Las dos caras de un presidente que es candidato
Sarkozy gestiona con temple la crisis en plena campa?a electoral
Seguramente resulta c¨ªnico, adem¨¢s de imposible, calcular las consecuencias pol¨ªticas de la acci¨®n de un fan¨¢tico que en 10 d¨ªas asesina a sangre fr¨ªa a siete personas inocentes. Pero es f¨¢cil adivinar que el candidato-presidente Nicolas Sarkozy ha visto en esta emergencia sin precedentes una gran oportunidad de sacar r¨¦ditos a su doble condici¨®n ante las elecciones del 22 de abril y el 6 de mayo. El candidato sin programa, vulgar y demagogo que era Sarkozy hace solo cinco d¨ªas, ha dado paso al presidente protector, unitario, perfectamente sensato y eficaz. Ahora, los electores deber¨¢n decidir si permiten al candidato rentabilizar electoralmente la operaci¨®n policial contra Mohamed Merah, un joven de 24 a?os nacido y criado en la abandonada banlieue de Toulouse, donde no llega la maquinaria estatal de la Rep¨²blica Francesa.
La gesti¨®n de la crisis que Sarkozy ha puesto en escena desde que el lunes pasado Merah atac¨® la escuela jud¨ªa de Toulouse matando a tres ni?os y a un adulto ha combinado el temple, la compasi¨®n, la sagacidad pol¨ªtica, incluso la sensibilidad ecum¨¦nica y la talla de estadista que defiende los derechos y libertades de sus ciudadanos incluso en el peor escenario posible. Algunos le han reprochado cierta lentitud al suspender la campa?a, alguna presencia demasiado espectacular, y la torpeza menor de usar un lenguaje brutal con los ni?os que le acompa?aron en el minuto de silencio en Par¨ªs, pero en general todo el mundo ha reconocido en Francia que el jefe del Estado ha ejercido los atributos de su cargo de una forma irreprochable.
Ir¨®nicamente, solo unos d¨ªas antes de convertirse en modelo, el presidente olvid¨® ejercer estas admirables virtudes, y neg¨® su cercan¨ªa institucional y su calor humano a las familias de los tres paracaidistas franco-magreb¨ªes asesinados por Merah. Estas se han quejado amargamente en la prensa local de que no recibieron ¡°ni una llamada del El¨ªseo¡±.
La actitud de Sarkozy fue a¨²n menos comprensible durante su campa?a electoral previa, cuando alent¨® los peores instintos populistas y us¨® una dial¨¦ctica extremista y maniquea, nada acorde con los valores de la Rep¨²blica, para dividir a los franceses en buenos y malos, nacionales e inmigrantes, trabajadores y parados, hasta subrayar su voluntad de ¡°defender sobre todo el derecho de los cristianos a vivir en paz¡±.
Lo cierto es que las crisis y las emergencias con factor humano han sido siempre una gran especialidad de Sarkozy desde los tiempos en que era alcalde de Neuilly, en 1993, cuando particip¨® en la negociaci¨®n con los secuestradores de unas j¨®venes de su distrito codo a codo con las fuerzas de ¨¦lite de la polic¨ªa, RAID, que lograron liberarlas y desde entonces fueron consideradas por el prometedor pol¨ªtico como ¡°la vitrina¡± de la polic¨ªa.
Ahora la joya de los cuerpos de seguridad puede haber brindado a Sarkozy una nueva ocasi¨®n de lucimiento, tras largas horas de negociaci¨®n entre la polic¨ªa y el asesino. Pasadas las dos de esta tarde un canal de televisi¨®n ha dado la noticia de la detenci¨®n de Mohamed Merah en el preciso instante en que Sarkozy llegaba desde Par¨ªs al cuartel de Toulouse donde han sido evacuados los vecinos de la casa en la que se ha atrincherado el terrorista.
Solo unos cientos de metros han separado entonces al presidente protector del villano implacable que puso en vilo al pa¨ªs. Los locutores del canal de informaci¨®n continua BFM han resaltado ese dato varias veces, como si esperaran que Sarkozy se acercara hasta la casa del yihadista para hacerse una buena foto con el presunto asesino esposado ante el furg¨®n.
Pocos minutos despu¨¦s, Interior ha desmentido la detenci¨®n, y se esfumaban las fantas¨ªas de un final a lo grande, mientras el presidente de la Rep¨²blica se dirig¨ªa hacia el cuartel de paracaidistas de Montauban para, ahora s¨ª, rendir homenaje a los tres militares franco-magreb¨ªes ca¨ªdos a manos del asesino de la moto. Sarkozy ha llegado con mucho retraso, no pudo hacer el importante anuncio que hab¨ªa prometido, y se ha marchado a toda velocidad.
Su m¨¢ximo rival, Fran?ois Hollande, que se ha comportado como un pol¨ªtico de talla antes, durante y despu¨¦s de los atentados, merece menci¨®n aparte por su elegancia al no instrumentalizar las dos caras de Sarkozy.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.