La rebeli¨®n siria arrincona al exilio
La oposici¨®n interna gana terreno en Siria y empieza a formular ideas para la transici¨®n, mientras que la exterior sigue desunida tras la dimisi¨®n de su principal l¨ªder
Sobre el terreno la rebeli¨®n crece. El fin de semana hubo enfrentamientos en Alepo, la ciudad hasta ahora menos convulsa, en las monta?as pr¨®ximas a Turqu¨ªa y pobladas por kurdos, y, hoy, en Yabroud, un suburbio de Damasco. Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, se?alaba el viernes que los insurgentes controlaban sectores ¡°importantes¡± de varias ciudades.
En el exterior contin¨²a, sin embargo, el guirigay de la oposici¨®n al r¨¦gimen de Siria. Burhan Ghalioun dimiti¨® la semana pasada de la presidencia del Consejo Nacional Sirio (CNS), el ¨®rgano que reagrupa al grueso del exilio y que goza de reconocimiento internacional.
Ghalioun, un acad¨¦mico exiliado en Par¨ªs, achac¨® su renuncia a ¡°la divisi¨®n entre islamistas y laicos que no funciona¡±. A Ghalioun, un laico, sus detractores le reprochan su supuesto sometimiento a los Hermanos Musulmanes y su ineficacia a la ahora de ayudar a los que luchan in situ.
Los Hermanos Musulmanes son el principal componente del CNS al que pertenecen tambi¨¦n excomunistas, liberales-laicos y la corriente conocida como Declaraci¨®n de Damasco. Otros grupos, como los kurdos o algunos nacionalistas ¨¢rabes, han rehusado, por diversos motivos, incorporarse al CNS.
En teor¨ªa el CNS deber¨ªa designar un sustituto de Ghalioun el 9 de junio, pero ni siquiera hay acuerdo sobre qu¨¦ ¨®rgano le elegir¨¢. Podr¨ªa ser la asamblea general, que cuenta con 400 miembros repartidos por el mundo a los que ser¨¢ dif¨ªcil reunirse dentro de dos semanas, o los 40 integrantes de la secretar¨ªa general, que desde octubre de 2011 ha ido renovando a Ghalioun en su cargo. Los Hermanos Musulmanes desean que el acad¨¦mico reconsidere su decisi¨®n y sea relegido.
Desde que fue fundado hace siete meses en Estambul el CNS act¨²a a rastras de la oposici¨®n interior. Los de dentro aplaudieron desde el primer momento la creaci¨®n del Ej¨¦rcito Sirio Libre (ESL) que, sobre el terreno, intenta proteger las ¨¢reas en las que estalla y resiste la protesta. El Consejo fue, en cambio, reacio hasta que dio su brazo a torcer y acept¨® al ESL.
Hoy hubo de nuevo un desfase entre la reacci¨®n del CNS a la matanza del viernes en Al Houla ¡ª108 civiles muertos, un tercio de ellos ni?os¡ª y la del ESL. El primero pidi¨® que proporcionen de inmediato al pueblo sirio ¡°medios eficaces de autodefensa¡±. El segundo solicit¨® una intervenci¨®n militar extranjera.
A trav¨¦s del general Mustafa al Cheikh el ESL hizo un llamamiento desde Turqu¨ªa para que se forme ¡°al margen del Consejo de Seguridad de la ONU, una alianza militar que lleve ataques a¨¦reos puntuales contra las bandas de El Assad¡±, el presidente sirio. Sintoniza as¨ª con la rebeli¨®n interna que aspira a una ayuda militar similar a la que recibieron los que lucharon en Libia contra Moamar el Gadafi.
La novedad es que tambi¨¦n hubo el domingo reacciones desde dentro de Siria como la del Consejo Revolucionario de Homs que arremeti¨® contra la ONU. Sus observadores solo sirvieron ¡°para contar las v¨ªctimas tras la matanza como ya lo hicieron en Sarajevo y Srebrenica, en Bosnia¡±, en los noventa, se lamenta en su comunicado.
Poco a poco los consejos o comit¨¦s locales no solo coordinan su actuaci¨®n sobre el terreno, sino que empiezan a formular reivindicaciones sobre c¨®mo debe actuar la comunidad internacional. Esbozan incluso planes para la transici¨®n tras la ca¨ªda de El Assad. Cada d¨ªa el CNS pinta menos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.