El despertar del letargo
Las protestas multitudinarias tras las elecciones parlamentarias de diciembre y las presidenciales de marzo han perdido fuelle en Rusia y a la oposici¨®n al r¨¦gimen le queda a¨²n mucho trabajo por hacer si quiere convertirse en una alternativa estructurada al sistema dirigido por Vlad¨ªmir Putin. Sin embargo, la relaci¨®n entre las autoridades y la ciudadan¨ªa se est¨¢ redefiniendo sobre unas nuevas bases. La situaci¨®n se caracteriza hoy por su ¡°car¨¢cter imprevisible¡±, como ha dicho en el presidente del Centro de Elaboraciones Estrat¨¦gicas, Mija¨ªl Dm¨ªtriev, cuyos estudios sociol¨®gicos revelan un amplio descontento social, no limitado a las clases medias ni a las grandes ciudades.
En distintos ¨¢mbitos tem¨¢ticos y en distintos puntos geogr¨¢ficos de Rusia, la sociedad reacciona (de una forma u otra, pero reacciona) ante los sucesos que percibe como abusos de poder, deficiencias de servicios o amenazas para libertades y derechos. Se trata de sucesos heterog¨¦neos y dispersos que no pueden ser analizados conjuntamente, pero que muestran un nuevo nivel de sensibilidad ciudadana. He aqu¨ª tres de ellos:
El 9 de marzo en Kaz¨¢n (la capital de la rep¨²blica de Tatarst¨¢n), un individuo de 53 a?os, fue detenido en supuesto estado de embriaguez y llevado a una comisar¨ªa. Al d¨ªa siguiente, el detenido, Sergu¨¦i Naz¨¢rov, tuvo que ser ingresado en una cl¨ªnica donde le fue diagnosticado un ¡°desgarramiento del recto¡±. Naz¨¢rov falleci¨® tras ser operado, pero antes pudo comunicar a sus parientes que hab¨ªa sido violado por los agentes de polic¨ªa con una botella de champa?a.
El resultado del esc¨¢ndalo ha sido la detenci¨®n de cinco agentes y su expulsi¨®n del cuerpo. A Kaz¨¢n acudi¨® una brigada especial del ministerio del Interior de Mosc¨², la comisar¨ªa en cuesti¨®n ha sido disuelta y 87 funcionarios deber¨¢n pasar ante un tribunal examinador antes de volver a ejercer al servicio del orden p¨²blico. Esta semana en Kaz¨¢n, han sido detenidos dos agentes m¨¢s, sospechosos de haber torturado a un t¨¦cnico inform¨¢tico de 22 a?os, al que llamaron para arreglar los ordenadores policiales y al que obligaron a confesar un hurto no cometido.
El incidente sucede despu¨¦s tras la entrada en vigor de una cacareada reforma del sistema policial, una de las grandes iniciativas de la presidencia de Dmitri Medv¨¦dev. Para explicarlo se argumenta con la aparici¨®n de nuevos males (la degradaci¨®n del sistema educativo) y la persistencia de antiguos, tales como los criterios de eficacia basados en las estad¨ªsticas de delincuentes capturados y delitos resueltos. Es decir, si un colectivo policial no sabe trabajar de forma profesional para capturar delincuentes aut¨¦nticos y resolver delitos reales, puede experimentar la tentaci¨®n de torturar a cualquier desgraciado para arrancarle una confesi¨®n y cumplir con las estad¨ªsticas. El esc¨¢ndalo de Kaz¨¢n ha sido recogido con todo lujo de detalles en los medios de comunicaci¨®n y algo m¨¢s de un centenar de personas se manifestaron ante la sede del ministerio del Interior en Kaz¨¢n portando botellas vac¨ªas de champa?a y exigiendo el cese del jefe del ministro del Interior de Tatarst¨¢n. El 13 de abril, el ministro del Interior de Rusia, Rashid Nurgal¨ªev tiene que comparecer ante la Duma Estatal (c¨¢mara baja del Parlamento) para explicar lo sucedido.
Un segundo caso hace referencia al canal de televisi¨®n NTV, que es propiedad del grupo de medios de comunicaci¨®n de Gazprom, el monopolio de exportaci¨®n de gas. El domingo pasado, cerca de mil personas se manifestaron en Mosc¨² junto a los estudios centrales de NTV para protestar por la emisi¨®n de un ¡°pseudodocumental¡± titulado ¡°Anatom¨ªa de la Protesta¡± en el que se acusaba a los l¨ªderes de la oposici¨®n de ser pr¨¢cticamente agentes a sueldo de EEUU. La polic¨ªa detuvo a cerca de cien personas (liberadas despu¨¦s) y NTV respondi¨® desafiante y volvi¨® a pasar el ¡°pseudodocumental¡± el domingo por la noche. Pero ni siquiera en una televisi¨®n tan dependiente como NTV, el Kremlin goza de la comodidad del pasado para difundir los productos propagand¨ªsticos realizados con la rancia estil¨ªstica del Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB). La oposici¨®n ha exhortado a boicotear la cadena NTV y la presi¨®n social hace que todos tengan que reaccionar: los periodistas que trabajan profesionalmente en el canal, desmarc¨¢ndose de la utilizaci¨®n propagand¨ªstica del mismo; los grandes anunciantes (la multinacional de la limpieza Procter and Gamble), declarando que no quieren ser instrumentalizados en el problema y el director general del grupo de medios de Gazprom invocando la ¡°libertad de expresi¨®n¡± para la risa de sus subordinados.
El tercer caso es una ley de car¨¢cter y ¨¢mbito local que entr¨® en vigor el 17 de marzo en San Petersburgo. Seg¨²n esta ley, la ¡°propaganda de la homosexualidad y la pedofilia entre los menores¡± puede ser castigada con multas administrativas. La ley, que invoca los ¡°derechos de la mayor¨ªa¡±, es confusa en sus definiciones y forma de aplicaci¨®n y responde a una iniciativa del grupo parlamentario de Rusia Unida (RU) en el consistorio de la segunda ciudad del pa¨ªs. El documento ha sido criticado por Amnesty International, el Consejo de Europa y otras organizaciones internacionales que la consideran contraria a los derechos de los homosexuales. Colectivos rusos de defensa de derechos de gays y lesbianas han anunciado protestas, pero los responsables de la iniciativa siguen en sus trece, con el apoyo de los sectores clericales de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y esperan que la Duma Estatal apruebe una ley semejante a escala de todo el Estado.
Y as¨ª podr¨ªamos seguir con otros ejemplos que indican el fin del letargo invernal en Rusia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.