El Papa reza por los presos cubanos en el santuario de la Virgen del Cobre

Benedicto XVI rez¨® este martes por los presos y las familias separadas en el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, el m¨¢s emblem¨¢tico de los templos de Cuba. Un santuario de peregrinaci¨®n, lleno de ofrendas variadas, que van desde membretes del movimiento 26 de julio hasta fotos de los prisioneros pol¨ªticos de la Primavera Negra de 2003. ¡°He suplicado por las necesidades de los que sufren, de los que est¨¢n privados de libertad, separados de sus seres queridos o que pasan por graves momentos de dificultad¡±, dijo el Papa. Justo en este 2012 se celebra el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de Cachita, como tambi¨¦n se conoce popularmente a la Virgen del Cobre.

La v¨ªspera, 21 salvas de artiller¨ªa hab¨ªan recibido a Benedicto XVI en el aeropuerto de Santiago de Cuba, donde lleg¨® procedente de M¨¦xico. Ah¨ª le esperaba el presidente cubano, Ra¨²l Castro. La tarde se ve¨ªa nublada, los cardenales mostraban sus solideos escarlatas y la roj¨ªsima alfombra invitaba a que ambos jefes de Estado caminaran sobre ella. Castro pronunci¨® unas palabras de bienvenida enfocadas en la historia nacional y con su consecuente carga de denuncia antiimperialista. ¡°Su Santidad podr¨¢ dirigirse a un pueblo de convicciones profundas que le escuchar¨¢ atento y respetuoso¡±, concluy¨® el mandatario.

El Papa arrib¨® acompa?ado por cierta dosis de esc¨¢ndalo, derivada de sus declaraciones sobre que ¡°el comunismo no funciona ya en Cuba¡±, dichas en el viaje hacia M¨¦xico. A pesar de ese precedente, su alocuci¨®n nada m¨¢s llegar a la isla calm¨® un tanto los ¨¢nimos de las autoridades cubanas. Pronunci¨® frases m¨¢s bien cordiales y muy diplom¨¢ticas, donde la nota para recordar fue la afirmaci¨®n de que "Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, est¨¢ mirando ya al ma?ana".

Durante el recorrido de ocho kil¨®metros que lo llev¨® por la ciudad de Santiago de Cuba hasta el Arzobispado, se ve¨ªan miles de personas sacudiendo peque?as banderas de colores a ambos lados de las avenidas y de las calles. Llamaba la atenci¨®n la ausencia de carteles, evidencia de las orientaciones impartidas en centros de estudio y de trabajo sobre la no pertinencia de llevar textos impresos. Los presentadores televisivos repet¨ªan una y otra vez que en la multitud hab¨ªa tanto "creyentes como no creyentes". Mientras esto ocurr¨ªa, los pocos activistas de la oposici¨®n que a¨²n conservaban su servicio de telefon¨ªa m¨®vil segu¨ªan informando de detenciones y arrestos domiciliarios para impedirles llegar al lugar.

El momento m¨¢s emotivo de ese "lunes papal" fue sin duda la misa que comenz¨® a¨²n con las luces de la tarde y termin¨® entrada la noche. La plaza Antonio Maceo se notaba ordenada, quiz¨¢s demasiado ordenada si se compara con el ardor popular mostrado por los feligreses en M¨¦xico. Muchos rostros j¨®venes rezaban en primera fila y un excelente trabajo musical acompa?¨® los momentos iniciales de la ceremonia.

El Papa pidi¨® a los cubanos que "den nuevo vigor a su fe" y luchen "para construir una sociedad abierta y renovada". El arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia Episcopal, monse?or Dionisio Garc¨ªa Ib¨¢?ez, hizo una intervenci¨®n enfocada en la necesidad de respeto y de trabajar unidos. "Nos sentimos comprometidos con una rep¨²blica pr¨®spera incluyente y participativa", enfatiz¨®, recordando el "con todos y para el bien de todos" de Jos¨¦ Mart¨ª. El ojo atento de una c¨¢mara capt¨® el momento en que un hombre gritaba una consigna anticomunista y era evacuado por la fuerza. Para cuando el Papa termin¨® su homil¨ªa, una repentina y fina lluvia ca¨ªa sobre una de las zonas del pa¨ªs m¨¢s azotada por la prolongada sequ¨ªa. La gente se santiguaba, se retiraba ordenadamente de la amplia explanada y la primera jornada de Benedicto XVI en Cuba llegaba a su fin.

Este martes, antes del mediod¨ªa, el avi¨®n de Benedicto XVI ha sobrevolado la isla con destin¨® a La Habana, para el encuentro oficial con Ra¨²l Castro. Ma?ana oficiar¨¢ misa en el "punto rojo de la Cuba roja", la mism¨ªsima Plaza de la Revoluci¨®n de la capital, donde ya todo est¨¢ preparado para recibirlo. Pero entre las grandes interrogantes que quedan por despejar est¨¢ si el Sumo Pont¨ªfice tambi¨¦n acceder¨¢ a intercambiar palabras con el expresidente Fidel Castro. El venezolano Hugo Ch¨¢vez, que viaj¨® a la isla para comenzar un tratamiento de radioterapia por el c¨¢ncer que padece, ha asegurado que no se reunir¨¢ con el Papa porque "no quiere interferir" en la agenda del pont¨ªfice.

Muchos cubanos aguardan por que m¨¢s all¨¢ de la agenda oficial, alguna cita imprevista se salga del cronograma anunciado¡­ aguardan quiz¨¢s un milagro. Apenas un minuto para escuchar otras voces m¨¢s all¨¢ de las estrictamente oficiales o pastorales y el viaje de Joseph Ratzinger puede empezar a hacer historia.