El r¨¦gimen sirio secuestra a familiares de opositores para doblegarles

Yara Chammas, de 22 a?os, estudiante de inform¨¢tica, cenaba, el mi¨¦rcoles de la semana pasada, con otros once amigos, en el restaurante Ninar del viejo Damasco. Unos hombres de paisano irrumpieron en el local y se los llevaron a todos a punta de pistola.

¡°Mi hija no es una salafista, no est¨¢ afiliada a ning¨²n movimiento extremista¡±, repite hasta la saciedad su padre, Michel Chammas, uno de los m¨¢s c¨¦lebres abogados sirios que ha defendido a numerosos islamistas y otros opositores.

Yara no fue apresada por ser una radical. ¡°Es harto probable que la joven haya sido secuestrada para presionar a su padre¡±, asegura por tel¨¦fono el exdiplom¨¢tico franc¨¦s Ignace Leverrier que coordina un blog sobre Siria.

¡°La chica desapareci¨® el mi¨¦rcoles pero hasta el domingo no estuvimos seguros de lo que hab¨ªa sucedido¡±, comenta al tel¨¦fono el letrado Anuar al Bounni, que comparte en Damasco despacho con un Michel Chammas destrozado.

¡°Creemos que est¨¢ en la llamada Divisi¨®n Palestina¡±, precisa Al Bounni, refiri¨¦ndose al principal centro de interrogatorios de la seguridad militar siria. ¡°El domingo pedimos a la fiscal¨ªa que investigue el paradero de Yara¡±.

Varias organizaciones jur¨ªdicas independientes sirias y la Asociaci¨®n Siria para la Defensa de los Derechos Humanos han exigido la libertad de los j¨®venes empezando por la de Yara. Leverrier no tiene ninguna duda: ¡°El r¨¦gimen sirio golpea a aquellos que no se doblegan, all¨ª donde m¨¢s les duele¡±. ¡°Por eso van a por sus hijos, a por su familia¡±, sostiene.

El abogado Chammas es de los que no se doblega. El mismo d¨ªa en que capturaron a su hija hab¨ªa publicado la tercera entrega de un largo comentario titulado Los cristianos de Siria y el miedo al cambio.

¡°No hay nada extra?o en que la mayor¨ªa de los dignatarios religiosos est¨¦n del lado del r¨¦gimen porque la mayor¨ªa de ellos intenta preservar los privilegios de los que gozan¡±, escrib¨ªa Chammas en la web All4Syria.

Esa actitud est¨¢, seg¨²n ¨¦l, ¡°en contradicci¨®n con la historia de los cristianos de Oriente y el recorrido de la Iglesia desde San Juan de Antioqu¨ªa¡±, uno de los cuatro padres fundadores de la Iglesia de Oriente.

¡°Escuchen lo que dicen, pero no hagan lo que ellos hacen¡±, recomendaba tambi¨¦n Chammas a prop¨®sito del pronunciamiento del patriarca cat¨®lico maronita Bechara Rai. Este declar¨® en una entrevista con la agencia Reuters que el sirio es ¡°el r¨¦gimen m¨¢s cercano a la democracia¡± en el mundo ¨¢rabe.

La determinaci¨®n del abogado irrita al r¨¦gimen del presidente Bachar el Asad, que afirma luchar contra terroristas islamistas y proteger a las minor¨ªas confesionales empezando por los cristianos.

Para m¨¢s inri Chammas ha hecho un pormenorizado an¨¢lisis cr¨ªtico de la nueva Constituci¨®n aprobada en refer¨¦ndum el 26 de febrero. Pero ahora, desesperado, la invoca para recordar que su art¨ªculo 53 prev¨¦ que las detenciones solo pueden prorrogarse por orden judicial. En el caso de Yara no se ha respetado.

¡°Hay una s¨®lida tradici¨®n en Siria de neutralizar o de vengarse del disidente de prestigio a trav¨¦s de sus seres queridos¡±, recuerda el exdiplom¨¢tico Leverrier.

El ejemplo m¨¢s reciente es el del secuestro, la semana pasada, de la esposa y los seis hijos del general de brigada Fayez Amro, que desert¨® y ahora es el vicepresidente del Alto Consejo Revolucionario Militar, integrado por oficiales que no se han apuntado al Ej¨¦rcito Sirio Libre.

La familia de Amro fue apresada por agentes del servicio secreto de la Fuerza A¨¦rea despu¨¦s de que, en la semana a caballo sobre febrero y marzo, desertaran nada menos que medio centenar de oficiales, incluidos seis generales, cuatro coroneles y una mujer teniente. Secuestrando a los Amro se trataba, probablemente, de frenar la hemorragia.

La siniestra tradici¨®n se remonta a los tiempos de Hafez el Asad (presidente desde 1971 a 2000) que mand¨® secuestrar a un par de hijos de Hermanos Musulmanes exiliados tras la revuelta de Hama en 1982. Fueron detenidos cuando regresaban de vacaciones a Siria para obligar a sus padres a entregarse.

Con Bachar el Asad la tradici¨®n se reanud¨® en 2001 cuando el diputado independiente Riad Seif denunci¨® el monopolio de la telefon¨ªa celular del que gozaba la familia del presidente. El hijo de Seif se fue unos d¨ªas de vacaciones a Lataquia, en el norte del pa¨ªs, y nunca regres¨®.

El padre persisti¨® en su denuncia de la corrupci¨®n y acab¨® condenado a cinco a?os. Cuando sali¨® de prisi¨®n explic¨® a los periodistas que se le hab¨ªa vetado hablar con la prensa y con diplom¨¢ticos y que sus empresas hab¨ªan sido declaradas en bancarrota.