Los independentistas tuareg toman las grandes ciudades del norte de Mal¨ª
El avance secesionista y la presi¨®n diplom¨¢tica acorralan a los l¨ªderes golpistas
El capit¨¢n Amadou Haya Sanogo, el golpista que el 22 de marzo depuso al presidente electo de Mali, afirm¨® este domingo que devolver¨¢ el poder a la sociedad civil y restablecer¨¢ la Constituci¨®n de 1992 y las instituciones republicanas. Sanogo hizo un llamamiento a partidos, l¨ªderes religiosos y asociaciones para poner en marcha los ¨®rganos necesarios para la celebraci¨®n de ¡°unas elecciones libres, abiertas y democr¨¢ticas¡±. El oficial asegur¨® que no participar¨¢ en los comicios, pero no puso fecha a los mismos y tampoco precis¨® si el presidente defenestrado, Amadou Toumani Tour¨¦, podr¨¢ regresar al poder.
Todo apunta a que Sanogo da marcha atr¨¢s agobiado por la fulgurante ofensiva tuareg en el norte del pa¨ªs, que ya ha conquistado las principales ciudades de la regi¨®n tuareg, y por el rechazo tajante al golpe de Estado de los pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (CEDEAO).
El militar golpista, que se alz¨® en armas contra un presidente al que acus¨® de desentenderse del problema secesionista, adopt¨® esta decisi¨®n despu¨¦s de que los rebeldes tomaran las ciudades de Kidal y Gao entre el viernes y el s¨¢bado, y el domingo ombuct¨², tras ser abandonada por el Ej¨¦rcito, seg¨²n inform¨® el Movimiento Nacional para la Liberaci¨®n de L¡¯Azawad (MNLA), el grupo independentista tuareg, cuya zona de influencia se extiende tambi¨¦n a Argelia y N¨ªger, y en cuyo subsuelo se ha encontrado petr¨®leo y gas.
El MNLA anunci¨® por la noche que daba por concluidas las operaciones militares y ped¨ªa a la CEDEAO que no interviniera militarmente. Nada indica que los tuaregs tengan intenci¨®n de seguir descendiendo hacia el sur. Su objetivo es ¨²nicamente Azawad.
La hist¨®rica ciudad de Tombuct¨², floreciente siglos atr¨¢s por el tr¨¢fico de esclavos y el comercio de oro, se encontraba el domingo por la tarde en manos de ¨¢rabes aut¨®ctonos y del grupo salafista Ansar el Din. El MNLA aseguraba que hab¨ªa acabado ¡°con la ocupaci¨®n maliense de Tombuct¨²¡±. Seg¨²n fuentes civiles, el caos provocado por la ausencia de las fuerzas de seguridad propici¨® actos de vandalismo y saqueo.
La p¨¦rdida de Gao, donde el Ej¨¦rcito contaba con un cuartel del Ej¨¦rcito de Tierra y uno del Ej¨¦rcito del Aire, supuso una importante victoria para los tuaregs, pero sobre todo un duro golpe para la poblaci¨®n maliense. En la toma de la principal ciudad del norte del pa¨ªs participaron Ansar el Din, el MNLA y 500 militares de las tropas de tierra del coronel Gamou, de etnia tuareg, que junto a un superior desertaron del Ej¨¦rcito para unirse a las filas del MNLA con todo su armamento.
Gamou hab¨ªa reforzado su poder en el norte gracias a los Acuerdos de Argel de 2006 firmados entre el presidente Tour¨¦ y los rebeldes tuaregs, con el fin de pacificar la regi¨®n tras el levantamiento de ese mismo a?o, el tercero desde la independencia de Mal¨ª en 1960. Sin embargo, el tratado hab¨ªa sido juzgado como el m¨¢s deficiente de los alcanzados con los tuaregs y desde distintos ¨¢mbitos se hab¨ªa llamado a su revisi¨®n.
Ahora, y desde el pasado s¨¢bado, el ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Djibrill Bassol¨¦, se encontraba en Bamako, en representaci¨®n de la CEDEAO, para negociar una salida a la crisis del norte y el retorno al sistema constitucional. La organizaci¨®n regional hab¨ªa dado un ultim¨¢tum de 72 horas para reinstaurar el orden previo. De no comprometerse a la entrega del poder antes de la medianoche del domingo, hab¨ªa previsto imponer un embargo diplom¨¢tico y econ¨®mico a Mal¨ª, de consecuencias dram¨¢ticas para los habitantes del pa¨ªs. Desde el golpe de Estado, en Bamako se dan continuos cortes de agua y de luz, y Costa de Marfil ¡ªv¨ªa de la mayor parte de las importaciones y exportaciones malienses¡ª ya hab¨ªa cerrado sus fronteras.
Respecto a la cuesti¨®n del independentismo en el norte, la CEDEAO confirm¨® que tiene preparados 2.000 soldados para una posible intervenci¨®n contra la rebeli¨®n tuareg, que contin¨²a incrementando el n¨²mero de desplazados tanto internos como hacia los pa¨ªses vecinos.
La cuesti¨®n del norte de Mal¨ª es un problema complejo que re¨²ne aspectos pol¨ªticos, culturales, geogr¨¢ficos, econ¨®micos y estrat¨¦gicos. Mal¨ª est¨¢ compuesta por ocho regiones m¨¢s el distrito de Bamako, la capital, pero las tres regiones septentrionales, Kidal, Gao y Tombuct¨², ocupan dos tercios del territorio nacional, aunque en ¨¦l vive solo el 20% de una poblaci¨®n de 14,5 millones.
Decisivo ha sido para este alzamiento que se inici¨® el 17 de enero el retorno de los tuaregs que lucharon en Libia con las tropas de Gadafi. Sobre todo porque volvieron cargados de armas, veh¨ªculos y munici¨®n. Ahora bien, el desconcierto generado tras el golpe de Estado ha permitido que los tuaregs hayan podido llevar a cabo una ofensiva de semejante magnitud en una regi¨®n que desde hace a?os ha sido h¨¢bitat de grupos de traficantes de armas, personas y drogas, adem¨¢s de c¨¦lulas terroristas de Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI) y grupos salafistas como Ansar el Din, que defienden la implantaci¨®n de la sharia en un Azawad libre.
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