Rusia apunta a la salida pactada de El Asad
El presidente sirio solo tiene tres lugares donde refugiarse si pierde la batalla de Damasco: Rusia, Teher¨¢n o la costa de Siria
?D¨®nde y c¨®mo puede el presidente de Siria, Bachar el Asad, dejar el poder? El embajador ruso en Francia, Alexander Orlov, dio hoy una primera indicaci¨®n de que Mosc¨², el principal aliado del r¨¦gimen sirio, contempla esa perspectiva y le gustar¨ªa encontrar una salida pactada a la yemen¨ª.
¡°Creo que se va a ir y que ¨¦l mismo lo comprende, pero habr¨ªa que organizarlo de manera civilizada, como se hizo en Yemen por ejemplo¡±, declar¨® el embajador al diario franc¨¦s Le Parisien. No es la primera vez que Orlov habla de una soluci¨®n ¡°civilizada¡± aunque nunca lo hizo con tanta precisi¨®n. Sus palabras no han sido rectificadas desde Mosc¨².
El dictador yemen¨ª Ali Abdal¨¢ Saleh renunci¨® a su cargo en febrero tres ejercer m¨¢s de 33 a?os el poder. Previamente, en enero, el Parlamento yemen¨ª vot¨® una ley que le otorga plena inmunidad por las matanzas en su pa¨ªs. Ese privilegio suscita frecuentes protestas callejeras en Yemen. Saleh se encuentra ahora en EE UU donde recibe tratamiento m¨¦dico.
El escenario yemen¨ª es dif¨ªcilmente repetible en Siria porque la represi¨®n desatada por El Asad desde que la rebeli¨®n estallara hace m¨¢s de 16 meses ha causado muchos m¨¢s muertos ¡ªla oposici¨®n calcula que superan ya los 19.000¡ª que la de Saleh en Yemen. Ninguna autoridad emergente siria ¡ªa instancias de Francia y de Qatar se han iniciado las gestiones para la formaci¨®n de un Gobierno provisional- estar¨ªa dispuesta a concederle inmunidad.
Los pa¨ªses de la Liga ?rabe tambi¨¦n apoyan una salida pactada. En una reuni¨®n de urgencia entre los ministros de Exteriores de los pa¨ªses ¨¢rabes que se ha producido durante la noche del domingo en Doha, los representantes han acordado ofrecer una "salida segura" a Assad y su familia a cambio de que renuncie al poder.
La guerra se ha instaurado en Damasco, la capital pol¨ªtica, desde hace m¨¢s de una semana, donde el Ej¨¦rcito se esfuerza ahora por todos los medios, helic¨®pteros incluidos, por reconquistar los barrios que perdi¨®, y donde escasean ya los productos b¨¢sicos como el pan (Ver v¨ªdeo). Desde el viernes la conflagraci¨®n se traslad¨® a Alepo donde los rebeldes anunciaron hoy que ir¨¢n a por todas. Cuando los leales al r¨¦gimen marcan tantos en una ciudad se les abre un nuevo frente.
Ante esta perspectiva a El Asad le quedan tres salidas. La primera consistir¨ªa en exiliarse en Rusia. En m¨¢s de una ocasi¨®n la prensa moscovita, con el diario Kommersant a la cabeza, ha se?alado que EE UU y otros pa¨ªses occidentales presionan a Rusia para que le ofreciese asilo.
El propio presidente Vladimir Putin lo ha desmentido en m¨²ltiples ocasiones, la ¨²ltima el jueves pasado. Aun as¨ª persisten los rumores sobre, por ejemplo, el env¨ªo de ingentes cantidades de dinero (6.000 millones de d¨®lares) del clan de los Asad de Siria a Rusia para gozar all¨ª de un exilio dorado.
La segunda opci¨®n para El Asad es el segundo gran aliado de su r¨¦gimen: Ir¨¢n. El exilio all¨ª conllevar¨ªa, sin embargo, mayores riesgos que en Rusia porque el r¨¦gimen iran¨ª es menos estable. Cuando el presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy recibi¨®, en septiembre pasado, al presidente del consejo de transici¨®n libio, Mustaf¨¢ Abdul Jalil, le dijo: ¡°Tenga paciencia y ya ver¨¢ lo que va a suceder en Argelia dentro de un a?o y en Ir¨¢n dentro de tres¡±. Alud¨ªa a un cambio de r¨¦gimen.
Tal cambio podr¨ªa suponer en Teher¨¢n que las nuevas autoridades entreguen a El Asad al Tribunal Penal Internacional que no tardar¨¢ en reclamarlo por cr¨ªmenes contra la humanidad. Por la misma raz¨®n El Asad no puede exiliarse en el Reino Unido pese que vivi¨® all¨ª varios a?os, cuando estudiaba oftalmolog¨ªa, y su esposa, Asma, naci¨® en Londres y posee la nacionalidad brit¨¢nica.
Pero m¨¢s de un experto en Siria cree que, si pierde la batalla de Damasco, El Asad no se ir¨¢ del pa¨ªs. ¡°No le veo huir al extranjero¡±, afirma Ignace Leverrier, un exdiplom¨¢tico franc¨¦s que ha vivido largos a?os en Siria y que anima un blog sobre el pa¨ªs. ¡°No estoy siquiera seguro de que aquellos que le rodean [el clan alau¨ª] le dejen marcharse¡±, a?ade.
Para Leverrier y para otros muchos, como Abdel Khalim Khaddam, vicepresidente de Siria hasta 2005, la opci¨®n m¨¢s probable es que El Assad intente atrincherarse en la costa siria y en las monta?as circundantes de donde son originarios los alau¨ªes, la minor¨ªa confesional a la que pertenece el presidente y su camarilla de militares y esp¨ªas.
Un nuevo dato avala esta tesis. Varios periodistas observarono la semana pasada los bombardeos sistem¨¢ticos de pueblos, como Haouach (7.000 habitantes) en la provincia de Hama, en la llamada ¡°frontera alau¨ª¡±, para, aparentemente, incitar a la poblaci¨®n sun¨ª a huir. Los alau¨ªes son el 10% de los 22 millones de sirios mientras que los musulmanes sun¨ªes rondan el 75%.
Haitham Maleh, un octogenario juez que pas¨® largos a?os en la c¨¢rcel por su lucha en pro de los derechos humanos, vaticina tambi¨¦n que ¡°El Asad y su familia morir¨¢n en Siria¡±. ¡°Su final ser¨¢ como el de Gadafi [dictador libio], le matar¨¢n¡±.
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