Una huelga policial paraliza Bolivia
Los agentes rechazan la oferta del Gobierno, que habla de una ¡°conspiraci¨®n¡±
El acuerdo firmado entre el Gobierno de Bolivia y los dirigentes sindicales de la polic¨ªa en la madrugada del domingo no ha logrado acabar con el mot¨ªn policial que ha dejado al pa¨ªs sin agentes desde el pasado jueves. La tropa rechaza el documento y ha decidido seguir con las protestas. El Gobierno, por su parte, sigue hablando de una ¡°conspiraci¨®n¡± contra el presidente, Evo Morales.
Los ministros del Interior, Carlos Romero, y de Finanzas, Luis Arce, y los delegados de los amotinados y de las esposas de los polic¨ªas suscribieron la madrugada del domingo un acuerdo que estableci¨® un aumento salarial de 22 euros, retroactivo a enero, entre otros puntos adicionales. Ayer, en un acto p¨²blico, los agentes calificaron el acuerdo de ¡°burla¡±, quemaron el documento y desconocieron a sus representantes. Los polic¨ªas han emplazado al Gobierno a reanudar el di¨¢logo con los delegados de tropa de los nueve departamentos del pa¨ªs, en un plazo de 12 horas, para no endurecer a¨²n m¨¢s su protesta.
La ministra de Comunicaci¨®n, Amanda D¨¢vila, ha reiterado a la prensa el convencimiento gubernamental de la existencia de elementos subversivos alentados por grupos de mandos medios de la polic¨ªa y por partidos de oposici¨®n como Unidad Nacional y el Movimiento Sin Miedo.
D¨¢vila esgrime un supuesto informe de ¡°inteligencia¡± del Estado que sugiere un ¡°escenario de golpe¡± a partir del mot¨ªn en la polic¨ªa, de la ¡°presencia de infiltrados¡± y la llegada a La Paz de la columna de miles de ind¨ªgenas de las tierras bajas, que, tras una penosa y esforzada caminata de m¨¢s de 50 d¨ªas, arriba a esa ciudad para pedir el Gobierno el respeto a su territorio en el Parque Nacional Isiboro S¨¦cure, por donde est¨¢ previsto que pase una carretera.
¡°Cuando decimos un escenario de golpe, nos referimos a una preparaci¨®n en marcha que no sabemos a qu¨¦ apunta. Tenemos que decir claramente que no puede ser otra cosa que desestabilizar al Gobierno o provocar un golpe de Estado¡±.
La existencia de ¡°un escenario de golpe¡± ha sido desmentido por la misma tropa amotinada, que ha asegurado que su demanda es netamente econ¨®mica y social y ha rechazado cualquier v¨ªnculo pol¨ªtico partidario. La preocupaci¨®n entre los polic¨ªas es lograr su objetivo de nivelar su salario al percibido en las Fuerzas Armadas, anular la ley de r¨¦gimen disciplinario y conseguir una jubilaci¨®n digna. Varios de los amotinados han pedido al Gobierno que no intente enfrentarlos a grupos campesinos afines al gubernamental Movimiento al Socialismo y mucho menos a los militares, pues est¨¢n decididos a todo.
La tensi¨®n en el pa¨ªs puede advertirse en las calles, por donde transitan ciudadanos nerviosos ante la ausencia de la polic¨ªa, incluida la de tr¨¢fico. Los bancos han reiterado que no abrir¨¢n las puertas al p¨²blico mientras no haya una soluci¨®n al conflicto de los amotinados, que cuentan con creciente simpat¨ªa social en casi todas las ciudades bolivianas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.