La mayor¨ªa de los sondeos sit¨²an a Hollande en cabeza en la primera vuelta
Sarkozy reconoce que se equivoc¨® al ¡°quitar solemnidad¡± al cargo de presidente La primera vuelta de las elecciones presidenciales se celebra el domingo
La campa?a electoral para la primera vuelta de las presidenciales francesas se cierra hoy como empez¨®: Fran?ois Hollande vuelve a ser el m¨¢ximo favorito en casi todas las encuestas. Tras perder terreno ante el presidente Nicolas Sarkozy en marzo, el candidato socialista ha remontado y siete de los ¨²ltimos 10 sondeos le colocan como vencedor del primer turno, por m¨¢rgenes de entre uno y cinco puntos. De las otras tres encuestas, una da ganador al l¨ªder conservador, y dos pronostican un empate en el primer turno. El problema para Sarkozy es que, un d¨ªa m¨¢s, todos los institutos demosc¨®picos sin excepci¨®n coincidieron en se?alar que Hollande ganar¨¢ sin apuros el desempate dentro de 15 d¨ªas.
Cada d¨ªa m¨¢s seguro de sus fuerzas, m¨¢s presidencial y menos sumiso ante las posiciones consensuadas entre la canciller Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, Hollande critic¨® en una entrevista a la emisora de radio Europe 1 la pol¨ªtica del Banco Central Europeo, al mostrarse favorable a que el BCE baje los tipos de inter¨¦s y sugerir que la entidad que preside Mario Draghi preste directamente a los Estados y no a los bancos privados. Adem¨¢s, Hollande no excluy¨® una intervenci¨®n militar en Siria, ¡°si se hiciera bajo el paraguas de la ONU¡±.
El prudente candidato socialista, acusado de blando incluso por sus propios partidarios y compa?eros de partido, corona as¨ª sin un rasgu?o la larga campa?a indiciada en las primarias socialistas de septiembre: sin errores, sin estridencias, sin enamorar perdidamente a nadie, Hollande se ha mantenido siempre educado e ir¨®nico ante el fuego graneado de sus oponentes, y ha intentado copiar la campa?a que en 1981 llev¨® a Fran?ois Mitterrand al El¨ªseo, consigui¨¦ndolo incluso en las cifras: por primera vez desde hace 30 a?os, la izquierda suma en el primer turno una intenci¨®n de voto superior al 46%. Las clases populares y los funcionarios son los sectores m¨¢s fieles a Hollande.
El presidente saliente, por su parte, ha tratado de evitar como fuera el destino vivido por los jefes de Gobierno de Grecia, Espa?a, Portugal e Italia, desalojados del poder durante la crisis de la eurozona, pero parece cada vez m¨¢s lejos de haberlo conseguido. Impopular como ning¨²n presidente anterior, rechazado por m¨¢s del 65% El viernes trat¨® de poner buena cara ante el chaparr¨®n de las encuestas y se mostr¨® convencido de que ahora comienza la verdadera campa?a, la que enfrentar¨¢ ¡°proyecto contra proyecto y personalidad contra personalidad¡±.
Sarkozy intent¨® volver a vestirse el traje de la humildad y en una entrevista a la radio reconoci¨® haber cometido el error de no haber mantenido la "solemnidad" de su cargo: ¡°Al principio del mandato no entend¨ª bien la dimensi¨®n simb¨®lica del papel de presidente¡±, afirm¨®. En una larga conversaci¨®n con Le Figaro, Sarkozy volvi¨® a citar tres veces a Espa?a como ejemplo de lo que su gesti¨®n ha evitado que suceda en Francia.
Los sondeos parecen sugerir que Sarkozy ha empezado a asumir sus errores demasiado tarde, y reflejan adem¨¢s la cortedad de miras pol¨ªticas y la escasa ambici¨®n intelectual de su campa?a, muy inclinada a la extrema derecha y con el miedo por bandera: miedo a la inseguridad y la inmigraci¨®n, miedo a la globalizaci¨®n, miedo a que los socialistas ganen y dejen a Francia como Espa?a. Insistiendo en el s¨ªmil, podr¨ªa decirse que el presidente franc¨¦s ha encontrado en Hollande el Rajoy que encontr¨® Zapatero.
La obsesi¨®n del presidente por intentar seducir a los electores del Frente Nacional le ha llevado a renunciar al centro por puro c¨¢lculo electoral, y en el camino se ha olvidado por completo de la agenda pol¨ªtica internacional, salvo para denostar a Europa por no controlar bien sus fronteras, y terminar robando a Hollande la idea (denostada por ¨¦l mismo solo unos d¨ªas antes) de que el BCE debe ayudar al crecimiento de Europa.
Las encuestas muestran que muchos franceses piensan que la campa?a ha ignorado sus grandes temores, el empleo, la crisis y la globalizaci¨®n. Quiz¨¢ eso ha ayudado a convertir a la izquierda de la izquierda, encarnada en Jean-Luc M¨¦lenchon, en la gran sorpresa de la primavera. El l¨ªder del Frente de Izquierda y candidato del Partido Comunista Franc¨¦s, ha pasado de un 5% a un 14% de intenci¨®n de voto. Crecido e incendiario, el candidato del Frente de Izquierda sigue confiado en pasar a la segunda vuelta, seg¨²n comenta una fuente de su entorno que traduce en votos el fervor que el candidato suscita en sus m¨ªtines.
M¨¦lenchon se coloca a s¨ª mismo en la historia como catalizador del cambio al poner en primera l¨ªnea a una izquierda europea que vuelve a creer. ¡°Hemos cambiado la historia. Hemos derribado a Sarkozy. Su derrota partir¨¢ el eje Merkozy. Y como ella va a caer en las elecciones del oto?o de 2013¡¡±, dec¨ªa ayer euf¨®rico en una reuni¨®n con la prensa extranjera.
Su discurso suena fresco y nuevo pese a no dejar sin tocar ning¨²n viejo estereotipo izquierdista. La paradoja se explica por la novedad de escuchar palabras que van contra el discurso ¨²nico que todo lo inunda. Como gran conocedor que es de Am¨¦rica Latina, M¨¦lenchon encuentra all¨ª ejemplos a seguir, desde el Frente Amplio uruguayo al cambio constitucional que, como ¨¦l quisiera para Francia, propugna el ecuatoriano Rafael Correa. ¡°Ha aplicado la consigna de Argentina: ¡®Que se vayan todos¡¯, que es el t¨ªtulo de mi libro¡±, recuerda a los corresponsales.
Defendi¨® tambi¨¦n la nacionalizaci¨®n de YPF como una prueba de que "la revoluci¨®n ciudadana est¨¢ en marcha" y arremeti¨® contra las grandes corporaciones europeas que han ido a Argentina y a otros pa¨ªses del mundo ¡°para saquearlos¡±.En este sentido, anunci¨® que, si llega al poder, har¨¢ lo mismo [que argentina ha hecho con YPF] con la petrolera francesa Total.
Adem¨¢s, valora el euro, condena el Tratado de Lisboa por sacralizar el liberalismo y arremete contra Estados Unidos: ¡°Est¨¢ en decadencia y s¨®lo aguanta por la fuerza del d¨®lar como moneda de reserva y su poder¨ªo militar¡±. Seg¨²n ¨¦l, Francia deber¨ªa salir de la OTAN: ¡°No queremos que nuestro pa¨ªs se vea embarcado en las aventuras militares de Estados Unidos¡±.
La encuesta de Ipsos publicada el viernes por Le Monde coloca a M¨¦lenchon dos puntos por debajo de Marine Le Pen (16%). Aunque todav¨ªa hay un 17% de electores que se declaran indecisos y un 11% que afirma que todav¨ªa puede cambiar de opini¨®n, los polit¨®logos descartan una sorpresa como la de 2002, cuando Jean-Marie Le Pen dej¨® fuera del desempate al socialista Lionel Jospin. Hollande (29%) y Sarkozy (25,5%) no tendr¨¢n ning¨²n problema para pasar juntos a la segunda vuelta.
La decisi¨®n final, dentro de dos semanas, parece ya cantada: las encuestas convierten en una quimera cualquier esperanza de que Sarkozy remonte. Los te¨®ricos trasvases de votos le son muy desfavorables. Casi la mitad de los electores del Frente Nacional piensa "traicionar" al l¨ªder de la derecha el 6 de mayo: solo el 54% de los votantes de Le Pen declara que votar¨¢ a Sarkozy frente al 69% que lo hizo en 2007. Y el 20% asegura que votar¨¢ por Hollande, quiz¨¢ para vengarse de los atques del presidente (¡°votar a Le Pen equivale a votar a Hollande¡±).
Con los sufragios del centrista Fran?ois Bayrou (que recoger¨ªa en torno al 10%) pasa lo mismo, pero peor: el 25% piensa dar su apoyo a Sarkozy en la final, contra el 39% que prefiere a Hollande.
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