Merkel se queda sola con sus recetas de austeridad y recortes para Europa

Hizo falta un tercer empuj¨®n para que se moviera: primero, el portavoz de Hacienda Martin Kotthaus respondi¨® con una rotundo "no" a la pregunta de si el Gobierno alem¨¢n se plantea cambios en el dictado de austeridad donde se enroca desde hace a?os. A la segunda, Kotthaus sostuvo asombrosamente que "las encuestas demuestran que la poblaci¨®n [de los pa¨ªses m¨¢s afectados, como Espa?a e Italia] apoyan la v¨ªa" de los recortes. ?Las encuestas que lee el Gobierno alem¨¢n ignoran las victorias de la izquierda en Andaluc¨ªa o Francia y los sondeos de intenci¨®n de voto en Grecia? A la tercera, el portavoz admiti¨® que estamos ante "un asunto complejo y unas cuestiones dif¨ªciles". Tambi¨¦n ha sido a la tercera, tras la inesperada renuncia de Rep¨²blica Checa a firmar el Pacto Fiscal de Merkel, despu¨¦s el ¨¦xito del socialista Fran?ois Hollande en la primera ronda de las presidencial francesa y con la ca¨ªda del Gobierno de Pa¨ªses Bajos estrellado en sus propios recortes. La noticia de que la canciller Angela Merkel se est¨¢ quedando sola con sus recetas de austeridad y recortes ante la crisis europea ha alcanzado ya los altos despachos de Berl¨ªn.

Los alemanes siguen apoyando a la canciller y perciben sus ¨¦xitos negociadores en Europa como logros en defensa de los intereses de su pa¨ªs. Lo peor de la crisis es cosa de otros: el paro sigue alrededor del 7% y se espera un crecimiento del 0,7% para 2012. La cantinela oficial interpreta estos datos como la confirmaci¨®n de que el alem¨¢n es un camino de ¨¦xito que el resto debe seguir. Pero tambi¨¦n los parlamentarios alemanes tienen que aprobar el Pacto Fiscal y el fondo de estabilidad permanente, a finales de mayo. El l¨ªder socialdem¨®crata Sigmar Gabriel (SPD) escribi¨® la semana pasada en estas mismas p¨¢ginas que los conservadores, con la democristiana Angela Merkel (CDU) a la cabeza, "han dado de esta crisis una definici¨®n que solo es cierta en algunas partes". Merkel necesita sin falta a los socialdem¨®cratas para sacar adelante la reforma. Pero en el SPD se preguntan ya si tiene sentido apoyar un pacto que los socialistas franceses quieren replantearse y que sigue pendiente del plebiscito irland¨¦s a finales de mayo.

La coalici¨®n de centro-derecha que preside Merkel lleva meses sujeta con alfileres, debido en primer t¨¦rmino a la debilidad de sus socios liberales (FDP). El calendario que se hab¨ªan fijado para sacar adelante el Pacto Fiscal peligra en Irlanda, peligra en Par¨ªs y depende del apoyo del SPD. Si se convierte en presidente de Francia el pr¨®ximo d¨ªa seis, Hollande pordr¨ªa, adem¨¢s, buscar el apoyo del Parlamento Europeo y de su presidente el socialdem¨®crata alem¨¢n Martin Schulz. La polit¨®loga del think-tank Consejo Europeo de Relaciones Exteriores Ulrike Gu¨¦rot ve aqu¨ª una posibilidad de que "la izquierda retome la iniciativa en toda Europa". Hollande podr¨ªa enfrentarse a Merkel en la cumbre europea de junio representando no s¨®lo a su partido, sino a la izquierda europea.

Est¨¢ por definir el papel que asum¨ªa el SPD en esta constelaci¨®n. Los socialdem¨®cratas han repetido en los ¨²ltimos meses que su "sentido de la responsabilidad" los impele a apoyar los acuerdos europeos que propone Merkel. Reventar el Pacto Fiscal en su propio lugar de nacimiento acarrear¨ªa consecuencias dif¨ªciles de predecir. Para empezar, porque es improbable que la derecha parlamentaria alemana acepte una nueva revisi¨®n del texto. Los rumores de un adelanto electoral, tenaces desde hace meses, podr¨ªan hacerse realidad con el consiguiente estr¨¦pito en los mercados.

Entre tanto, Merkel se enfrenta a una nueva prueba electoral en mayo, cuando el Estado federado m¨¢s poblado e industrializado de Alemania, Renania del Norte Westfalia, elegir¨¢ un nuevo Gobierno regional. El SPD se perfila ganador. La pelota del modelo anticrisis est¨¢ en su tejado.