?Por qui¨¦n votan los carteles?
El escritor mexicano ?lmer Mendoza relata c¨®mo los candidatos han evitado mencionar la violencia del narco, una guerra con decenas de miles de muertos
En M¨¦xico el discurso pol¨ªtico es ambiguo. Los pol¨ªticos utilizan este aspecto caracter¨ªstico de la literatura que, como es natural, en las campa?as electorales se intensifica y afina. La palabra-promesa cala y los equipos de campa?a son expertos en crear frases: ¡°El PRI meti¨® al Chapo Guzm¨¢n en prisi¨®n, el PAN lo sac¨® y lo meti¨® a la lista de Forbes¡±. Es tan afortunada como aquella: ¡°Tomamos el pa¨ªs al borde del abismo, daremos un paso adelante¡±.
En la actual elecci¨®n no se manejan, en la calle al menos, las adhesiones de las bandas de narcos a alg¨²n candidato o viceversa; y aunque padecemos una guerra con decenas de miles de muertos, las menciones de los candidatos han sido m¨¢s bien flojas; como que no quieren comprometerse en asuntos tan escabrosos. Josefina V¨¢zquez Mota, del PAN, partido gobernante, pidi¨® perd¨®n por las v¨ªctimas y prometi¨® no pactar con el narco; Enrique Pe?a Nieto, del PRI, anunci¨® la creaci¨®n de una polic¨ªa de 40.000 miembros para el combate frontal y se trajo al general Naranjo de Colombia, con experiencia en ese rubro; el izquierdista Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador asegur¨® que no pactar¨¢ y sacar¨¢ adelante una estrategia basada en la informaci¨®n; Gabriel Quadri de la Torre, del Panal (Partido Nueva Alianza), habl¨® de recuperar las zonas con alta densidad delincuencial. No es un tema con el que pretendan ganar votos; no es prioritario.
La influencia que el narco ha tenido en la contienda electoral no es parte de las conversaciones; podemos especular: Las bandas no est¨¢n interesadas en participar como en el pasado; han invertido lo suficiente para que su control no sea preponderante y no se les se?ale; se est¨¢n preparando para continuar la batalla. Desde luego, hay detenidos recientes y en el estruendo medi¨¢tico, graves equivocaciones, como anunciar el arresto de un hijo de un m¨¢ximo capo, cuando se trataba de otra persona. La abogada del detenido afirma que es una acci¨®n electoral, que las armas y los miles de d¨®lares que le decomisaron fueron sembrados. De ser ese el objetivo, la acci¨®n podr¨ªa beneficiar a la candidata del PAN, que a pocos d¨ªas de la elecci¨®n se encuentra bastante desgastada y con escasas probabilidades de triunfo.
El candidato de la izquierda ha centrado su campa?a en econom¨ªa y empleo, lo que, murmuran, podr¨ªa agradar a los narcos, que son inversionistas y mesi¨¢nicos e introducen al pa¨ªs, insin¨²a Luis Astorga, hasta 42.000 millones de d¨®lares, seg¨²n fuentes del Ej¨¦rcito y a la Secretar¨ªa de Seguridad. Pe?a Nieto, que encabeza las encuestas, al parecer ha optado por la v¨ªa dura. No pactar¨¢, dice. Deber¨ªa reflexionarlo, y al menos dejar esa decisi¨®n a los expertos y no olvidar que se trata de un enemigo poderoso y bien pertrechado. Si es una guerra, se requieren acuerdos para detener el ba?o de sangre. Ese s¨ª es tema de las calles: los carteles esperan a ser convocados. Es terrible, real, urgente y nada ambiguo.
?lmer Mendoza es escritor mexicano, autor de Balas de plata y La prueba del ¨¢cido.
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