Israel declara al escritor G¨¹nter Grass persona non grata por un poema cr¨ªtico

No por tard¨ªa ha sido menos virulenta la reacci¨®n israel¨ª a la publicaci¨®n del poema del pol¨¦mico poema de G¨¹nter Grass. El ministro del Interior israel¨ª, El Yishai, declar¨® el domingo al Nobel de Literatura alem¨¢n persona no grata, lo que incluir¨ªa la prohibici¨®n de entrar en Israel. La medida sucede a una escalada verbal por parte de la clase pol¨ªtica israel¨ª, que ha criticado con extrema dureza la publicaci¨®n del poema titulado ¡°Lo que hay que decir¡±, en el que Grass considera a Israel y su supuesto arsenal nuclear un peligro para la paz mundial. El poema, publicado en varios diarios, incluido EL PA?S, ha desatado una ola de cr¨ªticas en Israel, pero tambi¨¦n en Alemania, contra el escritor alem¨¢n, de 84 a?os.

¡°Los poemas de Grass son un intento de encender el fuego del odio hacia el Estado de Israel y la poblaci¨®n israel¨ª y de hacer avanzar las ideas de las que ¨¦l era un socio p¨²blico cuando visti¨® el uniforme de las SS¡±, declar¨® Yishai en un comunicado en el que luego a?ad¨ªa: ¡°Si G¨¹nter quiere continuar haciendo publicidad de su obra falsa y distorsionada, le sugiero que lo haga en Ir¨¢n, donde encontrar¨¢ un p¨²blico receptivo¡±. El autor de El tambor de hojalata confes¨® en 2006 que durante su adolescencia se alist¨® en las Waffen SS, cuerpo de ¨¦lite de la maquinaria nazi, hecho al que el domingo se refiri¨® Yishai.

No est¨¢ claro que la posici¨®n del ultraortodoxo Yishai estuviera coordinada de antemano con el resto del Ejecutivo de Benjam¨ªn Netanyahu; pero lo cierto es que anoche nadie le hab¨ªa afeado la conducta al ministro, que con su medida corre el peligro de trasladar el debate a los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y de sepultar la ola de simpat¨ªa que Israel ha cosechado tras la publicaci¨®n del poema.

El ministro de Exteriores israel¨ª, Avigdor Lieberman, del partido ultranacionalista Yisrael Beitenu, tambi¨¦n socio del Ejecutivo, volvi¨® el domingo a arremeter contra Grass, al que consider¨® un oportunista. Consider¨® el poema en cuesti¨®n la expresi¨®n ¡°del ego¨ªsmo de los as¨ª llamados intelectuales occidentales, capaces de sacrificar al pueblo jud¨ªo en el altar de los locos antisemitas por segunda vez, con tal de vender unos cuantos libros m¨¢s o logar reconocimiento¡±, dijo Lieberman durante un encuentro con el primer ministro italiano Mario Monti en Israel. El ministro evoc¨® adem¨¢s el Holocausto nazi al indicar que ¡°en el pasado hemos visto c¨®mo peque?as semillas de odio antisemita pueden convertirse en un gran fuego capaz de da?ar a toda la humanidad¡±. Dos d¨ªas antes, el propio Netanyahu consider¨® ¡°vergonzosa la comparaci¨®n [de Grass] entre Israel e Ir¨¢n¡±.

El historiador israel¨ª Tom Segev critic¨® en una entrevista con el semanario alem¨¢n Der Spiegel la decisi¨®n del Gobierno israel¨ª. ¡°Esta es una decisi¨®n absolutamente c¨ªnica y rid¨ªcula por parte del ministro de Interior. Lo verdaderamente terrible es que sit¨²a a Israel en la proximidad de reg¨ªmenes fan¨¢ticos, como por ejemplo Ir¨¢n, pa¨ªses a los que no queremos pertenecer en absoluto¡±. Segev agreg¨® que ¡±preguntar a la gente sobre su opini¨®n pol¨ªtica antes de entrar a un pa¨ªs es censura¡±.

En las p¨¢ginas del izquierdista Haaretz, Gideon Levy consider¨® que Grass ¡±exager¨® innecesariamente y de manera que perjudic¨® su propia posici¨®n¡±, pero tambi¨¦n escribi¨® en su columna que ¡°por supuesto que hay antisemitas en Alemania y que la exigencia de que Alemania nunca olvide est¨¢ justificada. Pero una situaci¨®n en la que cualquier alem¨¢n que se atreva a criticar a Israel sea autom¨¢ticamente considerado antisemita es intolerable¡±.

Uno de los antecedentes m¨¢s recientes a la prohibici¨®n de Grass de entrar en Israel lo protagoniz¨® hace dos a?os el ling¨¹ista y conocido intelectual cr¨ªtico de Israel Noam Chomsky. Las autoridades israel¨ªes le prohibieron entrar a trav¨¦s de la frontera con Jordania y no pudo asistir a un encuentro en el que ten¨ªa programado participar en la universidad palestina de Bir Zeit, en Cisjordania.

Israel sostiene que Ir¨¢n desarrolla un programa nuclear que nada tiene que ver con fines pac¨ªficos. El actual primer ministro Netanyahu desconf¨ªa de la eficacia de las sanciones impuestas hasta el momento por la comunidad internacional contra Ir¨¢n al tiempo que crece la preocupaci¨®n mundial ante un posible ataque unilateral Israel¨ª contra el r¨¦gimen de Teher¨¢n.