreville, la capital de Gab¨®n, que repare lo que define como una ¡°violaci¨®n de un edificio cubierto por inmunidad diplom¨¢tica¡±, aduciendo que Teodor¨ªn Obiang es el delegado del pa¨ªs ante la UNESCO. Los abogados de la ONG replican que el supuesto delegado pisaba la casa tres veces al a?o, y que ¡°el precipitado cambio de su estatuto de inmunidad solo revela la l¨®gica de impunidad que reina en Guinea Ecuatorial¡±.
El bot¨ªn ha sido depositado en los almacenes del Ministerio de Finanzas, en Bercy, y no parece probable que Guinea lo pueda recuperar. M¨¢s incierto es el destino de los bienes que los Obiang poseen en Estados Unidos. En noviembre pasado, la Justicia estadounidense inici¨® el litigio para decomisar a Teodor¨ªn su residencia de Malib¨², adem¨¢s de bienes, empresas y cuentas valorados en 50 millones. De momento no han podido ejecutar su denuncia.
Washington reclama a El Patr¨®n uno de los dos guantes blancos con cristales usados por Michael Jackson en la gira de su disco Bad, y otros recuerdos que pertenecieron al cantante fallecido en 2009. Teodor¨ªn compr¨® la manopla por 375.000 d¨®lares y pag¨® 80.000 m¨¢s por un par de calcetines. Gast¨® 1,8 millones en objetos del artista.
Su fortuna asciende a unos 700 millones de euros. ?C¨®mo es posible que el ministro de Agricultura y Bosques de un pa¨ªs africano de 700.000 habitantes y del mismo tama?o que Galicia tenga un patrimonio semejante? ?C¨®mo se puede hacer ostentaci¨®n de tanta riqueza cuando, seg¨²n la ONU, el 20% de los ni?os guineanos mueren antes de los cinco a?os?
Adolfo Fern¨¢ndez Marug¨¢n, secretario de la Asociaci¨®n de Solidaridad con Guinea Ecuatorial (Sodegue) cr¨ªtica con el Gobierno de Obiang, tiene una respuesta: ¡°La extorsi¨®n fue la primera v¨ªa de enriquecimiento de Tedor¨ªn antes de que en 1994 apareciera el petr¨®leo. Cobraba impuestos a los empresarios que quer¨ªan establecerse en Guinea. Presume de ser empresario, de hacer negocios, pero es falso. Nadie le conoce una actividad seria. Es un tipo tonto, simple, caprichoso, hiperactivo e inestable¡±.
La oposici¨®n tiene una imagen todav¨ªa m¨¢s grotesca. Pl¨¢cido Mico, el ¨²nico parlamentario de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), va m¨¢s lejos: ¡°Es el due?o de los bosques de Guinea. Cuando era ministro de Obras P¨²blicas, el departamento de bosques iba con ¨¦l. Donde va ¨¦l van los bosques. Tiene concesiones y empresas¡±.
Todos han contado que era una criatura noct¨¢mbula. ¡°Hac¨ªa la misma vida en Brasil, Par¨ªs o California: putas, alcohol y coca¡±, confes¨® un exempleado.
La madera, la pesca y la agricultura eran las principales riquezas del pa¨ªs hasta que en 1994 la compa?¨ªa norteamericana Exxon Mobil empez¨® a explotar enormes bolsas de petr¨®leo y gas descubiertas en los a?os sesenta. ¡°Hoy la madera representa menos del 2 % de sus ingresos aunque es la actividad de la que come el pueblo. Pagamos un 20% de lo que exportamos. Es un impuesto elevad¨ªsimo. Todo es legal, aunque no sabemos c¨®mo se lo reparten¡±, dice un empresario espa?ol afincado en Malabo desde hace 20 a?os.
La opini¨®n de los empresarios es tambi¨¦n muy cr¨ªtica. Un emprendedor europeo que hace negocios en Guinea Ecuatorial, y que pide el anonimato, explica as¨ª el enriquecimiento de El Patr¨®n: ¡°Su padre ha repartido los negocios clave entre sus hijos leg¨ªtimos y sus sobrinitos. Teodor¨ªn tiene los bosques. ?l decide qui¨¦n exporta madera y qui¨¦n no. Y lo decide exigiendo comisiones millonarias a las madereras extranjeras, de las que es un socio m¨¢s desde que su padre aprob¨® una ley por la que todas las empresas que operan en el pa¨ªs tienen que tener un socio guineano¡±. Teodor¨ªn reclama a las madereras su impuesto revolucionario en met¨¢lico o en cheques al portador, seg¨²n afirman los jueces franceses y estadounidenses que le investigan.
La justicia se fij¨® en la familia Obiang cuando fiscales norteamericanos asomaron sus narices por el siniestro banco Riggs de Nueva York y descubrieron la denominada Cuenta de Petr¨®leo en la que Teodoro acumulaba 700 millones de petrod¨®lares. ¡°Desde entonces, el petr¨®leo y la madera no se pagan en cuentas extranjeras, sino directamente en Guinea¡±, explica el empresario. El Senado de EE UU concluy¨® que el banco norteamericano incumpli¨® las normas antiblanqueo y facilit¨® que Obiang y sus hijos crearan ¡°empresas fantasma¡± y abrieran cuentas a su nombre. Desde esas cuentas del vidrioso Riggs se enviaron, entre 2000 y 2003, alrededor de 21 millones de euros a la cuenta espa?ola en el Banco de Santander en Las Palmas de la sociedad paname?a Kalunga Company que administraban el profesor Vladimir Kokorev, de 57 a?os, y la periodista Julia Kokoreva, de 58. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y la juez Ana Isabel de Vega, titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 5 de Las Palmas, investigan si el matrimonio ruso, residente en esa ciudad, es la tapadera de los Obiang y rastrean un rosario de pisos y chal¨¦s a nombre de Teodoro Obiang, de su hijo Gabriel y de varios ministros guineanos. Gabriel, hijo del presidente y de una caboverdiana, fue ministro de Minas y Energ¨ªa y es la ant¨ªtesis de su hermanastro. No provoca esc¨¢ndalos, lleva una vida familiar y es respetado por las compa?¨ªas extranjeras. ¡°Pero no es el candidato a la sucesi¨®n¡±, apuntan Fern¨¢ndez Marug¨¢n y diplom¨¢ticos acreditados en Malabo.
A juzgar por algunos testimonios, a El Patr¨®n le gusta tocar el dinero. Algunos de sus empleados en Par¨ªs y Malib¨² relataron a la polic¨ªa que su jefe era un adicto y viajaba con maletines llenos de billetes de 100 d¨®lares: ¡°Ven¨ªa de Malabo con dos maletas llenas, y cuando se le acababa, volaba a Guinea y tra¨ªa m¨¢s¡±.
Desde que en los a?os noventa se incorpor¨® al Gobierno coincidiendo con el descubrimiento del petr¨®leo de Guinea, Teodor¨ªn ha amasado una fortuna incalculable. Un informe de la ONG Global Witness recuerda que el ministro admiti¨® en 2006 ante un tribunal surafricano que era ¡°totalmente normal¡± que los dirigentes del Gobierno de Malabo obtuvieran una cuota de las ganancias de las empresas extranjeras. ¡°La ley no prohibe a los miembros del Gobierno que hagan negocios. Otra cosa es si viene de las arcas p¨²blicas¡±, afirma un ex miembro del partido opositor CPDS.
Las madereras espa?olas, que fueron predominantes en Guinea, han desaparecido casi del mapa, aunque todav¨ªa quedan algunas peque?as empresas que tienen que combatir la lentitud administrativa. ¡°Es el peor defecto del pa¨ªs. Tenemos problemas hasta para conseguir visados de entrada, mientras que los norteamericanos no los necesitan¡±, explica el due?o de una compa?¨ªa espa?ola en Malabo. Greenpeace y WRM (Movimiento Mundial por los bosques tropicales) afirman que el mercado est¨¢ dominado por los asi¨¢ticos.
Para desgracia de los bosques y los trabajadores locales, la sociedad malaya Rimbunan Hijau controla desde 1999 casi todas las concesiones madereras guineanas. Ese a?o firm¨® un contrato exclusivo con Teodor¨ªn. Los ecologistas conocen a la multinacional asi¨¢tica como una de las madereras m¨¢s despiadadas del mundo ¡°por su inobservancia de las normativas nacionales, las violaciones a los derechos humanos y su incumplimiento de las obligaciones contractuales¡±, seg¨²n ha escrito el especialista Richard Wilcox.
El emprendedor espa?ol apunta que Teodor¨ªn ha diversificado sus negocios y ahora se dedica especialmente a la construcci¨®n. Desde que en junio de 2000, los ejecutivos de las grandes petroleras americanas empezaron a llamar a Guinea el Kuwait de ?frica, el petr¨®leo ha bombeado ingentes cantidades de dinero. La exportaci¨®n empez¨® a fluir en 1995, y dos a?os despu¨¦s comenz¨® la extracci¨®n de gas. De repente, el pa¨ªs que hab¨ªa malvivido durante d¨¦cadas del cacao y la madera se convirti¨® en El Dorado, con vuelos directos casi diarios de Malabo a Houston (Texas). En 2010, extrajo 273.900 barriles diarios, seg¨²n un informe de BP que se?ala que Guinea tiene reservas para m¨¢s de 17 a?os al ritmo actual. Getotal, sociedad participada por la francesa Total y el Estado guineano al 50%, refina el crudo que producen las americanas ExxonMobil, Marathon Oil, Amerada Hess y Vanco Energy.
Estas compa?¨ªas han pagado miles de millones a los Obiang, que exportan m¨¢s petr¨®leo a EE UU que a ning¨²n otro pa¨ªs. La incesante llegada de divisas ha transformado en pocos a?os la faz tanto de la capital, Malabo (antes Santa Isabel), situada en la isla de Bioko (antigua Fernando Poo), como de Bata, principal ciudad del continente. Un inmenso banco con la fachada ba?ada en oro es el s¨ªmbolo del nuevo Estado. ¡°Trayectos que antes hac¨ªamos en seis horas ahora se hacen en una. Se han construido autopistas que atraviesan el pa¨ªs, hay infraestructuras nuevas. Nadie puede negar que el pa¨ªs mejora¡±, se?ala un exmiembro de la oposici¨®n hoy vinculado al Gobierno y que pide se omita su nombre.
Pese al cerco judicial, Teodoro Obiang y su mujer se hicieron fotos con los Obama en 2009, y los intercambios bilaterales no dejan de crecer
Junto al progreso, el miedo. Casi nadie quiere facilitar su identidad aunque sea para hablar bien del pa¨ªs. La riqueza y el poder est¨¢n en manos de la cleptocracia familiar, seg¨²n el Departamento de Justicia de EE UU. Un c¨ªrculo reducido, de unas 200 personas, seg¨²n cuenta un diplom¨¢tico, ¡°en el que figuran el presidente, sus numerosos hijos y parientes y los protegidos de la etnia fang, que lidera el pa¨ªs desde la independencia de 1968¡±. Tambi¨¦n era fang Francisco Mac¨ªas Nguema, t¨ªo del actual presidente, el sangriento s¨¢trapa que se hac¨ªa llamar el Implacable Ap¨®stol de la Libertad y que tras asesinar a 50.000 enemigos, reales o imaginarios, fue depuesto y fusilado por el golpe de su sobrino en 1979. Los fang dominan todos los puestos clave del pa¨ªs.
Todo queda en familia. El presidente posee un holding llamado Abayak y una cuota en todos los sectores econ¨®micos. Gabriel, el hermano menor de Teodor¨ªn, mejor preparado y respetado por las compa?¨ªas extranjeras, trabaja en el petr¨®leo. Sus primos llevan el Departamento del Tesoro y controlan el presupuesto, otro pariente dirige el gabinete militar¡Esta plutocracia ha generado una dictadura similar a la anterior, quiz¨¢ menos violenta pero m¨¢s grotesca. Acusado por el Departamento de Estado de EEUU de torturar y silenciar mediante detenciones arbitrarias a la oposici¨®n, Freedom House ha calificado al r¨¦gimen de Obiang como ¡°uno de los peores entre los peores¡±, junto a Corea del Norte y Sud¨¢n.
El ejercicio omn¨ªmodo del poder solo ha generado leves problemas log¨ªsticos y de imagen a los Obiang. Desde que empez¨® a brotar oro negro en el Golfo de Guinea, llega tanto dinero que algunos ya no saben d¨®nde meterlo. ¡°All¨ª nadie tiene cuenta en el banco para que nadie sepa cu¨¢nto maneja¡±, afirma el empresario europeo. ¡°Todo el mundo usa cash, y algunos jerifaltes tienen habitaciones llenas, pero otros no saben d¨®nde guardarlo. Uno lo meti¨® en el maletero del coche, pero un d¨ªa el boy que le cuidaba la casa se llev¨® el coche a Camer¨²n. Otro enterr¨® el bot¨ªn en el jard¨ªn y cuando lo fue a buscar se hab¨ªa podrido¡±.
Teodor¨ªn nunca ha tenido ese problema. Siempre fue de gustos caros y cartera f¨¢cil. Lleva 20 a?os d¨¢ndose la gran vida y gastando como un jeque. Su pasaporte diplom¨¢tico le permit¨ªa entrar de forma rutinaria en EE UU, Francia o Espa?a, un pa¨ªs este que visita muy poco, con millones de d¨®lares en las maletas. Se dir¨ªa que la suya es un alma despilfarradora vocacional.
Su periplo comenz¨® en 1991, cuando ten¨ªa 22 a?os, seg¨²n Foreing Policy. Teodor¨ªn lleg¨® desde Malabo a Malibu becado por la compa?¨ªa tejana de exploraciones petroleras Walter International para estudiar ingl¨¦s en la Universidad Pepperdine. Pero el joven estudiaba poco. Prefer¨ªa salir de compras por Beverly Hills, y pronto dej¨® el campus por el hotel Beverly Wilshire y una casa alquilada en Malib¨². La petrolera se hizo cargo de los gastos a cambio de una cuota en el negocio del crudo en Guinea y acab¨® pagando una factura de 50.000 d¨®lares cinco meses despu¨¦s del desembarco.
En 2001, Teodor¨ªn se compr¨® por 6,5 millones una casa en Bel Air, enfrente de la de la actriz Farrah Fawcett. Pero nunca se instal¨® en ella: adujo ante la inmobiliaria que era demasiado moderna para su gusto. Luego fund¨® el sello de m¨²sica hip-hop TNO Entertainment, llamado as¨ª en honor de sus iniciales. El ministro de Agricultura y Bosques es un cantante frustrado. En sus primeros a?os en Par¨ªs intent¨®, sin ¨¦xito, grabar un disco y se presentaba como Teddy Bear, seg¨²n confi¨® a sus amigos el entonces director para Europa de la discogr¨¢fica Emi. Entonces Tedor¨ªn viv¨ªa en el lujoso hotel Crillon, donde ten¨ªa alquilada una planta, y una televisi¨®n francesa le grab¨® orgulloso compr¨¢ndose 30 trajes de golpe.
En 2004, adquiri¨® dos fincas en Cape Town (Sur¨¢frica) por 7 millones de d¨®lares. Luego la casa de Malib¨², un avi¨®n privado Gulfstream V de 38 millones de euros, que es del mismo modelo que alquila la CIA para sus operaciones m¨¢s sucias, y un rosario de propiedades que salieron a la luz tras el esc¨¢ndalo del banco Riggs.
El Patr¨®n ¡°usaba el jet privado como si fuera un taxi¡±, cont¨® su exch¨®fer Benito Giacalone a la justicia de EEUU. ¡°Volaba solo o lo usaba para recoger pasajeros. Una vez lo mand¨® de Los ?ngeles a R¨ªo de Janeiro para traer a su peluquero¡±. Tambi¨¦n se compr¨® una furgoneta de 15 asientos, pero los hizo quitar para que cupiera en ella su colecci¨®n de maletas Louis Vuitton. Con los a?os, Teodor¨ªn fue consolidando su vida de playboy y amas¨® una flota de tres docenas de coches. En 2009, las aduanas francesas registraron la llegada de una carga de 26 coches y seis motos valorada en 12 millones que lleg¨® a Francia desde EE UU y acab¨® en Guinea.
Es el ministro de Agricultura, y cobra comisiones millonarias por las concesiones a las madereras extranjeras, seg¨²n los jueces
Teodor¨ªn ha desplegado similar actividad en su vida amorosa. Est¨¢n confirmadas sus relaciones con la actriz Tamala Jones y con Lindsey Evans, que fue Miss Louisiana Teen USA 2008 y chica en Playboy. Pero fue la rapera y actriz Eve quien le rob¨® el coraz¨®n. ?l la nombr¨® presidenta y jefa de inversiones de una de sus empresas pantalla, la Sweet Pink, registrada como un sello de hip hop aunque solo public¨® un disco.
La afici¨®n por el lujo le viene de familia. Visto en medio mundo como una parodia del tirano con petr¨®leo, el patriarca de los Obiang mantiene su palacio presidencial de Malabo, una casa de verano en Cape Town, Sud¨¢frica, dos mansiones en Potomac (Maryland) y seis aviones privados. La revista Forbes le coloc¨® entre los m¨¢s ricos con una fortuna de 600 millones de d¨®lares.
Con su pelo corto, alisado y peinado hacia atr¨¢s, y sus gafas de culo de botella, el pr¨ªncipe Teodor¨ªn no se caracteriza por un aspecto principesco. Pero solo viste Gucci, Versace, Dolce & Gabbana, y cuando llega a sus mansiones, la servidumbre le espera alineada en la puerta. Sus siervos en Malib¨² le demandaron y afirmaron que les enga?aba con los sueldos y les hac¨ªa pagar los gastos de la casa, desde el papel higi¨¦nico hasta la gasolina, mientras por la mansi¨®n desfilaban camellos, putas, conejitos de Playboy e incluso un tigre. ¡°Nunca le vi hacer nada parecido a trabajar¡±, afirma la declaraci¨®n policial de Dragan Deletic, otro de sus exch¨®feres: ¡°Sus d¨ªas consist¨ªan enteramente en dormir, comprar y hacer fiestas¡±. Exaltos cargos de la fiscal¨ªa se preguntan c¨®mo todav¨ªa se le permite la entrada en EE UU, cuya Embajada en Malabo se reabri¨® en 2003 tras a?os de desencuentro. Casi al mismo tiempo el crudo empez¨® a bombear.
¡°El petr¨®leo fue para Guinea lo mismo que el man¨¢ que comieron los jud¨ªos en el desierto¡±, dijo una vez Obiang. Como Mobuto en Zaire o Abacha el Nigeria, esta familia ha convertido a su pa¨ªs en lo que el profesor Geoffrey Wood ha denominado ¡°un Estado criminal¡±. Han contratado a un equipo de relaciones p¨²blicas en Estados Unidos al que pagan cifras millonarias por lavar su imagen, pero la oposici¨®n no se rinde en difundir sus abusos. El m¨¢s reciente, la detenci¨®n del m¨¦dico Wenceslao Mansogo, concejal del CPDS en el Ayuntamiento de Bata encarcelado por una supuesta negligencia m¨¦dica y cuya cl¨ªnica ha sido clausurada. ¡°Es todo un montaje. Se le ha tratado como a un delincuente. Es otro ejemplo de la persecuci¨®n que sufrimos¡±, asegura el parlamentario opositor Pl¨¢cido Mico.
Pese al cerco judicial, Obiang y Constancia Mangue, su mujer, se hicieron fotos con el matrimonio Obama en 2009, y los negocios e intercambios bilaterales no dejan de crecer. Tener bula en Estados Unidos es el gran legado pol¨ªtico que Teodoro padre y el oro negro dejar¨¢n a a Teodor¨ªn, su hijo preferido. Su madre es su gran valedora en su aspiraci¨®n de gobernar el pa¨ªs. ¡°La madre tiene much¨ªsimo dinero, sus propios negocios y un inmenso poder. Es la principal defensora de su candidatura. El cargo de primer ministro que establece la nueva Constituci¨®n es administrativo y el vicepresidente, cargo que posiblemente ocupe Tedor¨ªn, sustituir¨¢ al presidente cuando se encuentre enfermo, Hay un mecanismo mediante el cual podr¨ªa sucederle sin elecci¨®n¡±, augura Fern¨¢ndez Marug¨¢n, el secretario de Asodegue.
La presi¨®n judicial ha frenado de momento a El Patr¨®n. Viaja menos y pasa sus d¨ªas en su mansi¨®n de Bata. No es Malib¨², ni los Campos El¨ªseos, pero el paisaje es de una belleza impresionante, y las playas no tienen nada que envidiar a las de California. La casa est¨¢ al borde del mar y tiene una piscina adornada con estatuas de m¨¢rmol italianas. Guinea es un para¨ªso para el pr¨ªncipe de Malabo. No hay jueces ni ONG de las que preocuparse. No hay peri¨®dicos, radios o televisiones libres. En 2009, el Ministerio de Informaci¨®n despidi¨® a cuatro periodistas por falta de entusiasmo al glosar los m¨¦ritos del Gobierno.
Durante las ¨²ltimas semanas Teodor¨ªn ha recorrido el pa¨ªs de punta a punta regalando tejados de cinc. Las casas est¨¢n cubiertas de hojas de palmera y ¨¦l se ha encargado de entregarlos uno a uno a la cabeza de una larga comitiva de camiones. Es su ¨²ltima campa?a de propaganda anunciada a bombo y platillo por la radio, la televisi¨®n y vallas publicitarias. ¡°La gente le quiere porque organiza conciertos en Nochevieja, da trabajo, regala dinero o hace favores a sus adeptos¡±, asegura un empresario guineano. Dadas las ingentes reservas de gas y petr¨®leo, la familia Obiang tendr¨¢ tiempo y dinero para mantenerse en el poder durante a?os. Si Teodor¨ªn ha sido un disparate como pr¨ªncipe de Malib¨² y Par¨ªs, da miedo imaginarse qu¨¦ podr¨¢ hacer cuando se convierta en el rey de Guinea Ecuatorial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.