Una victoria del lobby gay

La decisi¨®n del presidente Barack Obama, el mi¨¦rcoles, de apoyar abiertamente el matrimonio homosexual tiene pocos efectos pr¨¢cticos a corto plazo, pero supone la mayor victoria posible del llamado lobby gay, un conglomerado de asociaciones y donantes que comenz¨® a operar aqu¨ª en Washington en los a?os 80. En este a?o de elecciones, ese apoyo se va a traducir en el incremento de un factor sobre todos los dem¨¢s: dinero.

De entre los mayores recaudadores de fondos para Obama, voluntarios que organizan eventos para llenar las arcas electorales del presidente, uno de cada seis es gay, seg¨²n informaci¨®n hecha p¨²blica por la campa?a. El mi¨¦rcoles, en los 90 minutos posteriores al anuncio del presidente, hubo un mill¨®n de d¨®lares en concepto de donaciones, seg¨²n diversos operativos del Partido Dem¨®crata.

Gran poder en la Casa Blanca de Obama

En 2008, el comit¨¦ financiero de Obama inclu¨ªa a un miembro homosexual. Este a?o tiene 15, seg¨²n informaba recientemente el diario Pol¨ªtico. En ¨¦l se encuentran el tesorero del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata, Andrew Tobias; un veterano recaudador de fondos de California, Rufus Gifford, y el secretario social de la Casa Blanca, Jeremy Bernard. En la cuarta cena de estado de su presidencia, en honor del primer ministro brit¨¢nico David Cameron, en marzo, Obama sent¨® a su mesa a Chad Griffin, el nuevo presidente del grupo Human Rights Campaign, y su marido, Jerome Fallon.

En 2010 Benedicto XVI le pidi¨® a los obispos de EE UU que detengan los avances del lobby gay en Washington

Rodeado de influyentes colaboradores gais, Obama y su ejecutivo le han brindado cuantiosos triunfos al movimiento de igualdad de derechos de los homosexuales: con ¨¦l, La Casa Blanca dej¨® de defender la validez de la Ley de Defensa del Matrimonio, que ilegaliza el matrimonio gay a nivel federal, en los tribunales; favoreci¨® la anulaci¨®n de la norma que prohib¨ªa a los homosexuales servir abiertamente en las fuerzas armadas, y, finalmente, respald¨® la validez de las uniones entre personas del mismo sexo.

El mes que viene, el presidente viajar¨¢ a Los Angeles, donde tomar¨¢ parte en una gala de apoyo al colectivo de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, a la que acudir¨¢n 700 personas. El a?o pasado tom¨® parte en la cena anual de la organizaci¨®n Human Rights Campaign aqu¨ª en Washington. ?sta se ha convertido en el principal lobby gay de la naci¨®n, un nodo de resistencia en los a?os de George W. Bush convertido en todo un ¨®rgano de asesoramiento de Obama durante su presidencia.

Creciente influencia en el Capitolio

Human Rights Campaign asegura tener m¨¢s de 500.000 miembros en todo EE UU. En 1990 recaudaba unos 500.000 d¨®lares anuales. Desde el a?o 2000 esa cifra se ha incrementado a m¨¢s de un mill¨®n al a?o en donaciones. El a?o pasado contrat¨® a 23 lobistas, centrados en impulsar leyes importantes para el colectivo. En ello emplearon 1,5 millones de d¨®lares. Y obtuvieron un gran ¨¦xito: que a los gais se les permitiera servir abiertamente en el Ej¨¦rcito, algo que el Senado aprob¨® en los ¨²ltimos d¨ªas de 2010 y que entr¨® en vigor el pasado oto?o.

Tal es el peso del lobby gay aqu¨ª en Washington que en 2010, en una visita de obispos norteamericanos al Vaticano, el Papa les pidi¨® que redoblaran sus esfuerzos para contener sus avances legislativos. Benedicto XVI les dijo que se mantuvieran alerta por ¡°las poderosas corrientes pol¨ªticas y culturales que buscan alterar la definici¨®n legal de matrimonio¡±.

Human Rights Campaign contrata a 23 lobistas y se gasta 1,5 millones de d¨®lares al a?o en donaciones a congresistas y otras operaciones

Uno de los hitos pol¨ªticos del colectivo gay fue el de la formaci¨®n de un grupo propio en la C¨¢mara de Representantes, en 2008. Lo fundaron, entre otros, dos congresistas abiertamente homosexuales: Barney Frank, de Massachusetts, y Tammy Baldwin, de Wisconsin. El grupo tiene 102 miembros. S¨®lo tres de ellos son republicanos: Ileana Ros-Lehtinen, de Florida y Richard Hanna y Nan Hayworth, ambos de Nueva York.

La traici¨®n de Bill Clinton

La influencia del lobby gay se remonta a los a?os 80. Entonces, un grupo llamado Gay Media Task Force logr¨® tanta influencia en Hollywood que las grandes productoras y cadenas televisivas les consultaban antes de incluir temas gais en sus programas. La agrupaci¨®n organiz¨® una protesta, exitosa, contra la cadena ABC por emitir dos episodios muy pol¨¦micos dentro de la serie Marcus Shelby MD. En el primero, un hombre casado que se confesaba gay recib¨ªa un diagn¨®stico de enfermedad de un m¨¦dico que le dec¨ªa: ¡°te pondr¨¢s bien¡±. El otro mostraba a un maestro gay que abusaba de un ni?o de 14 a?os.

Pensando que ten¨ªan un aliado en el presidente Bill Clinton, los grupos de presi¨®n gais comenzaron a hacerse m¨¢s visibles en los a?os 90. Ten¨ªan entonces un objetivo principal: revocar la prohibici¨®n de que los homosexuales sirvieran en el Ej¨¦rcito. Era una de las principales peticiones que le pusieron encima de la mesa al dem¨®crata. Al fin y al cabo, esos grupos le respaldaron en las elecciones, cedi¨¦ndole su tiempo y su dinero. ¡°Bill Clinton busc¨® nuestro apoyo en las elecciones, ¨¦l comprende nuestras preocupaciones¡±, dijo en 1993 el entonces presidente del que ahora es el principal lobby, Human Rights Campaign. ¡°?l nos ve como parte de la familia americana¡±.

La relaci¨®n acab¨® en divorcio. Primero, Clinton aprob¨® una versi¨®n m¨¢s refinada de la prohibici¨®n militar, una ley que permit¨ªa a los homosexuales ser soldados si y solo si aceptaban vivir su sexualidad en silencio. En dos d¨¦cadas, en virtud de esa norma, se expuls¨® a 13.000 hombres y mujeres de uniforme. Y, m¨¢s grave, ratific¨® una ley aprobada en el Congreso que prohibi¨® la validez del matrimonio gay a nivel federal. ¡°Bill Clinton no deber¨ªa haber denigrado a las parejas gais que se quieren y est¨¢n en relaciones de fidelidad y compromiso¡±, dijo el portavoz de la organizaci¨®n ACT UP, Steve Michael. ¡°Deber¨ªa aprender de esto¡±.