A imagen y semejanza
Una escena en Cisjordania podr¨ªa ser un episodio del Oeste americano, la ocupaci¨®n alemana o el 'apartheid' surafricano
Hay escasa seguridad en la zona. Los robos nocturnos se suceden en la aldea. As¨ª es como tres hermanos, hombres j¨®venes y fuertes en la veintena y la treintena, deciden turnarse para evitar que los ladrones les quiten sus pertenencias. En un cambio de turno, uno de ellos ve por la ventana dos hombres sospechosos que merodean a unos 50 metros de la casa. Llama a sus hermanos y salen los tres, dos de ellos con cuchillos y otro con un palo. Cuando se hallan a pocos metros exigen a los dos sujetos que se identifiquen, momento en que uno de los sujetos desenfunda un arma, dispara y da a uno de los hermanos. Los otros dos saltan sobre los merodeadores que les reciben todav¨ªa con m¨¢s disparos. El primer herido todav¨ªa se mantiene en pie y dos yacen en el suelo cuando aparece un pelot¨®n de uniformados, gritando: stop, stop. El alivio inicial con que les reciben los lugare?os atacados termina pronto, porque los soldados tambi¨¦n les disparan y rematan.
Uno de los hermanos muere a los cinco d¨ªas en el hospital donde le han operado de los cuatro impactos de bala en el abdomen. Los otros dos sobreviven tras ser tambi¨¦n operados de los balazos, uno en el cuello y espalda y el otro con cuatro en el abdomen. Los dos merodeadores que realizaron los primeros disparos eran militares camuflados, que hab¨ªan penetrado de noche en el pueblecito en unas maniobras acompa?ados de una unidad entera del ej¨¦rcito. Los servicios de informaci¨®n militares aludieron al principio a un ataque terrorista con palos y cuchillos, aunque pronto abandonaron esta versi¨®n de los hechos. Uno de los soldados se halla por el momento separado del servicio y un mes despu¨¦s del ataque mortal el fiscal general militar ha abierto una investigaci¨®n.
La narraci¨®n que han hecho los dos supervivientes revela una ristra de ilegalidades: el ej¨¦rcito en cuesti¨®n realiz¨® maniobras sin aviso previo en una zona de viviendas, dos militares iban vestidos de civil, todos llevaban las armas listas para disparar, no atendieron a los requerimientos de identificaci¨®n, una vez heridos los paisanos fueron los propios militares quienes dispararon con efectos letales sobre uno de los hermanos, ninguno de los disparos se dirigi¨® a las extremidades inferiores como corresponde cuando se quiere frenar una agresi¨®n real o supuesta sino a la parte central y superior del cuerpo.
El testimonio ha sido recogido por una ONG de defensa de los derechos humanos, que es la que ha difundido los hechos. No es dif¨ªcil adivinar d¨®nde. Podr¨ªa ser un episodio de la conquista del Oeste americano. O un grave incidente de una ocupaci¨®n b¨¦lica: alemanes en Francia, japoneses en China, rusos en Alemania o estadounidenses en Vietnam, Afganist¨¢n o Irak. Tambi¨¦n cuadrar¨ªa con las guerras coloniales europeas en ?frica, espa?oles en el Rif, franceses en Argelia o italianos en Abisinia. Incluso servir¨ªa de marco para una escena como esta el apartheid surafricano o el profundo sur de Estados Unidos de la discriminaci¨®n racial.
Sucedi¨® el 27 de marzo, en Kafr Ramun, una aldea de la Cisjordania ocupada. Las v¨ªctimas fueron los miembros de la familia Shawakhah. Los hechos se han conocido porque el Estado responsable tiene la fortuna de contar con una de las organizaciones de defensa de los derechos humanos m¨¢s serias y acreditadas que se conoce en la regi¨®n. Se denomina B¡¯Tselem, nombre hebreo que sale de la frase del G¨¦nesis en la que se nos habla de la creaci¨®n del ser humano: ¡°Y Dios cre¨® al ser humano a su imagen y semejanza¡±. Seg¨²n esta organizaci¨®n israel¨ª, en la expresi¨®n ¡°a su imagen y semejanza¡± se concentra la idea de que todas las personas han nacido iguales en dignidad y en derechos, tal como se recoge en la Declaraci¨®n Universal.
B¡¯Tselem no tiene opiniones sobre las soluciones pol¨ªticas al conflicto entre israel¨ªes y palestinos, pero s¨ª sobre los atentados a la dignidad de las personas y a la igualdad entre los ciudadanos, con independencia de quien los perpetre o los sufra. En su informe de 2011 sobre Gaza y Cisjordania, que no incluye todav¨ªa el incidente de Kafr Ramun, se?ala como cada a?o las violaciones cometidas por ambas partes. En 2011, 115 palestinos perecieron bajo fuego israel¨ª, 105 en la franja de Gaza y 10 en Cisjordania; 18 de los cuales eran menores de 18 a?os. De los fallecidos en Gaza, 49 fue en enfrentamientos armados, 14 como objetivos de asesinatos selectivos y 34 sin que tomaran parte en las hostilidades. Dos m¨¢s murieron alcanzados por fuego de los colonos. Del otro lado, fueron once los israel¨ªes que perecieron en manos de palestinos, como sucedi¨® con los cinco miembros de la entera familia Fogel en el asentamiento de Itamar en Cisjordania; adem¨¢s de seis civiles y un militar que murieron en un ataque con bomba y armas autom¨¢ticas en Eilat, cerca de la frontera egipcia.
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