La guerra roza Damasco
Los combates se generalizan en los suburbios de la capital de Siria
El pasado fin de semana se combati¨® en Duma, a 13 kil¨®metros de Damasco, y hoy mi¨¦rcoles en Jaramana, a menos de cinco kil¨®metros. La guerra, no ya los atentados espor¨¢dicos, se acerca a la capital de Siria y adem¨¢s se intensifica. Por eso el propio presidente sirio, Bachar el Asad, reconoci¨® la semana pasada que el pa¨ªs atravesaba una ¡°situaci¨®n de guerra en todos los sentidos¡±.
En Jaramana los enfrentamientos se produjeron muy cerca de un centro del servicio secreto de la Fuerza A¨¦rea, un de los m¨¢s temidos por la resistencia, seg¨²n inform¨® el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) desde Londres. Siete civiles habr¨ªan fallecido a causa de los combates.
En Duma los muertos hallados en las calles y en las casas fueron decenas y en Zamalka, a siete kil¨®metros, superaron los 80, todos ellos varones que asist¨ªan el s¨¢bado por la tarde al entierro de una v¨ªctima de la represi¨®n.
De la capital se han ido decenas de miles de ciudadanos a los pa¨ªses lim¨ªtrofes y a Egipto -no a los pa¨ªses del Golfo que conceden visados con cuentagotas- pero tambi¨¦n han llegado muchos refugiados de ciudades destruidas como Hama y, sobre todo, Homs. Aun as¨ª en las noches de verano Damasco es, por primera vez, una ciudad fantasma en la que solo hay actividad en los controles callejeros del Ej¨¦rcito y de los mojabarat (servicios secretos).
¡°Solo se escuchan los bombazos a lo lejos¡±, prosigue la mujer que reside en el c¨¦ntrico barrio de Mezz¨¦. A medida que se acerca el estruendo de la guerra la vida en la capital cambia. ¡°Ya nadie osa salir tras la ca¨ªda del sol excepto, acaso, un rato corto al caf¨¦ de la esquina para distraerse jugando a las cartas¡±, se?ala un hombre de negocios damasquino contactado v¨ªa Skype. Con frecuencia los clientes vuelven a casa a oscuras porque se corta el suministro el¨¦ctrico. ¡°Despu¨¦s se llaman unos a otros por tel¨¦fono para saber como transcurre la noche¡±, narra la mujer.
En Jaramana solo se produjo hoy una batalla de corta duraci¨®n, pero en Duma los milicianos del Ej¨¦rcito Sirio Libre (ESL) se apoderaron el fin de semana, por unas horas, de varios barrios y tomaron el hospital antes de ser expulsados por tropas regulares. Contaron con el apoyo, por primera vez, de la fuerza a¨¦rea, seg¨²n im¨¢genes exclusivas de la televisi¨®n ITV. Hasta ahora solo hab¨ªan utilizado helic¨®pteros y carros de combate para secundar las ofensivas callejeras.
La destrucci¨®n que se puede observar en los v¨ªdeos difundidos por la oposici¨®n es parecida a la de Homs, la ciudad m¨¢s castigada por el r¨¦gimen. Tras la reconquista de Duma el primer ministro, Ryad Hijab, orden¨®, el martes por la tarde, que ¡°se acelere la rehabilitaci¨®n de la infraestructura de los servicios p¨²blicos¡± reconociendo as¨ª impl¨ªcitamente la devastaci¨®n de este arrabal de 120.000 habitantes. Su declaraci¨®n es un brindis al sol porque el Estado carece de medios para restablecer el agua y la luz.
Para poder mantener unas horas bajo su control un suburbio de la capital o, incluso, controlar de forma permanente parte de una provincia ¨CDeir el Zor escapa en buena medida al r¨¦gimen- el ESL cuenta cada d¨ªa con mejor armamento. Lo consigue apoder¨¢ndose de arsenales del Ej¨¦rcito regular, se lo proporcionan los desertores y se sospecha que se lo suministran, indirectamente, las dos potencias del Golfo (Arabia Saud¨ª y Catar) que m¨¢s le respaldan.
Unos 128.000 soldados han desertado o han rehusado incorporarse a filas en los ¨²ltimos 15 meses, seg¨²n la escritora siria Nawal Sibai, exiliada en Madrid. Lo cuerpos de elite del r¨¦gimen, la IV Divisi¨®n y la Guardia Republicana, compuestos en su gran mayor¨ªa por oficiales alau¨ªes, han sido, sin embargo, casi inmunes a esta erosi¨®n, seg¨²n admite la oposici¨®n.
Las calles de Damasco est¨¢n vac¨ªas, pero las tiendas siguen bien abastecidas, explica la mujer al tel¨¦fono, ¡°aunque muchos productos est¨¢n a precios astron¨®micos¡±. La bombona de gas para cocinar ha pasado en unos meses de 450 libras (5,6 euros) a 2000 (25 euros) en un pa¨ªs en el que el sueldo m¨ªnimo es de 7.000 libras (87 euros). ¡°Muchos, empezando por los refugiados que carecen de ingresos, ya no comen caliente¡±, se lamenta.
Los comercios del centro cerraron, sin embargo, durante un par de d¨ªas, a finales de mayo, para mostrar su duelo por la matanza de Al Hula en la que hubo, al menos, 108 muertos. Miembros de las fuerzas de seguridad recorr¨ªan esos d¨ªas el zoco forzando los cierres de las tiendas y amenazando a sus due?os para que reabran.
Algunos conocidos empresarios sun¨ªes que han hecho su fortuna al amparo del r¨¦gimen empiezan a hacer discretos gui?os a la oposici¨®n. Es el caso, por ejemplo, de Firas Tlass, hijo del c¨¦lebre exministro de Defensa Mustaf¨¢ Tlass, contra el que se emitido una orden de b¨²squeda y captura. Se le reprocha, al parecer, haber sido generoso con una asociaci¨®n caritativa que ayudaba a refugiados y otras v¨ªctimas del r¨¦gimen. Firas Tlass huy¨® a El Cairo.
¡°Si fuera solo la guerra y la carest¨ªa, pero esto es la ley de la jungla¡±, se lamenta el hombre de negocios damasquino. ¡°La vida cotidiana est¨¢ salpicada de robos, secuestros, atracos etc¨¦tera¡±. ¡°Ya nada es seguro, ni el mismo Damasco¡±, recalca. Los raptos de ciudadanos acomodados para obtener un rescate son ahora frecuentes.
Otros secuestros, perpetrados en Damasco y sus suburbios, son pol¨ªticos. La resistencia armada mostr¨® en un v¨ªdeo al general de divisi¨®n Faraj Shehadeh al Makt, de la Fuerza A¨¦rea, y al general de brigada Ahmad Silaybi, que apres¨® en Damasco el 26 y 28 de junio, seg¨²n indica en el v¨ªdeo que coloc¨® en Internet. El r¨¦gimen reconoci¨® en una de sus webs el ¡°secuestro¡± por ¡°terroristas¡± del primero en Al Adawi, a tres kil¨®metros del centro la capital.
Ambos tienen heridas en sus rostros lo que demuestra que fueron golpeados. El primero es, seg¨²n la oposici¨®n, el oficial de m¨¢s alta graduaci¨®n capturado hasta ahora. El segundo es, seg¨²n las mismas fuentes, uno de los responsables de Palestina, el m¨¢s c¨¦lebre centro de detenci¨®n y tortura de Siria.
La ONG Human Rights Watch se?al¨®, el martes, en un exhaustivo informe que Siria se hab¨ªa convertido en el ¡°archipi¨¦lago de la tortura¡± que se pr¨¢ctica en 27 centros en manos de diversos servicios secretos. Tras entrevistar a unos 200 expresos y militares desertores sostiene que, para obtener confesiones o amedrentar, se recurre a las descargas el¨¦ctricas, quemaduras con ¨¢cido de bater¨ªas de autom¨®viles, simulacros de ejecuciones y agresiones y humillaciones sexuales.
De vez en cuando desertores que practicaron o asistieron a interrogatorios colocan en las redes sociales v¨ªdeos rodados con m¨®viles de civiles torturados. Syria Translator and Reporters colg¨® hoy unas terribles escenas de tortura de un joven, tan solo vestido con un calzoncillo, por dos hombres uniformados. Fueron aparentemente rodadas en Kafarnbel (provincia de Idleb).
¡°Cuando la guerra llegue al mismo Damasco nadie se librar¨¢¡±, se teme la profesional siria. ¡°Aqu¨ª est¨¢n todos los jefes de los m¨²ltiples servicios de seguridad y no viven en un barrio aparte sino que est¨¢n mezclados con la poblaci¨®n¡±, prosigue. ¡°Se luchar¨¢ encarnizadamente en todas partes¡±, vaticina.
Muchos de estos jefes han aprovechado, sin embargo, las vacaciones escolares del verano para enviar a sus mujeres e hijos a las ciudades costeras y las monta?as del noroeste del pa¨ªs donde vive parte de la comunidad alau¨ª (una rama del chiismo) y de donde son originarios. El presidente Assad y sus m¨¢s ¨ªntimos colaboradores son de esa confesi¨®n. Es posible que esas familias ya nunca vuelvan a Damasco.
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