?Y despu¨¦s de El Asad?
La oposici¨®n est¨¢ fragmentada y los cristianos se han mantenido al margen A Estados Unidos le preocupa el arsenal de armas qu¨ªmicas del r¨¦gimen
Se tambalea el r¨¦gimen del hombre que no pod¨ªa ser ¡°completamente malo porque protege a los cristianos y tiene una esposa tan moderna¡±, en palabras pronunciadas por el expresidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy semanas antes de que miles de sirios se rebelaran, en marzo de 2011, contra Bachar el Asad. Se hunde tras el devastador golpe asestado el mi¨¦rcoles a la ¨¦lite militar en un cuartel en el coraz¨®n de Damasco. ¡°Esta es la din¨¢mica que derroca Gobiernos, cuando la gente pierde la confianza en la capacidad del r¨¦gimen para protegerse a s¨ª mismo¡±, afirmaba el jueves el analista Rami Khoury. Y se desvanecen el Gobierno de un partido, el Baaz, y una dinast¨ªa que ¡ªret¨®rica furibunda al margen¡ª hab¨ªa impuesto, mediante una brutal represi¨®n, cierta estabilidad en Oriente Pr¨®ximo. Ahora todo es incertidumbre. Las inc¨®gnitas, infinitas. Y los gobernantes de pa¨ªses vecinos atisban los efectos de la desaparici¨®n de la estirpe que ha gobernado Siria desde 1970.
Si el r¨¦gimen se precipita, el d¨ªa despu¨¦s dif¨ªcilmente dejar¨¢ de ser ca¨®tico. Las tentaciones para proceder a alg¨²n tipo de desbaazificaci¨®n, como la ejecutada en Irak en 2003 con efectos desastrosos, ser¨¢ dif¨ªcil de superar. Por no hablar de una eventual revancha ¡ªse conocen ya atrocidades perpetradas por los insurrectos del Ej¨¦rcito Sirio Libre¡ª de los sun¨ªes contra los alau¨ªes, la secta del presidente. ?Y si, como apuntan varios indicios, Al Qaeda se instala y refuerza en territorio sirio?
Si en Libia se organiz¨® desde los primeros d¨ªas de la revuelta un Consejo de Transici¨®n que ha sido capaz de encarrilar el proceso pol¨ªtico, en Siria la oposici¨®n est¨¢ fragmentad¨ªsima ¡ªhan acabado a pu?etazos en alguna reuni¨®n¡ª, la comunidad cristiana (10% de la poblaci¨®n) se ha mantenido al margen del alzamiento, actitud id¨¦ntica a la seguida por los kurdos asentados en el norte del pa¨ªs.
Muy improbable una intervenci¨®n occidental ¡ªencubiertamente Catar y Arabia Saud¨ª proporcionan armas a los rebeldes, tal como hicieran el a?o pasado en Libia¡ª, a los vecinos y en las capitales occidentales inquieta, y mucho, lo imprevisible. Y en Siria, desaparecida la saga gobernante, el futuro ser¨ªa ciertamente incierto porque en el coraz¨®n del mundo ¨¢rabe, en Damasco, confluyen intereses vitales de Ir¨¢n, Arabia Saud¨ª, Rusia, L¨ªbano... Y tambi¨¦n de Occidente. Cada loco con su tema.
A corto plazo, a Estados Unidos le preocupa el arsenal de armas qu¨ªmicas, y a Turqu¨ªa, L¨ªbano, Jordania e Irak ¡ªque el viernes sell¨® un puesto fronterizo con Siria tras ser conquistado por los insurgentes¡ª el flujo de decenas de miles de refugiados.
A medio plazo, sin embargo, los beneficios para alguno de los actores en juego resultan m¨¢s evidentes. Arabia Saud¨ª, enemigo jurado de Ir¨¢n y de El Asad ¡ªmucho m¨¢s desde el magnicidio en Beirut, en 2005, del magnate sun¨ª y ex primer ministro liban¨¦s, Rafik Hariri¡ª conf¨ªa en disfrutar de un nuevo socio en Damasco, un Gobierno sun¨ª encabezado en el futuro por el partido que creen los Hermanos Musulmanes, muy activos en el alzamiento. Ser¨ªa un sever¨ªsimo varapalo al proyecto de Teher¨¢n de extender su influencia por Oriente Medio. Un proyecto que ya tiene grietas: el Movimiento islamista palestino Ham¨¢s, refugiado en Damasco desde hace 15 a?os, se pronunci¨® a favor de los rebeldes y se distanci¨® del regimen sirio ipso facto. El prestigio que Ir¨¢n pudiera atesorar entre las masas ¨¢rabes se diluye r¨¢pidamente.
Para Israel, la ¨®ptica es diferente. Las rebeliones contra los tiranos ¨¢rabes desagradan. El exministro de Defensa y dirigente laborista Benjam¨ªn Ben Eliezer lleg¨® a decir que deb¨ªa ofrecerse asilo pol¨ªtico al rais egipcio Hosni Mubarak, cuando este fue depuesto. Desde la guerra de Yom Kipur, en 1973, la meseta siria del Gol¨¢n ocupada por Israel es una balsa de aceite, incluso m¨¢s que el Sina¨ª egipcio. Pero nadie ofrecer¨¢ asilo a El Asad en Israel. Cuando Damasco ha decidido hostigar a Israel, siempre utiliz¨® otros canales: principalmente a Hezbol¨¢. Si el r¨¦gimen damasceno se derrumba definitivamente, la milicia chi¨ª libanesa va a sufrir. No lo pudo expresar esta semana con m¨¢s claridad Has¨¢n Nasral¨¢, el carism¨¢tico l¨ªder de Hezbol¨¢: ¡°Siria es un camino para la resistencia y el puente de comunicaci¨®n entre la resistencia e Ir¨¢n¡±. El derrumbe de ese puente, ya fr¨¢gil, parece inminente. ?C¨®mo se va a pertrechar la milicia? ?Qui¨¦n y c¨®mo le suministrar¨¢ los cohetes? La ruptura de la alianza entre Ir¨¢n y Siria suena a m¨²sica celestial en Tel Aviv. Ya se ver¨¢ en el porvenir c¨®mo se comporta un Gobierno que probablemente tendr¨¢ tintes islamistas. En el futuro inminente no parece que este tipo de movimientos tengan excesiva prisa por arremeter contra el Estado jud¨ªo. El ejemplo de Egipto, donde los Hermanos Musulmanes prometen cumplir los acuerdos de paz con Israel si este pa¨ªs los respeta, puede servir de modelo. Redactar una Constituci¨®n; negociar la entrega del poder con la junta militar; la rehabilitaci¨®n de una econom¨ªa ruinosa... El Cairo tiene ahora otras prioridades.
?Y Turqu¨ªa qu¨¦ piensa? Ankara fue tajante el mi¨¦rcoles. En conferencia de prensa junto al presidente ruso, Vlad¨ªm¨ªr Putin, ambos con semblante circunspecto tras conocer el atentado que sacudi¨® la c¨²pula del poder en Damasco, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, asegur¨®: ¡°Estoy categ¨®ricamente en contra de la violaci¨®n de la integridad territorial de Siria¡±. Las l¨ªneas sectarias y religiosas cuentan, y mucho. Y Erdogan, que combate la insurgencia kurda en Turqu¨ªa oriental, contempla inquieta c¨®mo a la comunidad kurda del norte de Siria se le ha otorgado cierta autonom¨ªa a cambio de no sumarse a la rebeli¨®n contra El Asad. Preferir¨ªa tambi¨¦n Erdogan no contemplar el escenario del Kurdist¨¢n iraqu¨ª, regi¨®n independiente en la pr¨¢ctica: firma contratos con compa?¨ªas como la petroleras ExxonMobil sin consultar a Bagdad.
No hay vecino que duerma tranquilo. Al rey Abdul¨¢ de Jordania le crecen los enanos. Los continuos cambios de Gobierno no satisfacen a una poblaci¨®n harta de corrupci¨®n. Hasta los hinchas del equipo de f¨²tbol apoyado por las tribus que sustentan al trono han insultado gravemente a la reina Rania, mientras el activismo del Frente de Acci¨®n Isl¨¢mica, franquicia de la Hermandad, crece d¨ªa a d¨ªa. No digamos si se afianzaran los islamistas en Damasco.
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