¡°El control de los militares egipcios sobre el Parlamento es un paso atr¨¢s¡±

A punto de renovar su mandato por un a?o m¨¢s como representante especial de la UE para la regi¨®n del Sur del Mediterr¨¢neo, Bernardino Le¨®n (M¨¢laga, 1964), vive a caballo entre Bruselas y los pa¨ªses de la primavera ¨¢rabe. El que fuera secretario de Estado de Asuntos Exteriores y, sucesivamente, secretario general de la Presidencia del Gobierno con el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero hasta el pasado verano, regresa a los or¨ªgenes de su carrera diplom¨¢tica, que arranc¨® hace dos d¨¦cadas en Liberia y Argelia.

¡°Estamos ante una de las situaciones m¨¢s complejas que ha conocido la historia reciente¡±, reconoce el enviado europeo. ¡°Por la situaci¨®n sociopol¨ªtica de estos pa¨ªses y por razones geopol¨ªticas, es una regi¨®n muy importante para toda la comunidad internacional. Un a?o despu¨¦s de asumir la misi¨®n, mi balance sigue siendo positivo¡±, recapitula. ¡°La democracia se abre paso d¨ªa a d¨ªa. Las elecciones en T¨²nez, primero; ahora en Egipto, y en julio en Libia, son procesos complejos. Pero una democracia no es solo convocar elecciones; eso puede hacerlo tambi¨¦n una dictadura. La situaci¨®n da pasos atr¨¢s, sobre todo en Siria, llegan noticias preocupantes de Egipto¡­ pero la primavera ¨¢rabe avanza¡±.

Le¨®n sigue con atenci¨®n la situaci¨®n en Egipto y consulta varias veces en el m¨®vil sus mensajes durante la entrevista. ¡°Es un paso atr¨¢s que el Consejo Supremo Militar asuma poderes legislativos y presupuestarios y que el Constitucional haya disuelto el Parlamento, pero al mismo tiempo, la Comisi¨®n Constitucional creada en el actual Legislativo tiene tres meses para elaborar una nueva Constituci¨®n¡±, analiza. ¡°La transici¨®n egipcia est¨¢ dando pasos adelante y pasos atr¨¢s porque existe miedo por parte de todos los sectores a que uno de ellos pueda hacerse con el control absoluto del poder. El pacto es imprescindible en Egipto: y ya ha habido pactos t¨¢citos y grandes acuerdos entre las fuerzas pol¨ªticas. El consenso es la herramienta fundamental de la transici¨®n¡±, remacha en su an¨¢lisis.

Le¨®n considera que el retraso de las legislativas en Libia no es una mala se?al. ¡°Todo es nuevo all¨ª, ni siquiera hab¨ªa un Estado, y el retraso se debe a problemas t¨¦cnicos¡±, aclara.

"Existe miedo por parte de todos los sectores egipcios a que uno de ellos pueda hacerse con el control absoluto del poder"

Tambi¨¦n cree que la transici¨®n en T¨²nez sufre los ataques de quienes quieren ¡°desacreditar la democracia al hacer creer a los ciudadanos que es igual a violencia y caos¡±. El diplom¨¢tico espa?ol, que visit¨® T¨²nez hace una semana, sostiene que los partidos del Gobierno y la oposici¨®n est¨¢n saliendo con m¨¢s fuerza de estos retos.

En un a?o ha visitado casi todos los pa¨ªses de su mandato, desde los que abordan una transici¨®n, como T¨²nez y Egipto, a los que, seg¨²n precisa, se encuentran ya en un proceso de reformas, como Marruecos y Jordania. ¡°Ahora quiero profundizar los contactos incipientes que he mantenido con representantes de la oposici¨®n siria partidarios de la transici¨®n¡±, anuncia.

¡°Siria es uno de los pa¨ªses con la estructura social m¨¢s compleja de la regi¨®n. Una sociedad fragmentada entre partidarios de El Asad y opositores, y entre mayor¨ªas y minor¨ªas que viven bajo un miedo rec¨ªproco. La UE ha dejado claro al r¨¦gimen que no hay otra salida que la democracia¡±, puntualiza. ¡°Pero hay que ser pacientes. A pesar de que estamos viendo im¨¢genes tr¨¢gicas, llegaremos a ese objetivo paso a paso¡±. Le¨®n advierte de que, ¡°aunque hay elementos dentro del r¨¦gimen sirio que apoyan una transici¨®n democr¨¢tica, su tiempo ya ha pasado. Los sectores m¨¢s duros del r¨¦gimen han acallado esas voces¡±.

El representante especial europeo detalla que trabaja mediante foros de apoyo a la transici¨®n, en los que participan los Estados, las instituciones financieras y el sector privado. ¡°En el desaf¨ªo de la creaci¨®n de empleo converge el grito de dignidad de todas las revoluciones ¨¢rabes¡±, argumenta.

El enviado europeo para la primavera ¨¢rabe concluye que la comunidad internacional debe admitir que cometi¨® errores: ¡°Mejor Ben Al¨ª que Bin Laden, se lleg¨® a decir tras el 11-S, como doctrina para justificar las relaciones con las dictaduras ¨¢rabes¡±.