Bruselas redobla las amenazas a Grecia

Un tonillo de Antiguo Testamento, un aire de plaga de ¨²lceras acompa?a a Europa y a cada tanto apunta a creer que los mercados acabar¨¢n empujando a algunos pa¨ªses y bancos a algo parecido al fin de los tiempos. La mayor¨ªa de los Gobiernos del continente sospechan ya que el an¨¢lisis econ¨®mico alem¨¢n ¡ªesa crisis de pecadores que deben purgar sus culpas con austeridad a rajatabla¡ª es err¨®neo. A cada votaci¨®n, los europeos ponen de manifiesto su hast¨ªo para con esa receta. La propia Comisi¨®n ha admitido que la traducci¨®n del Pacto de Estabilidad que olvida ol¨ªmpicamente la apostilla "y crecimiento" es sencillamente est¨²pida. Mientras Grecia se desangra a diario, incapaz de resolver su crisis pol¨ªtica, y Espa?a est¨¢ al borde del infarto por la desconfianza en su banca, Bruselas no se inmuta, a la espera de ver en qu¨¦ se traducen los vientos socialdem¨®cratas de Francia. Lejos de tomar la iniciativa, la Comisi¨®n ha elevado hoy el tono de sus amenazas a Grecia, convertida en una pesadilla de la que nadie sabe c¨®mo despertar. Y ha respondido a la petici¨®n a la desesperada de Espa?a de "un mensaje claro y contundente" con un silencio c¨®mplice con los rumores de que el Gobierno puede verse abocado a pedir ayuda para los bancos. La crisis de la Eurozona entra, una vez m¨¢s, en una fase extremadamente delicada.

El presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barroso, ha recogido este mi¨¦rcoles las amenazas que durante los ¨²ltimos d¨ªas han proferido ministros y banqueros centrales y ha planteado las elecciones en Grecia como un plebiscito en el que los griegos deciden si quieren quedarse en el euro o no. "Queremos que Grecia contin¨²e formando parte de la familia europea. Pero la solidaridad y el apoyo europeo son a cambio de reformas, de sacrificios. No hay una alternativa menos dolorosa o dif¨ªcil", ha advertido Barroso.

Grecia, en su quinto a?o de recesi¨®n, se dirige a una elecci¨®n crucial

Traducci¨®n bastarda: Atenas acepta el statu quo o tiene la puerta abierta para irse del club. "De ninguna manera van a modificarse los compromisos que se le exigen a Grecia a cambio de las ayudas", ha dicho Barroso. El brazo ejecutivo de la Uni¨®n teme por el deseo de negociar de los dos partidos m¨¢s votados, los conservadores ("el mensaje est¨¢ claro: s¨ª al euro, no a las pol¨ªticas que devastan al pueblo griego", avisa su l¨ªder Andonis Samaras) y la nueva izquierda, que lidera las encuestas por su negativa a transigir con las pol¨ªticas impuestas por Europa y el FMI.

¡°Una intervenci¨®n de Espa?a es peligros¨ªsima¡±, se?ala un experto

Grecia encara su quinto a?o consecutivo de recesi¨®n. El paro ha escalado a niveles espa?oles. Las ayudas europeas en forma de pr¨¦stamos han tra¨ªdo asociadas rebajas de sueldos, menores pensiones, despidos de funcionarios, todo tipo de recortes y reformas del Estado del Bienestar, subidas de impuestos y, en definitiva, una ca¨ªda pronunciada de los niveles de vida. A cambio, Europa ha aprobado asistencia financiera por importe de 240.000 millones, una suspensi¨®n de pagos voluntaria para que la banca arrime el hombro con unos 100.000 millones adicionales, y fondos europeos por importe de unos 40.000 millones: cifras monumentales, que sin embargo no han impedido algo parecido a una depresi¨®n y han desembocado en una crisis pol¨ªtica endiablada, que ha llevado a las puertas de la soluci¨®n final. La Uni¨®n ha roto definitivamente el tab¨² y habla de una posible salida del euro. Barroso sube esa apuesta: "La resoluci¨®n definitiva acerca de permanecer en la zona euro la tomar¨¢ la propia Grecia".

Europa no tiene a¨²n ese ¨²nico tel¨¦fono rojo que ped¨ªa Henry Kissinger, y a diario reaparece una cacofon¨ªa de voces entre las que sobresalen dos: la del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y la de Alemania. Draghi ha manifestado su deseo acerca de que Grecia "permanezca en el euro", otra forma de reconocer que la v¨ªa de salida est¨¢ ah¨ª. M¨¢s prosaicos, el ministro de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Scha¨¹ble, y el de Exteriores, Guido Westerwelle, han reforzado la idea de las elecciones como refer¨¦ndum europeo. "Para que Grecia se quede en el euro se necesita un Gobierno estable que est¨¦ dispuesto a emprender el camino que hemos dise?ado", ha afirmado Sch?uble. "En las elecciones hace falta un voto de confianza para Europa", ha a?adido Westerwelle.

Europa tiene en su mano ayudar a Grecia, y pese al volumen de algunas declaraciones, est¨¢ pr¨¢cticamente asegurada una ampliaci¨®n de los plazos para cumplir las metas de d¨¦ficit y la llegada de est¨ªmulos cuando se negocie el Pacto por el Crecimiento. El Eurogrupo y el FMI ni siquiera descartan renegociar algunas de las condiciones del plan de rescate. Pero nada de eso puede hacerse en un pr¨®ximo mes ag¨®nico, hasta que se forme Gobierno en Atenas. El otro foco de atenci¨®n en Europa es Espa?a y su banca. Los intereses de la deuda p¨²blica han tocado hoy niveles de derribo en parte por Grecia, pero en parte porque nadie se f¨ªa de las cuentas de los bancos, tras una reforma que obliga a que dos valoradores externos, bajo la tutela del BCE, eval¨²en a un sistema financiero que era "el m¨¢s s¨®lido del mundo" (Zapatero) y que "no requer¨ªa ayudas p¨²blicas" (Rajoy). Bruselas no ha querido entrar hoy en los rumores que vaticinan que el Ejecutivo acabar¨¢ solicitando ayudas europeas, lo que llega a algunos analistas a concluir que eso es precisamente lo que persigue la Uni¨®n. "Europa tiene instrumentos para apoyar a Espa?a. Espa?a solo tiene que pedirlos", ha afirmado una alta fuente europea. "Una intervenci¨®n directa de Espa?a es una cosa peligros¨ªsima", avisa Tano Santos, de la Universidad de Columbia. Con todo tipo de consecuencias. Casi ninguna positiva.