Argentina mantiene en vilo a Repsol

El 2 de abril transcurri¨® de forma m¨¢s pac¨ªfica de lo que se preve¨ªa. El d¨ªa en que Argentina conmemoraba el 30? aniversario del inicio de la guerra de las Malvinas las expectativas de los medios locales no se centraron en las relaciones con Reino Unido, sino en la supuesta renacionalizaci¨®n de Repsol-YPF que la presidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, pod¨ªa anunciar este lunes en Ushuaia. Por los despachos de algunas autoridades circularon borradores de un proyecto de ley por el cual el Gobierno asumir¨ªa el control de m¨¢s de la mitad de las acciones de la empresa. Pero aunque algunos medios argentinos informaron de que la presidenta anunciar¨ªa la nacionalizaci¨®n durante el discurso sobre la guerra perdida, finalmente Fern¨¢ndez se limit¨® a hablar de las Malvinas.

Tras apelar al di¨¢logo con Reino Unido e indicar que el viernes solicit¨® a la Cruz Roja Internacional que le ayudase en la identificaci¨®n de los ca¨ªdos, Fern¨¢ndez dijo: ¡°Todos merecen tener su nombre en una l¨¢pida y cada madre tiene ese derecho inalienable de enterrar a sus muertos¡±. Y a?adi¨®: ¡°Es una injusticia que en pleno siglo XXI subsistan enclaves coloniales como los que tenemos aqu¨ª, a pocos kil¨®metros¡±.

Ni mencion¨® a la petrolera ni habl¨® sobre el d¨¦ficit energ¨¦tico que padece el pa¨ªs. Pero la batalla contra la mayor compa?¨ªa espa?ola, y por tanto contra el Gobierno espa?ol, contin¨²a.

El pasado 1 de marzo, durante el discurso que pronunci¨® la presidenta con ocasi¨®n de la apertura del a?o legislativo, se esperaba tambi¨¦n un anuncio de nacionalizaci¨®n. Pero Fern¨¢ndez tambi¨¦n evit¨® entonces mencionar ninguna medida dr¨¢stica. Parec¨ªa que una llamada del rey Juan Carlos y el viaje rel¨¢mpago que emprendi¨® a Buenos Aires el ministro de Industria espa?ol, Jos¨¦ Manuel Soria, surtieron efecto aquella semana. Tal vez s¨ª o tal vez no.

Pero el Gobierno argentino continu¨® despu¨¦s de aquel discurso hostigando a Repsol. Conmin¨® a los gobernadores a que rescindieran contratos con Repsol-YPF, ellos obedecieron y el valor burs¨¢til de la compa?¨ªa sigui¨® descendiendo en Wall Street como lo ven¨ªa haciendo desde enero, cuando comenzaron las hostilidades contra la empresa. Y este lunes volvieron a caer sus acciones. En Argentina muchos analistas consideran que la estrategia de Fern¨¢ndez de Kirchner consiste en erosionar el patrimonio de la compa?¨ªa lo suficiente como para que le sea factible comprar m¨¢s del 50% de las acciones. Pero nada se sabe con certeza todav¨ªa.

En el ¨²ltimo mes le han sido retiradas a Repsol-YPF varias ¨¢reas de explotaci¨®n bajo el pretexto de que la empresa no invert¨ªa lo suficiente en ellas. La ¨²ltima medida de hostigamiento la efectu¨® el gobernador de Chubut, Mart¨ªn Buzzi, al anunciar el pasado fin de semana que pensaba retirar la concesi¨®n de Manantiales Behr, un yacimiento que, seg¨²n Buzzi, concentra el 10% de la producci¨®n petrolera de todo el pa¨ªs.

Pocas voces o ninguna se han elevado desde los esca?os de la oposici¨®n en el Congreso. Tampoco se ha manifestado en p¨²blico ning¨²n empresario. Cuando el Gobierno habla de recuperar la ¡°soberan¨ªa energ¨¦tica nacional¡± sabe que est¨¢ empleando palabras que despiertan el apoyo incondicional de la mayor¨ªa de los argentinos, como cuando se habla de las Malvinas.

Durante los m¨¢s de cien a?os de historia de YPF, bajo la sombra de esas tres letras se construyeron hospitales, carreteras, escuelas y ciudades. En el imaginario colectivo ese nombre sigue asociada a un momento de la historia argentina en la que la firma YPF produc¨ªa casi todo el petr¨®leo que el pa¨ªs necesitaba. Pero la compa?¨ªa se fue achicando a?o a a?o. En 1954 el propio Juan Domingo Per¨®n llamaba ¡°nacionalistas de opereta¡± a quienes se opon¨ªan a su privatizaci¨®n. Despu¨¦s, en los noventa, YPF arrastraba la fama de ser la ¨²nica petrolera en el mundo que generaba p¨¦rdidas. Y cuando Repsol la compr¨® en 1998, la operaci¨®n cont¨® con el apoyo de N¨¦stor Kirchner y Cristina Fern¨¢ndez.

Ahora, Repsol ha accedido a dejar sus beneficios en el pa¨ªs, a invertirlos en recapitalizar la empresa. Pero Fern¨¢ndez quiere m¨¢s, mucho m¨¢s.