Arturo Acosta, urdidor de la guerra sucia en M¨¦xico
El general fue acusado de contrabando y narcotr¨¢fico

Iban a por ¨¦l. El general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro muri¨® en una calle de la ciudad de M¨¦xico el 21 de abril pasado en circunstancias tan oscuras como su carrera, vinculada a la represi¨®n de grupos disidentes, al narcotr¨¢fico y al contrabando. No era la primera vez que lo atacaban. Ya hab¨ªa sido tiroteado en mayo de 2010 y consigui¨® escapar con vida, atentado en cuyo esclarecimiento siempre se neg¨® a colaborar. Esta vez no tuvo tanta suerte. Dos sicarios que viajaban en motocicleta le dieron tres tiros en la cabeza. Lo mataron a plena luz del d¨ªa. Ten¨ªa 70 a?os.
Acosta Chaparro es de los ¨²ltimos mu?idores de la guerra sucia en M¨¦xico durante el tiempo en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantuvo un r¨¦gimen ¨²nico al frente del Gobierno mexicano (1929-2000). Alumno destacado del Colegio Militar, el general ascendi¨® r¨¢pidamente en la jerarqu¨ªa castrense. En los a?os setenta lleg¨® a Guerrero, un Estado particularmente convulso al sureste del pa¨ªs. En la zona operaban los grupos guerrilleros de Lucio Caba?as y Genaro V¨¢zquez. El paso de Acosta por la regi¨®n est¨¢ jalonado por la desaparici¨®n sistem¨¢tica de guerrilleros, disidentes, o simples sospechosos de serlo.
El Gobierno mexicano reconoci¨® en 2001 que hab¨ªa recibido por lo menos 120 denuncias de personas que acusaban a Acosta Chaparro de la desaparici¨®n de sus familiares. En 2004 fue acusado ¡ªy m¨¢s tarde absuelto¡ª de la desaparici¨®n de 22 campesinos a los que presuntamente habr¨ªa arrojado desde un avi¨®n. Ir¨®nicamente, Acosta Chaparro muri¨® cuatro d¨ªas despu¨¦s de que Guerrero, el Estado donde comenz¨® su oscura trayectoria, abriera una Comisi¨®n de la Verdad para investigar aquellos cr¨ªmenes.
Jam¨¢s ocult¨® su pasado; muy al contrario. Tan orgulloso estaba de sus servicios al pa¨ªs ¡ªpor los que fue condecorado a su retiro en 2008¡ª que en 1990 escribi¨® un libro sobre aquellos a?os: Movimientos subversivos en M¨¦xico. Ah¨ª atribuye el nacimiento de grupos guerrilleros en el pa¨ªs a una conspiraci¨®n sovi¨¦tica y aportaba ¡°pruebas¡± ¡ªcomo la publicaci¨®n de libros que consideraba ¡°da?inos¡± para la juventud mexicana¡ª del alcance mundial de la conjura comunista.
Sin embargo, su etapa como militar al servicio del Gobierno pri¨ªsta no es lo ¨²nico que destaca en su ejecutoria. Junto con Miguel Nazar Haro, exdirector de la extinta Direcci¨®n Federal de Seguridad (un cuerpo policial dedicado a la b¨²squeda y captura de grupos con ¡°actividades subversivas¡±) fue sospechoso de participar en el contrabando de coches robados hacia M¨¦xico. Y no solo eso. Tambi¨¦n fue se?alado en un informe de la DEA como protector del narcotraficante Rafael Caro Quintero, uno de los capos m¨¢s importantes en los a?os ochenta y actualmente encarcelado. Mas tarde, otras investigaciones lo vincularon con el cartel de Ju¨¢rez, la principal banda delictiva en M¨¦xico, cuyo florecimiento durante los a?os noventa ha sido no pocas veces relacionado con el apoyo de miembros del Gobierno mexicano.
Por sus nexos con el cartel y el fallecido Amado Carrillo Fuentes (apodado El Se?or de los Cielos por su control del espacio a¨¦reo en el norte de M¨¦xico), Acosta Chaparro fue condenado en noviembre de 2002 a 16 a?os de c¨¢rcel. Sin embargo, en 2005, un tribunal federal anul¨® la sentencia del consejo de guerra que lo hab¨ªa declarado culpable bajo el argumento de errores de procedimiento.
Una de las ¨²ltimas apariciones p¨²blicas de Acosta Chaparro fue en septiembre del a?o pasado, cuando asisti¨® al funeral de Javier Garc¨ªa Morales, tambi¨¦n asesinado en Guadalajara e igualmente sospechoso de brindar protecci¨®n al Se?or de los Cielos.
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