El fantasma del fraude resucita en M¨¦xico

En su recta final, la campa?a presidencial mexicana se ha topado con un viejo conocido. Conforme se acerca la fecha de los comicios, el 1 de julio, el fraude electoral, o mejor dicho su fantasma, entra en escena. Esto no ha ocurrido de forma espont¨¢nea. Ha sido el candidato de la izquierda, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, quien revivi¨® el asunto. Segundo en las encuestas, el ex jefe de gobierno del Distrito Federal y l¨ªder de la coalici¨®n Movimiento Progresista, ha declarado que se prepara un fraude para impedirle el triunfo. Como ocurre con todos los fantasmas, unos creen que el fraude es hoy imposible en M¨¦xico, pero otros aseguran que no tanto.

¡°Pueden producirse irregularidades en una casilla [mesa] o en un conjunto de casillas. Pero un fraude maquinado centralmente es imposible¡±, escribi¨® Jos¨¦ Woldenberg en Reforma el 14 de junio. Cabeza del Instituto Federal Electoral (IFE) durante la elecci¨®n de 2000, en la que el Partido Acci¨®n Nacional (PAN) se hizo de la presidencia por primera vez en la historia, Woldenberg hizo ese d¨ªa en su art¨ªculo Por qu¨¦ es imposible un fraude una defensa cient¨ªfica de la solvencia del sistema electoral mexicano.

El IFE ha organizado elecciones durante 21 a?os. Es un ¨®rgano aut¨®nomo, gobernado por nueve consejeros. Hay adem¨¢s en ese Consejo General representantes de los partidos, con derecho a voz, pero solo los consejeros tienen voz y voto en las decisiones. En forma permanente, trabajan ah¨ª 14.000 personas. Para esta elecci¨®n presidencial, en la que tambi¨¦n se renueva el Congreso -500 diputados y 128 senadores- se han contratado de manera temporal a otras 50.000. Sin embargo, desde el chasco por la suciedad de las presidenciales de 1988, las elecciones en M¨¦xico las llevan a cabo ciudadanos comunes y corrientes, que tras ser elegidos al azar, son capacitados para instalar m¨¢s de 143.000 mesas de votaci¨®n, a las que est¨¢n convocadas m¨¢s de 79 millones de personas que cuentan con credencial de elector, un sofisticado documento con 19 elementos de seguridad que se ha convertido de facto en el documento nacional de identidad.

Este a?o, un total de 1,1 millones de mexicanos instalar¨¢n las mesas a las ocho de la ma?ana, recibir¨¢n a los votantes, cotejar¨¢n que la credencial de elector aparezca en la lista nominal y entregar¨¢n la papeleta correspondiente para cada puesto en disputa (adem¨¢s de presidencia y Congreso, hay elecciones en 15 Estados, siete de ellas con renovaci¨®n de gobernador, incluyendo la jefatura de gobierno del Distrito Federal). Cerrada la mesa, a las seis de la tarde, los ciudadanos capacitados por el IFE contar¨¢n los votos y reportar¨¢n los resultados a un sistema electr¨®nico que a partir de las ocho de la noche informar¨¢ v¨ªa Internet, en tiempo real y de forma abierta, el avance del c¨®mputo de cada una de las mesas del pa¨ªs. Los partidos, por su parte, pueden tener representantes en las mesas, para verificar que todo ocurra de manera ordinaria.

Tras perder en las
presidenciales de 2006,
el l¨ªder izquierdista
tom¨® las calles de
la capital mexicana

El Consejo General del IFE, al sur de la capital mexicana, estar¨¢ sesionando de manera permanente ese domingo y despu¨¦s de las once de la noche, dar¨¢ a conocer el conteo r¨¢pido. Con todo eso, a esa hora M¨¦xico tendr¨¢ claro qui¨¦n lo gobernar¨¢ a partir del 1 de diciembre. El lunes a las ocho de la noche, en su sitio de Internet, el IFE exhibir¨¢ copia electr¨®nica de las actas de resultados recibidas de cada mesa. Las papeletas est¨¢n hechas de papel infalsificable y numeradas, y se encuentran bajo resguardo militar hasta que son entregadas a los ciudadanos que se encargar¨¢n de las mesas.

¡°La complejidad abona a la suspicacia. Para salvarla del fraude, hicimos muy compleja la elecci¨®n. Entonces, cualquier cosa que se diga se cree¡±, explica Mauricio Merino, acad¨¦mico del Centro de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®micas (CIDE) y ¨¦l mismo exmiembro del Consejo General del IFE.

Como Woldenberg, Merino est¨¢ convencido de que es imposible el fraude en la mesa o despu¨¦s de emitido el voto. ¡°Antes de llegar a la casilla, pueden suceder mil cosas, luego ya no, la casilla es la frontera electoral¡±.

¡°Mientras los partidos jueguen con deslealtad contras las instituciones, no hay manera de
darle confianza a un sistema electoral",
dice un experto

El tema del fraude surgi¨® despu¨¦s de que el 31 de mayo se confirmara la buena marcha de la campa?a de L¨®pez Obrador, que compite de nueva cuenta despu¨¦s de perder en 2006 por un 0,56% de la votaci¨®n. Ese d¨ªa, una encuesta de Reforma le puso a solo 4 puntos del candidato pri¨ªsta Enrique Pe?a Nieto. El discurso menos pendenciero por parte del candidato, que promueve una ¡°rep¨²blica amorosa¡±, su buena actuaci¨®n en el primer debate presidencial, el desplome de Josefina V¨¢zquez Mota, la candidata del gubernamental PAN y el temor de algunos sectores al regreso del PRI a la presidencia de la Rep¨²blica auparon al segundo lugar al abanderado de la izquierda, que una vez en esa posici¨®n advirti¨® a sus seguidores que tratar¨ªan de descalificarlo con anuncios negativos e incluso con un fraude cuya mec¨¢nica no ha explicado.

¡°Quieren de nuevo asustar con la guerra sucia [en 2006 una campa?a lo calific¨® de "peligro para M¨¦xico"], pero ya no les va a funcionar. Al pueblo lo pueden enga?ar una vez, pero no lo van a enga?ar siempre. Porque miren, ya los conozco bien, cuando vean que tampoco les funcion¨® la guerra sucia, ?a qu¨¦ se van a ir? Al fraude", dijo el 5 de junio en un mitin en Michoac¨¢n.

El IFE contest¨® negando cualquier maquinaci¨®n y la posibilidad de un fraude. Renuente a desmontarse de su teor¨ªa, el martes pasado L¨®pez Obrador pidi¨® a la autoridad electoral que impida que los votantes ingresen a las cabinas de votaci¨®n con tel¨¦fono m¨®vil. El candidato de la izquierda cree que los votantes ¡°comprados¡± ser¨¢n obligados a tomar una foto a su papeleta para demostrar que emitieron el voto tal y como les fue indicado. El candidato acus¨® adem¨¢s que a cargo de esa movilizaci¨®n de votantes ¡°acarreados¡± estar¨¢n los gobernadores del Partido Revolucionario Institucional, que mandan en dos terceras partes de los Estados del pa¨ªs. El PRI rechaz¨® la imputaci¨®n y advirti¨® que lo que pretende L¨®pez Obrador es construir el escenario de un conflicto poselectoral. "Solamente si ¨¦l ganara la elecci¨®n result¨® limpia, si gana cualquier otro candidato la elecci¨®n result¨® sucia. Este mensaje de L¨®pez Obrador implica muy malas noticias para M¨¦xico. Quiere decir que el se?or candidato de las izquierdas est¨¢ pensando en reventarnos otro conflicto electoral como el de hace seis a?os", dijo el mi¨¦rcoles Pedro Joaqu¨ªn Coldwell, presidente del PRI.

Las pr¨¢cticas clientelistas
se han multiplicado
desde 2007, asegura
un exconsejero electoral

¡°Esa coacci¨®n del voto es dif¨ªcil de detectar y de probar, pero se sabe que se da, es evidente¡±, apunta Eduardo Huchim, exconsejero electoral en el Distrito Federal. ¡°Si te inducen, si te compran, si te coaccionan¡­ entonces es el fraude que calla su nombre¡±, agrega Huchim, quien destaca que las pr¨¢cticas de clientelismo se han multiplicado desde 2007, principalmente en los Estados. ¡°En el plano federal s¨ª hay un avance importante, pero lo que pasa en los Estados es un pozo negro. Al ser los gobernadores quienes en los hechos concentran los tres poderes, es cuestionable la autonom¨ªa de los poderes legislativos y judiciales locales, el gobernador tambi¨¦n tiene injerencia indebida en la organizaci¨®n de las elecciones, y opera la compra y coacci¨®n del voto en distintos grados, esta es una realidad¡±.

El discurso del fraude de L¨®pez Obrador no cae en el vac¨ªo. Un 43% de la poblaci¨®n mexicana cree que las elecciones ser¨¢n ¡°poco o nada limpias¡±, seg¨²n revel¨® el lunes el encuestador Jorge Buend¨ªa. En ese mismo sondeo, que da a Pe?a Nieto una ventaja de 16 puntos porcentuales sobre el candidato de la izquierda, tambi¨¦n son un 43% de los encuestados los que dicen que tienen poca o nada de confianza en el IFE.

Para Buend¨ªa, la desconfianza se alimenta mucho de las denuncias de los propios partidos en los procesos electorales locales, de la herencia de d¨¦cadas de elecciones durante el priismo y del conflicto poselectoral tras el resultado en la presidencial de 2006, cuando Felipe Calder¨®n super¨® a L¨®pez Obrador por apenas 250.000 votos.

En cambio, para Mauricio Merino el retorno del fantasma del fraude es m¨¢s sencillo de explicar: ¡°No hay sistema electoral que resista la deslealtad de los partidos que compiten en una elecci¨®n. Mientras los partidos jueguen con deslealtad contra las instituciones que ellos mismo hicieron no hay manera de darle confianza a un sistema electoral. Por eso me preocupa tanto que L¨®pez Obrador insista en desconocer la calidad de las instituciones mexicanas. Es la desconfianza construida como estrategia pol¨ªtica¡±.