Burros con altavoz para despistar
Los rebeldes se las ingenian para desestabilizar al enemigo con argucias variadas
La resistencia no solo usa armas en Siria para derrocar a Bachar el Asad. La poblaci¨®n rebelde se las ingenia para amedrentar, burlarse y desestabilizar a los soldados enemigos por otros medios. Una de las tretas m¨¢s recientes consiste en acercarse sigilosamente a un control militar con el meg¨¢fono que emplean en las manifestaciones. Lo ponen a todo volumen, escondidos entre matorrales, y los soldados tienen que escuchar el top ten de las canciones de la revoluci¨®n y sus consignas pol¨ªticas. ¡°El ruido les impide dormir y les confunde¡±, r¨ªe Muafar, uno de los activistas.
¡°Han llegado informes de lo ocurrido en Deir el Zor¡±, arranca una grabaci¨®n. ¡°Hemos capturado 30 tanques, y otros 26 han sido parcialmente destruidos. Hemos interceptado 80 camiones que transportan soldados, matando a 300, hemos acabado con cuatro coches de las fuerzas de seguridad¡±, narra una voz grave masculina, triplicando las haza?as del Ej¨¦rcito Libre Sirio (ELS). ¡°En Kofor Shams una brigada entera ha desertado y se ha llevado consigo toda la munici¨®n¡±, contin¨²a.
Los militares tambi¨¦n son desafiados: ¡°Hablad con vuestros compa?eros, llamad a vuestras familias y preguntadles sobre las mentiras que os cuentan, que somos bandas de criminales. Estamos en el bando que hay que estar, vosotros luch¨¢is por Bachar, pero nosotros por la libertad¡±.
Seg¨²n algunos soldados que huyeron de un chekpoint, las tropas del r¨¦gimen no tienen comunicaci¨®n con sus familiares ni han tenido vacaciones desde hace casi un a?o. ¡°Est¨¢is bombardeando a vuestros hermanos, a vuestros hijos. ?Por qu¨¦ no hab¨¦is desertado ya? Sabemos qui¨¦nes sois, d¨®nde viv¨ªs. Qui¨¦n es vuestra familia. Si no ven¨ªs, iremos a buscarlos¡±, concluye la cinta.
Hasta ahora la argucia no ha tenido mucho ¨¦xito. Las deserciones se cuentan con cuentagotas. Pero no desisten.
Otra estratagema en Homs consist¨ªa en enviar un burro a los soldados de El Asad con el altavoz colgado o gatos con linternas, a los que disparan. En algunas ciudades donde hay francotiradores queman un trozo de papel con l¨ªquido inflamable sujeto por un alambre, le ponen una bolsa encima y dejan que se eleve como un globo. ¡°Se ponen nerviosos y disparan a esa luz que ven volando¡±, r¨ªe Jafar, un miembro de la resistencia de Al Qusayr. Durante el invierno, instalaron en algunas trincheras una foto de El Asad, ¡°as¨ª que cuando miraban por el objetivo para matar a alguien le ve¨ªan a ¨¦l¡±.
Para contrarrestar la propaganda gubernamental, la resistencia tiene sus medios de comunicaci¨®n. Mientras la televisi¨®n estatal Adunia TV muestra a los rebeldes como terroristas isl¨¢micos, la revoluci¨®n cuenta con un batall¨®n de activistas y reporteros locales. Graban cada cad¨¢ver y escriben en el sudario el nombre, la fecha y el lugar de su muerte, mientras el canal Orient News, propiedad de una familia de Idlib, transmite las noticias del avance del ELS y las matanzas de civiles.
En los lugares en poder del r¨¦gimen, muchos j¨®venes organizan la mus¨¢jara tai¨¢ra, concentraciones r¨¢pidas para despistar a los shabiha (matones del r¨¦gimen). Convocan manifestaciones por Internet en cuatro sitios y dividen las fuerzas enemigas, mientras en realidad hay una sola protesta y durante cinco minutos. Para Hasan, ¡°todo es un modo de mostrarle al Gobierno que seguimos teniendo sentido del humor. No puede con nosotros¡±.
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