Un tribunal de Brasil ordena suspender las obras de la presa Belo Monte
La sentencia insta a consultar a los ind¨ªgenas que habitan en la regi¨®n afectada Las obras de la hidroel¨¦ctrica empezaron en marzo de 2011
Las obras de la presa hidroel¨¦ctrica Belo Monte en la Amazonia brasile?a han sido paralizadas este martes por orden de un tribunal regional federal brasile?o. La decisi¨®n podr¨¢ ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Brasil.
El juez Souza Prudente ha alegado que las comunidades ind¨ªgenas de la zona no hab¨ªan sido consultadas antes del inicio de las obras. Al mismo tiempo, denuncia que hab¨ªan existido vicios en el Supremo Tribunal Federal cuando declar¨® la constitucionalidad de las obras. En caso de desobediencia, la multa a la empresa Norte Energ¨ªa por no parar las obras ser¨ªa de 500.000 reales diarios (200.000 euros).
La construcci¨®n de la presa quedar¨¢ paralizada hasta que el Congreso Nacional consulte a las comunidades ind¨ªgenas acerca de la infraestructura, que inundar¨ªa sus tierras y les obligar¨ªa a desplazarse. La sentencia se apoya en la convenci¨®n 169 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, firmada por Brasil, cuyo art¨ªculo 6.1 dicta: ¡°Los Gobiernos deber¨¢n consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a trav¨¦s de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente¡±.
Adem¨¢s, en la aprobaci¨®n del proyecto por parte del Congreso habr¨ªa habido un supuesto fallo procedimental ya que habr¨ªa tomado la decisi¨®n antes de haber consultado los estudios t¨¦cnicos sobre la obra. Dichos estudios llevados a cabo por una comisi¨®n multidisciplinar alertaban sobre el impacto ambiental de la construcci¨®n de la hidroel¨¦ctrica.
La presa Belo Monte es la obra m¨¢s importante desde que llegara al poder el expresidente Lula da Silva. Forma parte del Programa de Aceleraci¨®n del Crecimiento (PAC), que ha heredado el actual Ejecutivo de Dilma Rousseff.
Sin embargo, es un proyecto que carga sobre sus espaldas con un rosario de pol¨¦micas desde que se empez¨® a hablar de ¨¦l hace exactamente 20 a?os, hasta el punto que a Belo Monte se la conoce como ¡°manzana de la discordia¡±, ya que su construcci¨®n fue siempre sistem¨¢ticamente obstaculizada por asociaciones de defensa del medio ambiente tanto nacionales como internacionales. No es la primera vez que las obras se paralizan por la Justicia brasile?a aunque en las anteriores ocasiones el Gobierno ha recurrido y siempre ha conseguido que se retomaran los trabajos.
El Gobierno hab¨ªa corregido docenas de veces el proyecto y hab¨ªa destinado 1.200 millones de d¨®lares a reducir el impacto negativo de una obra fara¨®nica incrustada en el coraz¨®n de la Amazonia, con gran impacto social sobre las poblaciones ind¨ªgenas de los alrededores.
La empresa responsable de la obra, Norte Energ¨ªa, ha respondido a este peri¨®dico que la empresa "no har¨¢ declaraciones porque no recibi¨® ninguna determinaci¨®n legal referente la decisi¨®n judicial publicada". La compa?¨ªa asegura en su p¨¢gina web que el 11 de julio pasado llegaron a un acuerdo con los representantes ind¨ªgenas por el que estos desocupar¨ªan parte del territorio en el que se estaban ejecutando las obras. Los protestantes, pertenecientes a las etnias juruna, xikrin, arara, kaiap¨® e parakana, llevaban acampados desde el 21 de junio.
Situada en el r¨ªo Xing¨², la obra deber¨¢ levantarse a 40 kil¨®metros de la ciudad de Altamira, en el Estado de Par¨¢. El proyecto pretende convertirse en la tercera mayor hidroel¨¦ctrica del mundo despu¨¦s de las Tres Gargantas de China y de la presa de Itaip¨², en la frontera brasile?a-paraguaya y gestionada por ambos pa¨ªses. Belo Monte podr¨ªa producir en el futuro el 10% de la energ¨ªa del pa¨ªs, con una potencia de 11.233 MW.
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