Grecia celebrar¨¢ elecciones el 17 de junio

Los griegos volver¨¢n a las urnas el 17 de junio. Tras el fiasco electoral del pasado d¨ªa 6, que produjo un Parlamento incapaz de componer una mayor¨ªa y un Gobierno viable, el segundo intento no muestra mejores perspectivas de ¨¦xito. Otro resultado parecido dejar¨ªa el pa¨ªs definitivamente a la deriva y agudizar¨ªa de forma extrema la crisis del euro. Solo dos opciones parecen viables: o una victoria de la izquierda radical (la coalici¨®n Syriza) apoyada por otros grupos progresistas contrarios al plan de austeridad, o una resurrecci¨®n de los conservadores europe¨ªstas de Nueva Democracia que les permitiera formar Gobierno con sus antiguos rivales socialistas del Pasok.

La crispaci¨®n pol¨ªtica es muy elevada. Incluso el nombramiento de un Gobierno provisional de un mes de duraci¨®n y sin autoridad para tomar decisiones ha constituido un drama. Los socialdem¨®cratas del Pasok y los conservadores de Nueva Democracia, ¡°el d¨²o de la austeridad¡±, exigieron al presidente Karolos Papoulias que prolongara el mandato de Lucas Papademos, el primer ministro t¨¦cnico que asumi¨® el cargo en oto?o pasado. Alegaban que en las pr¨®ximas semanas se producir¨ªan acontecimientos de gran relevancia, como la cumbre de la OTAN y las negociaciones europeas sobre pol¨ªticas de crecimiento, que requer¨ªan una representaci¨®n griega experimentada y fiable. Papoulias, sin embargo, prefiri¨® escuchar al resto de los partidos, que reclamaban una figura completamente neutral. El elegido fue Panagiotis Pikramenos, presidente del Consejo de Estado, jurista de prestigio y figura de absoluta irrelevancia pol¨ªtica.

En cualquier caso, se abre un mes tenso, en el que la conflictividad social ir¨¢ en aumento porque la econom¨ªa se deteriora a gran velocidad (a fines de a?o ser¨¢ un tercio de lo que era en 2009) y la hemorragia de despidos es imparable. La fuga de capitales tambi¨¦n se acelera: las retiradas de dep¨®sitos de los bancos griegos rondan los 500 millones de euros diarios, seg¨²n fuentes bancarias.

Cada d¨ªa se hace m¨¢s veros¨ªmil la hip¨®tesis de una salida griega del euro y un retorno al dracma tutelado por el Fondo Monetario Internacional, cuya directora general, Christine Lagarde, afirma que ser¨ªa posible ¡°una ruptura ordenada¡±. Ante ese riesgo, que pese a cualquier ayuda del FMI sumir¨ªa temporalmente Grecia en un caos financiero y tendr¨ªa repercusiones imprevisibles en toda la Uni¨®n Europea, tanto los griegos europe¨ªstas como sus acreedores de la troika (Uni¨®n Europea, Banco Central Europeo y FMI) se plantean la necesidad de suavizar las dur¨ªsimas medidas de austeridad impuestas al pa¨ªs. Incluso la canciller alemana, Angela Merkel, habla ya de aplicar medidas para hacer m¨¢s soportable el odiado ¡°protocolo¡± de recortes presupuestarios.

Alexis Tsipras, l¨ªder de la izquierda radical, constituye la gran inc¨®gnita del nuevo proceso electoral. Es joven (37 a?os) y convincente, y su propuesta de mantener Grecia en el euro a cambio de una sustancial ampliaci¨®n de los plazos de devoluci¨®n de los cr¨¦ditos resulta atractiva para amplios sectores de la poblaci¨®n. Hasta cierto punto, lo que plantea Tsipras no es muy distinto a un chantaje: si no nos dais m¨¢s tiempo para pagar, viene a decir a los dirigentes europeos y del FMI, romperemos el euro y crearemos un desastre para nosotros y para todos los dem¨¢s. Si gana, ?tendr¨¢ ¨¦xito su farol? Misterio.

Otro misterio es el empe?o que pondr¨¢n los dirigentes europeos en facilitar las cosas a Pasok y Nueva Democracia. Ambos partidos sufren un enorme descr¨¦dito porque durante las d¨¦cadas en que se han alternado en el poder han fraguado el mayor desastre econ¨®mico europeo desde la Segunda Guerra Mundial, y luego han firmado con los acreedores el protocolo de austeridad. En las elecciones del d¨ªa 9 apenas superaron, conjuntamente, el 30% de los votos, lo que supuso una ca¨ªda de v¨¦rtigo desde el 70% alcanzado en 2009. Pero las dos viejas maquinarias pol¨ªticas a¨²n funcionan y podr¨ªan remontar, quiz¨¢, si la Uni¨®n Europea ayudara un poco. Para eso ser¨ªa necesario que los acreedores se mostraran favorables a una dulcificaci¨®n en las condiciones de pago y en los recortes impuestos, lo cual restar¨ªa argumentos a la izquierda opuesta a la austeridad y devolver¨ªa un m¨ªnimo prestigio a Pasok y ND.