Vientos paraguayos en El Salvador
En pa¨ªses peque?os y pobres, el Estado es f¨¢cilmente controlable por unas pocas familias acaudaladas
En pa¨ªses peque?os y pobres como El Salvador o Paraguay, con econom¨ªas poco diversificadas, el Estado es f¨¢cilmente controlable por unas pocas familias acaudaladas y esto obstaculiza su desarrollo democr¨¢tico. En Paraguay los viejos poderes destituyeron al primer presidente de la oposici¨®n, casi porque les ca¨ªa mal. En El Salvador las elites econ¨®micas han provocado una crisis entre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La oposici¨®n salvadore?a no gobern¨® durante m¨¢s de un siglo. Las viejas elites y sus descendientes eliminaron a los competidores que asum¨ªan posiciones moderadas, al tiempo que usaban el anticomunismo para presentarse como los ¨²nicos que deben y pueden gobernar. Los inmigrantes de origen europeo que se volvieron due?os de El Salvador, prohibieron incluso que los inmigrantes ¨¢rabes compraran tierras para evitar competidores.
La larga lista de opositores asesinados o exiliados incluye militares, intelectuales y empresarios prominentes. Enrique ?lvarez C¨®rdoba, miembro de las llamadas 14 familias, fue asesinado junto a dirigentes populares por la Guardia Nacional en 1980. Ese mismo a?o asesinaron al arzobispo Romero y en 1989 a seis sacerdotes jesuitas. En El Salvador la moderaci¨®n ha sido siempre una posici¨®n de alto riesgo.
Napole¨®n Duarte, quien gobern¨® durante la guerra civil gracias al apoyo de los Estados Unidos, fue saboteado por las elites econ¨®micas. ?stas realizaron paros empresariales en plena guerra.
Parad¨®jicamente sin Duarte, que viabiliz¨® el apoyo estadounidense, los insurgentes habr¨ªamos ganado la guerra, sin embargo, no lo perdonaron ni a ¨¦l ni a su partido, la Democracia Cristiana. Al terminar la guerra civil, las elites perdieron la capacidad de matar, pero se propusieron polarizar al pa¨ªs para preservar el monopolio del poder. Infiltraron, dividieron y debilitaron a la Democracia Cristiana y favorecieron la polarizaci¨®n con los comunistas de la ex guerrilla del FMLN. El anticomunismo les permiti¨® ganar elecciones y gobernar 20 a?os, hasta que una alianza entre el FMLN y Mauricio Funes, un periodista de izquierda moderada, les gan¨® las elecciones en el 2009. Ya en el Gobierno, Funes guard¨® distancia del radicalismo del FMLN y de Ch¨¢vez, pese a que pudo haber recibido miles de millones de d¨®lares de Venezuela.
El monopolio de poder de las elites salvadore?as s¨®lo ha entrado en crisis cuando se dividen sus propias filas. Esas divisiones se manifestaron con golpes de Estado muy violentos en el pasado y fueron la causa principal de la guerra civil en los 80, cuando se dividi¨® la Iglesia, los empresarios y los militares en medio de crecientes protestas populares detonadas por fraudes electorales y represiones brutales. Ahora, luego de 20 a?os de gobiernos de ARENA, las elites se dividieron nuevamente, Antonio Saca, empresario de medios de comunicaci¨®n de origen ¨¢rabe y ¨²ltimo presidente de ARENA, se separ¨® del partido, form¨® el suyo, se ali¨® con el actual presidente Funes y se acerc¨® a la Democracia Cristiana y a Conciliaci¨®n Nacional, los dos partidos m¨¢s antiguos del pa¨ªs.
Saca piensa buscar de nuevo la presidencia y es puntero en las encuestas contra todos los posibles candidatos. El surgimiento de una tercera fuerza basada en la alianza Saca-Funes con marcas electorales, por ahora d¨¦biles, pero de medio siglo de existencia, crear¨ªa un nuevo balance pol¨ªtico, sacar¨ªa a El Salvador de la polarizaci¨®n y podr¨ªa provocar que por primera vez en la historia del pa¨ªs la oposici¨®n obtenga dos victorias electorales consecutivas.
En un pa¨ªs tan peque?o es en extremo dif¨ªcil tener un Poder Judicial sin influencia de las elites econ¨®micas; los magistrados son, han sido o podr¨ªan llegar a ser sus empleados, y en la Corte Suprema se dirimen muchos de sus grandes negocios. El a?o pasado, previo a una elecci¨®n parlamentaria, la Corte Suprema de Justicia le quit¨® la legalidad a la Democracia Cristiana y a Conciliaci¨®n Nacional. Este y otros ataques pol¨ªticos de la Justicia provocaron un contra ataque legal de los partidos con el nombramiento de nuevos magistrados desde el parlamento, desatando la actual crisis entre todos los poderes del Estado. En la superficie hay diversidad de argumentos legales y hasta morales, pero el problema principal es que el surgimiento de una nueva variable pol¨ªtica podr¨ªa poner fin al control patrimonial del Estado por parte de las viejas elites y esto se les hace intolerable.
Las elites saben que la polarizaci¨®n con un FMLN dominado por los comunistas significa que gobernar¨¢n por muchos a?os, al punto que se han desatado conflictos en el interior de ARENA por la candidatura presidencial animados por la seguridad de que ganar¨¢n f¨¢cilmente la pr¨®xima elecci¨®n. Asustados porque esto se arruine han comenzado a rumorear sobre paros empresariales, protestas, disoluci¨®n del Congreso, violencia callejera, golpe de Estado y hasta de apresar a Saca y a Funes por corrupci¨®n.
La hegemon¨ªa de los comunistas en el FMLN fue posible porque sectores de centro izquierda se subordinaron ingenuamente a sus posiciones durante la transici¨®n; algunas de esas voces, de nuevo ingenuamente, se han subordinado a los poderes econ¨®micos que han desatado una ola anti-pol¨ªtica contra los partidos. La anti-pol¨ªtica podr¨ªa traerle graves problemas al pa¨ªs como ya ocurri¨® con la polarizaci¨®n. La crisis no tiene soluci¨®n por v¨ªas legales, sino pol¨ªticas entre los tres futuros contendientes. Nada es m¨¢s corrupto que el monopolio del poder. Este no es un problema de buenos contra malos, sino de establecer un real balance de poderes y una buena competencia, porque es esto lo que le produce beneficios a la gente y no la bondad o las intenciones de los pol¨ªticos.
Joaqu¨ªn Villalobos fue guerrillero salvadore?o y es consultor para la resoluci¨®n de conflictos internacionales
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