La UE adelanta la cumbre del crecimiento
Bruselas convoca para el 23 de mayo el c¨®nclave europeo solicitado por Hollande Barroso advierte de que la austeridad sigue siendo ¡°absolutamente necesaria"
Rimas de la historia: la victoria del socialista franc¨¦s Lionel Jospin supuso hace 15 a?os una bocanada de aire fresco para la Uni¨®n, pero la revoluci¨®n Jospin consisti¨® en a?adir al Pacto de Estabilidad una coletilla que se revel¨® vac¨ªa: ¡°y de Crecimiento¡±. Europa corre el riesgo de volver sobre sus pasos. El continente espera una respuesta a la altura de las expectativas que han despertado las elecciones en Francia y Grecia, que han funcionado como una suerte de refer¨¦ndum contra los recortes promovidos por Alemania.
Tambi¨¦n ahora Fran?ois Hollande aspira a a?adir al tratado que consagra la austeridad un anexo de crecimiento. Pero de momento en Bruselas no hay nada m¨¢s que futuras reuniones y buenas palabras: el Consejo ha convocado este martes la cumbre informal que servir¨¢ de bienvenida a Hollande para el 23 de mayo, antes de lo esperado. Y el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, se ha plantado ante la prensa con un lema claro y di¨¢fano: ¡°Acci¨®n para el crecimiento, acci¨®n para el empleo¡±. Se espera que un d¨ªa u otro Barroso se saque un conejo de la chistera: una cifra, una medida estrella, un calendario para esa esperada pol¨ªtica de crecimiento; un mensaje contundente. Hoy no ha habido nada de eso; Alemania se sigue resistiendo. Eso s¨ª, ha quedado patente el viraje: a la imprescindible austeridad hay que sumarle dosis de crecimiento, porque la pujanza de Hollande y la recesi¨®n que castiga a la eurozona requieren una respuesta pol¨ªtica distinta. Pero falta lo m¨¢s importante. Calcular la dosis de esa nueva mezcla entre ajustes y est¨ªmulo de la era Merkollande.
¡°Cuando dices la verdad no puedes anunciar algo nuevo cada d¨ªa¡±, ha afirmado el presidente Barroso como aviso a navegantes. Ha cumplido: no ha habido nada nuevo. Absolutamente nada. Todo qued¨® en una declaraci¨®n pol¨ªtica de esas que consiguen nadar y guardar la ropa. ¡°Necesitamos austeridad y necesitamos crecimiento. Pero la pol¨ªtica europea debe ser consistente, y la austeridad es absolutamente necesaria. Ser¨ªa totalmente irresponsable que ese crecimiento se obtuviera sobre la base de un aumento de d¨¦ficit. No hay margen para eso", ha destacado en Bruselas. La capital europea sigue estando m¨¢s cerca de Berl¨ªn que de Par¨ªs: en las palabras de Barroso hab¨ªa claros ecos del discurso de Angela Merkel. La canciller alemana ha insistido en su rechazo a los programas de est¨ªmulo a cr¨¦dito en Europa, para evitar "crear espejismos de crecimiento" financiados con deuda. Merkel ha dado la clave de las pr¨®ximas semanas: considera que tanto por su parte como por la de Hollande "hay un deseo de encontrar la soluci¨®n" al problema del crecimiento. "Eso no significa dejar de lado los principios".
Merkel insiste en que hay que evitar ¡°crear espejismos
Europa requiere del impulso pol¨ªtico de la Comisi¨®n para encontrar esa soluci¨®n de compromiso sin violentar los principios de unos y las promesas de los otros. ?A qu¨¦ espera Bruselas? "Barroso no dispara porque no puede: no tiene el apoyo de Berl¨ªn, ni el de Londres, al denominado pacto por el crecimiento. El pacto fiscal tiene reglas num¨¦ricas claras, un calendario y es vinculante jur¨ªdicamente. Habr¨¢ que ver si el impulso de Hollande consigue tambi¨¦n cifras, plazos y vinculaci¨®n jur¨ªdica o se queda en un mero protocolo ret¨®rico", explican fuentes diplom¨¢ticas.
Ese es el riesgo. Barroso, flanqueado por el vicepresidente Olli Rehn, ha hecho un esfuerzo por disipar la niebla, pero se ha quedado a medias. La Comisi¨®n habla de flexibilizar los plazos para rebajar el d¨¦ficit al 3% en los pa¨ªses con problemas ¡ªcomo Espa?a¡ª, pero a¨²n no se compromete en firme a nada. Y tiene preparada una bater¨ªa de medidas para impulsar el crecimiento sin gastar demasiado dinero ¡ªun plan de est¨ªmulo a trav¨¦s del Banco Europeo de Inversiones, la tasa de transacciones financieras y la reutilizaci¨®n de fondos estructurales¡ª, pero ni siquiera cuenta a¨²n con un respaldo pol¨ªtico claro m¨¢s all¨¢ de los discursos de campa?a de Hollande.
Los socialistas franceses quieren creer que las cosas han empezado bien para Hollande, que sigue confiando en un acuerdo con Merkel que permita "reorientar la construcci¨®n europea en un sentido m¨¢s favorable al crecimiento", ha dicho su mano derecha, Pierre Moscovici. Destacan que el clima percibido en los contactos con sus interlocutores europeos es "muy bueno". Hollande es consciente de que Francia no puede renunciar al control del d¨¦ficit y de que tiene un margen de maniobra limitado, porque las cuentas p¨²blicas est¨¢n en un estado bastante precario y toda pol¨ªtica unilateral de aumento del gasto ser¨ªa penalizada por los mercados. Su aspiraci¨®n sigue siendo convencer a Merkel de que debe ser la UE quien cambie de pol¨ªtica y ejerza como palanca del crecimiento y el empleo.
Hollande tiene aliados en esa cruzada. La Casa Blanca ha hecho saber que Barack Obama considera que el equilibrio entre consolidaci¨®n y crecimiento "es el mejor medio para que Europa salga de la crisis". Hollande sabe tambi¨¦n que no podr¨¢ imponer sus condiciones, pero intentar¨¢ convencer a Merkel de que es urgente modificar de rumbo para evitar que se extienda por Europa la recesi¨®n y las tensiones populistas. Su amenaza de no ratificar el tratado presupuestario es un arma descargada que Hollande nunca podr¨¢ disparar por el riesgo de salpicar a todos. Los franceses tienen una frase redonda para definir la situaci¨®n: campa?a en verso, gobierno en prosa. Ha llegado la hora de la?realpolitik, y como buen pragm¨¢tico, Hollande intentar¨¢ agarrar un acuerdo de m¨ªnimos en la cumbre del 16 de mayo con Merkel, y en la del 23 con los socios europeos. El riesgo es evidente: que al final las alusiones al crecimiento queden reducidas a pura ret¨®rica, a una rima a lo Jospin.
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