¡°Temo ver rondar a los integristas por nuestras iglesias¡±

Los obispos y vicarios cat¨®licos de Alepo se dieron cita el jueves en el arzobispado griego cat¨®lico ¡°para evaluar la situaci¨®n y rezar para que se instaure el di¨¢logo que conduzca a la paz¡±, explica el anfitri¨®n de la reuni¨®n, monse?or Jean-Cl¨¦ment Jeanbart, sirio, desde hace 16 a?os arzobispo de la ciudad. ¡°El s¨¢bado tendremos un nuevo encuentro, esta vez ecum¨¦nico, con los nueve obispos cristianos y dos pastores evang¨¦licos¡±, anuncia.

¡°En gran parte de Alepo parece que hay toque de queda porque est¨¢ vac¨ªa, la gente tiene miedo aunque a esta hora [¨²ltima hora de la tarde] se lucha solo en dos barrios¡±, comenta el arzobispo al tel¨¦fono desde su despacho. ¡°Algunos productos de primera necesidad escasean y los que s¨ª se encuentran son ahora m¨¢s caros¡±, se?ala.

Monse?or Jeanbart se alegra de que ¡°los barrios cristianos [en Alepo viven unos 160.000 cristianos] se han librado por ahora¡± de los combates entre el Ej¨¦rcito regular sirio y los rebeldes armados.

¡°Hasta ahora tampoco se han producido aqu¨ª matanzas ni siquiera amenazas a los cristianos¡±, se felicita el arzobispo. ¡°Solo lamentamos unos secuestros, sin motivaciones confesionales, para extorsionar a algunos parroquianos¡±.

Pero no las tiene todas consigo. ¡°Entre los milicianos armados hay fundamentalistas extranjeros que no saben nada de nuestros 1.400 a?os de historia de convivencia con los musulmanes¡±, afirma. ¡°Temo verles rondar por nuestras iglesias y arzobispados¡±.

¡°Nos asusta que puedan surgir situaciones como en Irak¡±, donde ataques y atentados han provocado la huida de la mayor¨ªa de los cristianos desde que en 2003 se produjo la intervenci¨®n de Estados Unidos.

¡°?Ser¨¢n los fundamentalistas o sus amigos los que gobernar¨¢n ma?ana en Siria?¡±, se pregunta angustiado el arzobispo. ¡°Tememos que la instauraci¨®n [tras la ca¨ªda del presidente Bachar el Asad] de un gobierno fundamentalista o teocr¨¢tico isl¨¢mico nos haga perder la libertad religiosa, la libertad de dar testimonio de nuestra fe¡±, recalca. ¡°Los cristianos tienen miedo a perder lo que obtuvieron durante estos ¨²ltimos 70 a?os: la cultura no confesional¡±. El clan de El Asad es de confesi¨®n musulmana alau¨ª, pero el grueso de la poblaci¨®n es musulmana sun¨ª.

Por eso los cristianos no solo rezan para que se instaure el di¨¢logo, prosigue el arzobispo, ¡°sino que nos gustar¨ªa mediar entre ambas partes [el r¨¦gimen y la oposici¨®n] para promover la reconciliaci¨®n¡±. Pero reconoce que es ¡°una tarea imposible¡±.

De los cristianos residentes en Alepo, varios miles han huido hacia lugares circundantes supuestamente m¨¢s seguros. ¡°Pero otros, los j¨®venes, quieren emigrar definitivamente¡±, se lamenta. ¡°No conf¨ªan en su futuro en Siria¡±.