Los espa?oles del Costa Concordia llevan a la compa?¨ªa al juez por "negligencia"
Unos 60 afectados ven "insuficiente" la indemnizaci¨®n de 11.000 euros que les ofrece la empresa
"Los que sobrevivimos fue por nuestro instinto de supervivencia y por fortuna. La tripulaci¨®n nos enga?¨®", explica Salvador Montserrat, vecino de Matar¨® de 53 a?os. Es uno de los 60 espa?oles que viajaban en el naufragado Costa Concordia y que ahora han decidido acudir a la justicia para que les compense por las "negligencias" de la tripulaci¨®n. La indemnizaci¨®n que ha ofrecido, de forma unilateral, la compa?¨ªa (de 11.000 euros) les parece insuficiente para reparar los da?os sufridos; en especial, los psicol¨®gicos.
Elena Arias, de 34 a?os y tambi¨¦n catalana (de Pallej¨¤) coincide con Montserrat en el diagn¨®stico: quienes llevaron la peor parte en el siniestro fueron los que obedecieron a pie juntillas las instrucciones de la tripulaci¨®n. Arias viajaba junto a su marido, sus dos hijos (de siete y tres a?os) sus suegros y su cu?ado. Estaban cenando cuando notaron "un golpe". Poco despu¨¦s, su instinto le llev¨® a desobedecer la orden de la tripulaci¨®n de regresar, tranquilamente, a los camarotes, ya que se trataba de un sencillo fallo el¨¦ctrico que iba a solucionarse pronto.
Cuando logr¨® subirse a uno de los botes, la familia de Arias se sinti¨® a salvo. Vana ilusi¨®n. "Los cocineros no sab¨ªan bajar los botes y nos quedamos all¨ª colgados. el bote de mis suegros volc¨®, mi hija me preguntaba si ¨ªbamos a morir". Al final todo sali¨® bien para ellos, pero su vivencia revela una sola de las "m¨²ltiples negligencias" cometidas por parte de los responsables del Costa Concordia, ha explicado hoy el abogado de los perjudicados, Jos¨¦ Mar¨ªa Fuster-Fabra. "Empezando por la extra?a maniobra del capit¨¢n, todo fue un desastre. La evacuaci¨®n fue ca¨®tica. Adem¨¢s, por megafon¨ªa solo dijeron una cosa en castellano: que hab¨ªa un problema t¨¦cnico y que se fueran a los camarotes".
Fuster-Fabra considera que la propuesta econ¨®mica de la empresa es "insuficiente" y est¨¢ recabando toda la informaci¨®n sobre las v¨ªctimas y las circunstancias del caso para presentar una demanda en los tribunales. "No podemos hablar a¨²n de cuant¨ªas, pero fijaremos un m¨ªnimo que depender¨¢n de cada caso particular". Por ahora, son unos 60 afectados los que cuentan con el abogado para sus reclamaciones. Las v¨ªctimas empezaron a organizarse a trav¨¦s de las redes sociales.
El abogado no descarta acudir a la v¨ªa penal si se puede imputar alg¨²n comportamiento delictivo a miembros de la tripulaci¨®n de nacionalidad espa?ola.La demanda tambi¨¦n podr¨ªa dirigirse contra las agencias de viajes, al tratarse de un viaje combinado. Las v¨ªctimas esperan contar, adem¨¢s, con el apoyo de las agencias de consumidores (estatal y auton¨®mica) y de la fiscal¨ªa, a la que animan a sumarse a la demanda en apoyo del inter¨¦s general.
"No se dijo la verdad y la gente se tuvo que arreglar por su cuenta", a?ade el abogado en un an¨¢lisis que comparten la docena de pasajeros que hoy han acudido a su despacho a dar la cara y explicar su historia en el Costa Concordia. Las 60 v¨ªctimas que desean llevar el caso a los tribunales, la mayor¨ªa catalanas, recuerdan a¨²n emocionados lo sucedido aquella jornada.
"Tuve la adrenalina a tope y eso me ayud¨®. Cuando volv¨ª a Barcelona y vi a mi hermano, me derrumb¨¦ y me ech¨¦ a llorar", explica Montserrat. "La gente se port¨® m¨¢s o menos bien, no hubo situaciones de histeria", a?ade. Le siguen en el relato Silvina Ib¨¢?ez, argentina de 42 a?os, y Pablo Ventricci, italiano de 41, que viven en Sant Andreu de Llavaneres (Maresme). "Ten¨ªamos que dar un salto para caer en el bote. Le dije a mis hijos que se imaginara en Port Aventura y saltara. Mi hija me dec¨ªa que no quer¨ªa morir",explica Ib¨¢?ez.
La familia lleg¨® sana y salva a la isla, donde, ante la ausencia de responsables del Costa Concordia, se encontraron con gente hospitalaria que les ayud¨® en los primeros momentos. "El cura se port¨® genial, nos dej¨® su tel¨¦fono m¨®vil, nos llevaba caf¨¦ de su casa", recuerda, emocionada. Ib¨¢?ez es una de las que tambi¨¦n ha sufrido da?os f¨ªsicos y se?ala que a sus hijos le han quedado secuelas por el accidente. "Mi hijo se asusta cuando est¨¢ en la ducha bajo el agua. Mi hija, que tiene 14 a?os, sue?a con que se ahoga".
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