?No era por la ocupaci¨®n militar?
En Irak se producen una media de cinco atentados suicidas al mes. La realidad de este terrorismo refuta que obedeciera a la presencia en el pa¨ªs del Ej¨¦rcito de EE UU
Los soldados de Estados Unidos abandonaron Irak a mediados de diciembre, pero el terrorismo suicida no ha dejado de ser parte del fen¨®meno terrorista que constituye una realidad cotidiana para los iraqu¨ªes. Desde el 1 de enero de 2012 se han producido en dicho pa¨ªs 35 atentados suicidas, bien en forma de episodios aislados de terrorismo o, como acaba de volver a ocurrir ayer, imbricados en una serie concatenada de incidentes de esa misma violencia. Ello supone una media de cinco atentados suicidas al mes. Entre junio y noviembre de 2011 se registraron 28 atentados suicidas, lo que situ¨® la media mensual en una cifra cercana a la de los siete primeros meses de 2012.
Ahora bien, el total de v¨ªctimas mortales ocasionadas por actos suicidas de terrorismo en esos seis meses previos a la retirada norteamericana fue de 205, es decir, 34 al mes. En los siete posteriores 447, unos 64 cada mes. Que las tropas estadounidenses abandonasen Irak no ha conllevado ni la desaparici¨®n ni la reducci¨®n del terrorismo suicida. Al contrario, el n¨²mero mensual de sus v¨ªctimas mortales se ha duplicado. Adem¨¢s, si a estas se suma el monto de cuantas han perdido la vida debido a la explosi¨®n de veh¨ªculos bomba, entonces la cifra de dichas v¨ªctimas mortales se quintuplica. Sin siquiera contabilizar las consecuencias de los atentados terroristas de otro tipo.
En ausencia de militares estadounidenses, ?contra qui¨¦nes se dirige ahora ese terrorismo? Los muertos por atentados suicidas en los siete primeros meses de 2012 han sido casi en su totalidad iraqu¨ªes. Nueve de cada diez eran civiles y uno pertenec¨ªa a las fuerzas de seguridad o a otras instituciones oficiales. M¨¢s a¨²n, la gran mayor¨ªa de los civiles iraqu¨ªes abatidos en actos suicidas de terrorismo eran chi¨ªes. De aqu¨ª que esos atentados suelan ocurrir en lugares donde, por razones de culto o de residencia, tiende a congregarse la poblaci¨®n iraqu¨ª de confesi¨®n chi¨ª, mayoritaria en el pa¨ªs. Pero hay iraqu¨ªes sun¨ªes opuestos al terrorismo que tambi¨¦n son blanco de los terroristas.
?Y qui¨¦nes son estos terroristas? Fundamentalmente los mismos que vienen si¨¦ndolo desde 2004. Sobre todo miembros de Al Qaeda en Mesopotamia, cuyos dirigentes asumen la autor¨ªa de ese tipo de actos de terrorismo a trav¨¦s de su productora Al Furqan y el denominado Estado Isl¨¢mico de Irak (EII). Pese a haber perdido buena parte de la aceptaci¨®n popular de que disfrut¨® hace cinco o seis a?os entre los iraqu¨ªes sun¨ªes, la rama iraqu¨ª de Al Qaeda sigue activa y cuenta con los recursos necesarios para perpetrar atentados altamente letales, incluyendo alrededor de un millar de militantes propios, procedentes del propio pa¨ªs y de algunos otros del mundo ¨¢rabe.
A inicios de 2007, cuando la violencia terrorista en Irak alcanz¨® sus mayores cotas conocidas, solo una cuarta parte de sus blancos y v¨ªctimas eran estadounidenses. En aquellos momentos, la estrategia de ese terrorismo ¡ªque en el 8% de los casos se manifestaba a modo de atentados suicidas, una proporci¨®n que se ha elevado significativamente¡ª se basaba menos en hacer frente a las tropas norteamericanas que en imponer su propio dominio sobre buena parte del territorio iraqu¨ª y fomentar antagonismos sectarios. Entonces, la realidad del terrorismo suicida refutaba que obedeciera a la ocupaci¨®n militar, una explicaci¨®n cuyas limitaciones son ahora mucho m¨¢s evidentes.
Fernando Reinares es investigador principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos.
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