Arnaud Montebourg, el desglobalizador
El nuevo ministro de Reindustrializaci¨®n es un defensor de la desglobalizaci¨®n y el proteccionismo franc¨¦s
Histri¨®nico, inteligente, demagogo y simp¨¢tico de profesi¨®n, Arnaud Montebourg es la nueva cara del socialismo proteccionista franc¨¦s. Palad¨ªn de la VI Rep¨²blica, azote de los ultraliberales, antisarkozysta de coraz¨®n y defensor de la desglobalizaci¨®n, este hombre alto como un junco ser¨¢ sin duda un ministro de Reindustrializaci¨®n que dar¨¢ grandes momentos y kilos de fotos y titulares a la prensa europea.
Montebourg fue la sensaci¨®n de la primera vuelta de las primarias ciudadanas de octubre pasado, en las que lleg¨® tercero con el 17% de los votos tras Hollande y Aubry. Aunque sus ideas han sido recogidas en las presidenciales sobre todo por el jefe de filas del Frente de Izquierda, Jean-Luc M¨¦lenchon, Montebourg supo ganarse el aprecio del nuevo presidente al darle su apoyo en la segunda vuelta de las primarias y convertirse en su consejero especial para temas de industria durante la campa?a.
El diputado, de 48 a?os, que fue jefe de comunicaci¨®n de S¨¦gol¨¦ne Royal en 2007, es en realidad uno de los grandes responsables de la resurrecci¨®n popular de la izquierda francesa y del cambio de imagen de viejo y desprestigiado socialismo caviar. Fue el gran impulsor de las primarias abiertas en 2010, y ha extendido hasta el ¨²ltimo pueblo de Francia su discurso por una globalizaci¨®n controlada, su defensa del control estatal sobre el sistema financiero, su denuncia de las deslocalizaciones, su petici¨®n de un nuevo proteccionismo europeo ¨Ccon la tasa verde y la firma de acuerdos comerciales rec¨ªprocos con China y los pa¨ªses ¡®low cost¡¯-, y su cruzada contra la corrupci¨®n de la V Rep¨²blica y los aparatos de los partidos.
Montebourg escribi¨® en 2010 un libro titulado ?Votad la desglobalizaci¨®n! que ha editado en Espa?a Paid¨®s, siguiendo las ideas del polit¨®logo Emmanuel Todd. Tras vender decenas de miles de copias en Francia, los medios brit¨¢nicos le consideran un ogro antiliberal. Si no otra cosa, ser¨¢ divertido verle brujulear por Bruselas.
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