Hollande afronta un mandato plagado de retos en Europa
El nuevo presidente franc¨¦s debe convencer a Merkel de que el eje Par¨ªs-Berl¨ªn ya no puede seguir decidi¨¦ndolo todo
No habr¨¢ periodo de gracia ni 100 d¨ªas para juzgar. Fran?ois Hollande sedujo a sus compatriotas diciendo que ser¨¢ un presidente normal, pero los tiempos son cualquier cosa menos normales. Europa se asfixia bajo la bota de la austeridad germana, Francia est¨¢ estancada, los mercados y las legislativas acechan, y las grandes promesas electorales penden de un hilo muy fino porque la Comisi¨®n Europea dijo el viernes que Par¨ªs necesita un ajuste de 24.000 millones para cumplir con el reglamentario 3% de d¨¦ficit en 2013. Desde el minuto cero, el segundo presidente socialista franc¨¦s de la historia moderna va a vivir un tour de force pol¨ªtico y econ¨®mico de primera magnitud.
La primera semana ser¨¢ movida. Este lunes Hollande asistir¨¢ a la reuni¨®n de la ejecutiva nacional del Partido Socialista. El martes por la ma?ana tomar¨¢ posesi¨®n en el El¨ªseo en una ceremonia sobria, sin hijos ni parientes (para desmarcarse de su antecesor y disgusto de las revistas del coraz¨®n). En cuanto Nicolas Sarkozy le comunique el c¨®digo de la bomba at¨®mica, el nuevo presidente rendir¨¢ homenaje al exministro de Educaci¨®n Jules Ferry y a la qu¨ªmica Marie Curie. Luego desvelar¨¢ el nombre de su primer ministro. Por la tarde, viajar¨¢ a Berl¨ªn para conocer a Angela Merkel y empezar a negociar el pacto de crecimiento. El mi¨¦rcoles formar¨¢ Gobierno, que seg¨²n ha prometido ser¨¢ paritario. El viernes se desplazar¨¢ a Camp David (EE UU) para asistir a su primer G-8, y enseguida a su primera cumbre de la OTAN, en Chicago, donde tendr¨¢ que pactar la prometida retirada anticipada de las tropas francesas de Afganist¨¢n.
Las fuerzas reaccionarias que dominan Europa han recibido al presidente electo con un recelo apenas disimulado
Hollande empez¨® su nueva vida con el pie cambiado, criticado por la derecha por haber empleado un avi¨®n privado (coste: 15.000 euros pagados con fondos de su campa?a) para desplazarse desde Tulle a Par¨ªs en la noche del triunfo. Y desde ese momento las cosas no han mejorado gran cosa. Las fuerzas reaccionarias que dominan Europa han recibido al presidente electo con un recelo apenas disimulado. Merkel, un general en jefe cada vez menos respetado y m¨¢s asustado por su propio futuro electoral, lleva una semana hablando a las tripas de los eur¨®fobos alemanes y enviando mensajes admonitorios a Par¨ªs.
Pero en Francia se piensa que la canciller solo trata de sentar sus condiciones para una negociaci¨®n que necesita tanto como Hollande. Seg¨²n lo ve el ex ministro de Educaci¨®n de Sarkozy, Luc Ferry, ¡°Merkel no tiene m¨¢s remedio que moverse y llegar a un acuerdo. La alternativa es el desastre¡±.
Tras avanzar que el pacto fiscal no se toca, que est¨¢ vetado recurrir otra vez al cr¨¦dito para crecer, y que el papel del Banco Central Europeo no se discute, el s¨¢bado la canciller suaviz¨® su discurso y afirm¨®: ¡°Estoy segura de que pondremos en marcha una asociaci¨®n estable (con Hollande) para asegurar la prosperidad, la paz y la democracia¡±.
Mientras, su ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, afirm¨® que Europa ya ha conocido ejes francoalemanes de ¡°sensibilidades diferentes¡±, y record¨® que Helmut Kohl y Fran?ois Mitterrand ¡°permitieron la reunificaci¨®n alemana¡±. Por contraste, el presidente del Banco Central de Alemania, Jens Weidmann, ense?¨® las u?as y declar¨® que ¡°ser¨ªa peligroso cambiar los estatutos del BCE¡± y que ¡°el crecimiento y el empleo se logran con m¨¢s comercio¡±.
Pero el Gobierno alem¨¢n ya se ha puesto a la tarea, y Westerwelle present¨® el viernes al Bundestag un plan de crecimiento basado en seis puntos e inspirado en la m¨¢xima de no gastar un euro alem¨¢n en Europa. Tres de ellos son ideas defendidas por Hollande: utilizar ya los fondos estructurales bloqueados por la burocracia (80.000 millones); abrir l¨ªneas de cr¨¦dito del Banco Europeo de Inversiones para las pymes, e invertir en grandes infraestructuras de transportes y energ¨ªa. Los otros tres parecen tambi¨¦n factibles: gastar mejor y sin despilfarros el dinero comunitario; mejorar el mercado ¨²nico en nuevos sectores como el comercio electr¨®nico o la energ¨ªa y reducir la burocracia y mejorar la competencia entre las pymes; y firmar nuevos acuerdos de libre comercio con las viejas y nuevas potencias de Asia y Am¨¦rica.
De momento, Hollande mantiene un silencio natural. Pero en su entorno se subraya que su convicci¨®n europe¨ªsta no ha hecho m¨¢s que crecer con los ¨²ltimos acontecimientos, sobre todo las elecciones griegas. Y mientras Merkel intenta trazar l¨ªneas rojas, ¨¦l va sumando aliados. Los laboristas brit¨¢nicos, los socialdem¨®cratas alemanes y las instituciones europeas ser¨¢n sus apoyos fundamentales para conseguir su doble objetivo: que Europa empiece a invertir para crecer m¨¢s del 1% que la Comisi¨®n prev¨¦ para 2013, y poner fin al poder omn¨ªmodo del directorio Par¨ªs-Berl¨ªn para abrir la toma de decisiones a todos los socios. ¡°Hollande no solo quiere una UE que crezca y cree empleo, tambi¨¦n quiere una UE m¨¢s abierta, solidaria y comunitaria¡±, recuerdan en su equipo.
Antes de tratar de enderezar a un continente sin rumbo, Hollande deber¨¢ solucionar un asunto dom¨¦stico que anuncia un espinoso conflicto de intereses: la nueva primera dama, Valerie Trierweiler, ha afirmado que quiere seguir trabajando como periodista para mantener a sus hijos y que sue?a con entrevistar a los grandes dignatarios mundiales.
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