El juicio contra Mladic se atasca por segunda vez
La fiscal¨ªa cree que el error en el env¨ªo de documentos a la defensa no afectar¨¢ a la duraci¨®n del proceso en su conjunto Las v¨ªctimas temen que el exgeneral serbobosnio, de 70 a?os, muera antes de se haga justicia por el genocidio de Srebrenica
El caso por genocidio y cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad contra Ratko Mladic suma 170.000 documentos. De estos, la fiscal¨ªa no ha remitido a¨²n a la defensa del exgeneral serbobosnio unos 5.000. Las cifras son abultadas y la oficina de Serge Brammertz, acusador jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), admite ¡°errores t¨¦cnicos en el env¨ªo de los escritos¡±. Con el proceso paralizado por segunda vez, despu¨¦s de su arranque oficial en mayo pasado, la situaci¨®n es cada vez m¨¢s tensa. Tambi¨¦n presenta varias lecturas. Para la defensa, es impensable reanudar las vistas hasta que hayan sido le¨ªdas todas las declaraciones de los testigos. Sus relatos componen la mayor¨ªa de la documentaci¨®n que est¨¢ por llegar y pide seis meses de pr¨®rroga. La fiscal¨ªa, que admite la equivocaci¨®n, espera que los jueces reactiven el caso ¡°antes del verano, si cabe¡±. Las v¨ªctimas, por el contrario, temen lo peor: que los atascos burocr¨¢ticos malogren el juicio mismo contra el militar al que acusan del genocidio de unos 8.000 varones musulmanes en Srebrenica (Bosnia), en 1995. Sus temores no est¨¢n del todo infundados. A los 70 a?os, y tras una huida de casi dos d¨¦cadas, Mladic recuerda al expresidente serbio, Milosevic. Acusado de los mismos cr¨ªmenes, falleci¨® en 2006 sin sentencia firme.
¡°No se puede comparar. El juicio contra Mladic ha empezado menos de un a?o despu¨¦s de su arresto en Serbia. Hay que poner las cosas en perspectiva. El retraso puede dar mala imagen, es cierto. Pero no tendr¨¢ grandes repercusiones sobre la duraci¨®n total del proceso¡±, asegur¨® ayer Frederick Swinnen, asesor de la fiscal¨ªa. El departamento dar¨¢ hoy a los jueces una visi¨®n clara de lo que ocurre, para que puedan fijar una nueva fecha de apertura que evite el bochorno de un retraso prolongado. El TPIY ha demostrado su independencia procesando a sospechosos de todas las etnias de los Balcanes, pero el momento es delicado en Bosnia. Las cicatrices de la guerra no se han cerrado y el peso de los 100.000 muertos en el conflicto sigue not¨¢ndose en la sociedad. Los acuerdos internacionales de Dayton, que sellaron la paz en 1995, dejaron un pa¨ªs dividido. La Federaci¨®n croata-musulmana y Rep¨²blica serbia que lo componen hoy, no han acercado a las etnias. Tampoco han diluido el nacionalismo radical de los serbobosnios que atiz¨® en su d¨ªa al propio Mladic.
Con este escenario de fondo, las declaraciones de Tomislav Nikolik, el nuevo presidente serbio, han horrorizado a asociaciones de v¨ªctimas como las Madres de Srebrenica. Para asombro de la UE, que cre¨ªa en el acercamiento sincero de Belgrado, Nikolik acaba de negar el genocidio de Srebrenica. Admite que hubo ¡°un crimen a manos de serbios que deben ser juzgados; pero no un genocidio¡±. Unas palabras tremendas para las Madres, algunas de las cuales siguen sin poder enterrar a sus hombres asesinados. Desde 1995, han sido identificados 5.917 cad¨¢veres. Todos fueron abatidos a tiros. Muchos estaban atados y las balas entraron la espalda. ¡°Mladic pide que se sepa la verdad de Srebrenica y dice que es inocente. ?Cu¨¢ndo le har¨¢n justicia a nuestros muertos?¡±, dijeron las Madres que viajaron a La Haya, sede del TPIY, el pasado mayo.
Sus palabras, y sobre todo su compostura, contrastaron con la actitud de Mladic en la apertura del proceso. ¡°Todo el mundo me conoce. Soy el general Ratko Mladic. Defend¨ª a mi pueblo y a mi pa¨ªs. Ahora me defiendo yo¡±, dijo el exmilitar, antes de que los jueces le ordenaran callar. ¡°No, no y no. No lea una sola palabra de todo eso¡±, le grit¨® despu¨¦s al tribunal, cuando describieron la matanza de Srebrenica, la peor perpetrada en Europa desde la II Guerra Mundial. Desde entonces, ha recordado que es un hombre enfermo y pide un aplazamiento tras otro del proceso.
Hijo de un partisano serbio muerto en 1945, Mladic lleg¨® a ser comandante en jefe del Ej¨¦rcito serbobosnio. Adem¨¢s de Srebrenica, la fiscal¨ªa le acusa de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad por el sitio de Sarajevo, que caus¨® 12.000 muertos. El pliego de cargos en su contra incluye asesinatos, persecuciones, exterminio, deportaciones, trato inhumano, terror, ataques contra civiles y toma de rehenes. Su jefe pol¨ªtico, el exl¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic, est¨¢ siendo juzgado por los mismos delitos ante el TPIY.
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